Josefina hizo todo lo posible por llevar un matrimonio feliz, pero Franco no ponía nada de su parte, era celoso y posesivo. Todo tenía un principio y un fin, ¿será que podría conservar su matrimonio?
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¿Nuevo embarazo?
Esa noche Xavier llegó a casa muy relajado después de sentir el calor en los brazos de Yolanda.
En cuanto llegó...
¿Ya viste la hora que es?, ¿dónde estabas? Mireya estaba hecha una furia.
Cálmate, amor. El patrón tenía una fiesta y nos tuvimos que quedar, se acercó para darle un beso, pero ella lo rechazó.
Hueles a resaca, vino y... ¡¿sexo?!, ¡Maldito! ¡¿Con quién te metiste?, ¿me estás engañando?
Amor, mantén la calma, por nuestro hijo.
Tú y tu hijo se van mucho a la mier%da.
Mireya se puso a romper todo cuanto estaba a su alcance.
Xavier no podía contenerla. Hasta que ella arremetió contra él.
Javier pudo sostenerla de las manos para que se tranquilizara.
Amor, estás viviendo una pesadilla, no sé por qué te pones así, yo solamente estaba trabajando ayudando al patrón con su fiesta.
Poco a poco Mireya se fue tranquilizando. Y acto seguido se puso a llorar.
Mireya sintió que algo se escurría de entre sus piernas.
Un hilillo de sangre corrió por su pierna hasta llegar al suelo.
¡Dios mío!, ¡Mireya, estás sangrando!
Ella se dobló porque le dolía el vientre a sus cuatro meses de embarazo no era normal que sangrara.
Xavier, sin dudarlo un instante la llevó al hospital de urgencias.
¡Por favor, ayúdenme, mi esposa está sangrando!
Los paramédicos la ingresaron, inmediatamente.
El doctor de guardia la atendió.
Espere aquí afuera, por favor, le dijo una enfermera a Javier que estaba muy desesperado.
Los próximos minutos Javier no paraba de dar vueltas en la salita.
Pero los minutos se transformaron en horas.
Xavier no se podía aguantar estaba al borde de la locura.
Por favor, necesito saber cómo está mi esposa y mi bebé.
En cuanto salga el doctor le decimos, aún no ha salido tiene que tener paciencia.
Minutos después de que Xavier hablara con la recepcionista, salió el doctor.
Xavier, al verlo se acercó de inmediato.
Antes de que preguntara, el doctor le hizo una seña con la mano de "alto".
Lo siento, no pudimos salvar al bebé. La señora está muy delicada. Era un niño. Debió haber sido un disgusto muy fuerte porque ya le había dicho que tenía amenaza de aborto y que debía tener mucho reposo.
Doctor, como ya le dije antes mi esposa tiene unos arranques muy feos y no hay manera de detenerla, no es mía la culpa.
No hombre, yo no lo estoy culpando, pero, ¿qué pudo haber pasado?
Xavier recordó horas antes cuando estuvo en los brazos de Yolanda.
Doctor, ¿puedo pasar a ver a mi esposa?
Puede, pero procure no hacerla hablar que no se agote está muy delicada, pero estable.
Al verlo entrar al cuarto Mireya se volteó dándole la espalda, lo que provocó que ella se quejara del dolor.
No te muevas, mi amor. Estás muy delicada.
Tú tuviste la culpa de todo esto, te odio, no quiero verte más.
Cálmate amor, yo sé que estás muy dolida, pero esto pasará, después lo veremos como un mal recuerdo, pero nos repondremos los dos.
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Un año después de estos acontecimientos, parecía que la situación entre Xavier y Mireya se había arreglado.
Lo único que no cambiaba era la situación en la que vivían de pobreza.
Xavier yo no quiero ser mala, pero necesitamos dinero para comprar lo más indispensable. Mira cómo está todo este cuchitril no hay nada para comer y nos han cortado la luz.
Amor, no te pongas así sabes que yo hago todo lo posible porque estemos bien.
Pues tus esfuerzos son en vano porque no podemos salir de esta pocilga.
Por favor, vamos a tratar de llevar la fiesta en paz, ¿sí?
Mireya dio un gran suspiro, está bien, vamos a darnos una tregua, estoy fastidiada de esto.
Xavier, haciendo un último esfuerzo la atrajo hacia sí y empezó a besarla y acariciarla ella se dejó llevar y pronto estaban en la alcoba dándole rienda suelta a la pasión.
Estaban tan enfrascados en lo suyo que Xavier olvidó ponerse protección...
Una y otra vez la hizo suya hasta que ambos quedaron exhaustos.
Por primera vez en mucho tiempo, la sonrisa afloró en los labios de Mireya.
Quedó completamente saciada, no podía negar que Xavier era un buen amante.
Al paso de los días el amor entre ellos había florecido y seguían estando juntos casi todos los días.
Ella gozaba con cada caricia de él que hasta se había olvidado por completo de usar protección.
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En el trabajo veían a Xavier muy contento y todos se preguntaban, ¿por qué?, si siempre estaba como medio taciturno.
Yolanda también estaba extrañada de toda esa actitud de Javier.
En una oportunidad en que ambos estuvieron solos, Yolanda le preguntó:
Amor, te veo muy feliz, ¿que ha cambiado?
Mi vida, sé que no debo decirte estas cosas, pero Mireya ha cambiado tanto, debemos dejar lo nuestro por el bien de todos nosotros. No quiero que mi esposa sufra si se llega a enterar de que le fui infiel.
Yo te entiendo, amor, pero yo te amo, ¿qué va a pasar entre nosotros, qué va a pasar con nuestro amor?
Eso ya no puede ser. Lo siento mucho de verdad.
¿La vas a perdonar después de que por su culpa perdiste a tu hijo?, dijo Yolanda como su último recurso para retenerlo.
Perdóname, mi amor, pero no quiero dejarla.
¿La amas?, le preguntó Yolanda con lágrimas en los ojos.
Sí, contestó Javier casi de inmediato.
Se acercó a ella y le dio un beso en la boca con mucho amor.
Después se marchó dejándola sola con su sufrimiento.
"¿Por qué me siento así?, sé que esto tendría que terminar tarde o temprano", se dijo Yolanda para sí misma.
Todo seguía normal en los próximos días.
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Mireya se encontraba preparando el desayuno, cuando de pronto sintió un mareo y unas ganas inmensas de vomitar, dejó todo en la estufa y se fue corriendo al baño.
Sin que nadie se diera cuenta el sartén se empezó a quemar y después la estufa, cuando menos pensaban había una gran llamarada en la cocina.
Xavier sintió el olor a quemado y se apresuró a ver de dónde provenía (él aún estaba acostado).
¡Ay!, ¿pero qué es esto?, al ver cómo se estaba quemando su cocina, llenó una cubeta de agua y la lanzó y así varias veces más hasta que el fuego quedó controlado.
Mireya, ¿dónde estás?, preguntó Xavier.
Acá estoy, amor, en el baño.
Xavier llegó hasta ahí y al verla vomitar le preguntó que si estaba bien.
Mireya se levantó y se lavó la cara, no me siento bien, estoy muy mareada y tengo ascos.
Xavier abrió mucho los ojos y exclamó, ¡estás embarazada!
¡¿Qué?!
Dónde está Xavier y Mireya que la andaban buscando 🤔🤔🤔🤔❓❓❓❓
Ahora sí tienen una buena pista Xavier para saber de su hija Josefina.
Otros son Xavier, Mireya, Manuel y Silvana creo que no saben ni dónde están parados Xavier se olvidó de Yolanda que tiene un hijo de él.
Mireya después que no quería a Josefina ahora la está buscando.
Marlene es la única que se preocupa por esa adolescente veremos cuando la encuentran y con la junta de esas niñas que aman a la santa muerte tu me dirás en qué va a parar.
Isabel y Juan ahora sí está buscando a Josefina y se arrepienten de haberla dejado sola y sin comida cuerda de desnaturalizados pensaron en ellos pero en la niña no.