ENVOLTURA DORADA DE CHOCOLATE (Omegaverse)

En verano, el sol no se ocultaba sino hasta casi el anochecer.

Los estudiantes solían pasar el tiempo en la biblioteca de secundaria por los exámenes finales, pero en estos días calurosos, todos preferían retornar a sus respectivos hogares.

En este día en especial, no había casi nadie en la biblioteca, solo unos tres alumnos.

Antes del atardecer, el estudiante dejó la biblioteca cuando el sol aún brillaba en el cielo.

Fue por su camino como de costumbre, pero se detuvo a medio camino al darse cuenta de que había olvidado devolver un libro de la biblioteca.

No tuvo más remedio que regresar, pues no era adecuado llevar un libro que no era suyo.

Como el sol brillaba con fuerza, el joven se cubría del sol con su mano, levantó la vista y vio el vasto cielo azul.

Era muy cegador.

Mientras veía hacia el cielo, algo de repente empezó a estrujar su cuerpo, una gran sombra impedía que se moviera.

La sombra que lo sujetaba se convirtió en varias manos al siguiente instante, una de las manos subía a su cuello, lo que le impedía respirar.

En pánico, el joven trató de soltarse como pudo, más las fuerzas de esas manos lo estrujaban con más fuerza en tanto más se movía.

Incapaz de moverse, el joven fue arrastrado hacia un oscuro callejón por esas manos.

De la sombra, pronto aparecieron tres escalofriantes sonrisas.

'Tenemos curiosidad, ¿por qué le gustas tanto a nuestro amigo Elián?'

Tendido sobre el frío piso, lo único que el joven podía ver era el cielo azul y el resplandeciente sol.

...****************...

"Neo"

"Neo"

Alguien llamaba su nombre con preocupación.

"Neo"

Una cálida mano tocaba su rostro con delicadeza mientras seguían llamando su nombre.

Abriendo apenas los ojos, Neo pudo despertar finalmente de esa horrible pesadilla.

Vio con cuidado a su alrededor, esta era la tienda de campaña en la que se había quedado dormido la noche anterior.

"¿Estás bien?, parecías tener una pesadilla"

Neo volteó a ver al dueño de la voz, era la misma voz que llamaba su nombre hace un momento, Elián.

"¿Estás bien?"

El alfa lo veía con preocupación con esos ojos azules.

Su característica cabellera rubia le recordaba el brillante sol de ese día, al igual que el par de ojos azules semejantes a ese cielo despejado.

Ese día también, el nombre del alfa era pronunciado por esos tres demonios.

Abrumado por la pesadilla y recuerdos, Neo quería evitar ver al alfa otra vez.

Pero...

Neo apartó la cama que lo cubría para luego sentarse, tenía el cuerpo frío, tal vez por la reciente pesadilla.

"¿Quieres un poco de agua?", preguntó Elián cubriendo de nuevo el cuerpo de Neo.

Ante su pregunta, Neo se negó rápidamente.

Solo se quedó observando al alfa frente a él.

Una mirada llena de preocupación y cariño, ternura, aprecio, Elián reflejaba esos sentimientos cuando lo miraba.

Sutilmente, Neo levantó la mano para tocar el rostro de Elián, subió un poco más su mano hasta llegar al cabello del alfa, era más suave de lo que se veía.

Con su otra mano, Neo pasó sus dedos alrededor de los ojos del alfa con delicadeza.

Con ambas manos en el rostro del alfa, Neo lo vio detenidamente y se acercó para abrazarlo.

Un abrazo correspondido cuando Elián lo abrazó de igual manera.

Era sutil, pero podía sentir la suave feromona del alfa al estar tan cerca de él, lo hacía sentir reconfortado.

"Estoy bien", habló Neo.

Sí, este era Elián, una persona que nunca le haría daño y que nada tenía que ver con la pesadilla del pasado.

...****************...

La actitud de Neo fue extraña ese día.

Parecía tener miedo, temor de algo o de alguien, el temblor en su cuerpo y mirada temerosa, hacía pensar que tal vez algo le había sucedido.

Ada se quedó con esa imagen en su mente.

No podía estar tranquila, pues era algo extraño.

Al parecer, la causa fue el hombre que vio salir último de la sala de reuniones.

Ese hombre era uno de los primos de uno de los fastidiosos compañeros que Elián solía tener en secundaria.

Según lo que Ada recordaba, ese tipo no era cercano a Neo, tan solo se la pasaba siguiendo a Elián.

Además, Neo no se acercaba a nadie por propia voluntad en secundaria.

"Me duele la cabeza por tanto pensar"

Ada repasaba cada suceso del pasado en su mente, todo era tan complicado, y si algo realmente pasó con ese sujeto, el único que lo podía decir era Neo.

"Hermano idiota", resopló Ada.

Elián fue siempre distraído, pero en estos casos, debería estar pendiente de lo que le sucede a Neo, ese es después de todo el deber de un alfa.

Con su mente girando con ideas, Ada salió de la casa de sus padres y fue directo a la antigua escuela secundaria.

...****************...

Dejando parqueado su auto, Ada caminó hacia la entrada de su antigua secundaria.

Cuando vio a alguien ahí de pie mirando hacia la entrada del amplio edificio.

"Te creí tonto por un momento", suspiró Ada.

En la entrada de la escuela secundaria, Elián se encontraba de pie con la mirada seria mientras veía hacia el edificio.