MI BEBÉ, MI AMOR

Llegue a mi destino, asta el momento no le había contado nada a Joshua ni siquiera que me encontraba allí.

Las dudas me invadieron y si tal vez él no quiere verme y si se molesta conmigo. Estuve un rato en la sala de espera de la agencia asta que por fin me decidí en llamar a Joshua.

No paso ni 15 minutos y Joshua ya había llegado a la agencia. Corrió a abrasarme en cuanto me vio, estaba algo confundido y sorprendido; no dejaba de hacerme un sin números de preguntas.

_ Ya no preguntes más, siento que mi cabeza va a explotar.

_ Pero.

_ Quiero bañarme cuando lleguemos a tu casa te digo.

_ Está bien.

Cuando llegue a casa de mariana, ella se sorprendió mucho al verme al igual que sus hermanos, les comente la situación y ellos me aceptaron en su casa.

_ A decir verdad, a los días que te fuiste recibí llamadas de tu madre y estaba muy molesta.

_ De verdad, lo siento mucho mariana te causé problemas con mi madre.

_ No te preocupes somos amigas, solo esta molesta ya se le pasará.

_ Y lo que te dijo solo lo dijo en su enojo no porque realmente lo sintiera, así que no te preocupes.

_ Está bien, y nuevamente gracias por recibirme en tu casa.

_ Ni modo que dejara que estuvieras en la calle, además yo también soy una acogida en esta casa.

_¿A qué te refieras?-pregunte algo confundida.

_ Pues si esta no es mi casa, es casa de Joshua. Yo solo estoy aquí por un tiempo.

Resulta que esta casa le pertenecía a Joshua, fue algo sorprendente para mí saberlo; ya que Joshua nunca me lo había comentado.

Le conté a Joshua lo sucedido en casa con mi madre y sobre el internado, él se sintió culpable, ya que el quería ir a hablar con ella, pero yo lo detuve.

_ Hay que dejar que se tranquilice.-comente.

_ No puedo creer que mi suegra me odie.

_ Ja ja. No te odia... Solo no le agradas.- dije tratando de animarlo.

_ Es igual. -dijo haciendo pucheros.

No sé si había tomado la decían correcta o no lo único cierto de esto es que ya no había marcha atrás.

Me acomode nuevamente en la habitación de Joshua, por una semana estuve en casa y luego de eso me busque un trabajo, ya que me aburría estando todo el día en casa.

Los días fueron pasando luego se convirtieron en semanas, algunas veces llamaba a mi madre, pero no tenía respuesta por parte de ella.

A pesar de que era feliz estando con Joshua una parte de mí estaba triste por la relación rota que tenía con mi madre, extrañaba a mis hermanos y a ella.

Había veces en las que incluso lloraba a escondidas para que Joshua no me viera en ese estado, pero siempre me atrapaba con los ojos llorosos y me abrazaba y cariñaba para consolarme.

Los meses fueron pasando, mi relación con Joshua se iba volviendo más fuerte, había discusiones y algunas que otras peleas, pero siempre terminabas arreglandolas rápido.

A Joshua no le gustaba estar enojado o pelando conmigo por lo cual era él el que siempre se disculpaba primero incluso si era yo la equivocada.

Ambos éramos orgullos y teníamos un carácter muy fuerte, pero en nuestro noviazgo Joshua tuvo mucha paciencia conmigo puso a un lado su orgullo y su carácter por mí.

Era una persona dulce y amable conmigo y lo demostraba en el trato que me daba. Por mi parte también cambié algunas cosas, aunque tenía muchas inseguridades que trataba de esconder.

Con el tiempo nuestra relación fue avanzando y solidificándose, entre los dos pusimos un negocio que fue surgiendo. Así que económicamente estábamos bien, tanto él como yo teníamos un sueño en común que era viajar y conocer muchos lugares.

Como teníamos un negocio establecido, buenos ingresos y solo éramos nosotros dos comenzamos a viajar a distintos lugares cada fin de mes.

Mariana se mudó con su nueva pareja y tuvo un bebé, Joshua se convirtió en hermano mayor nuevamente y un tuve un nuevo cuñado.

Las cosas iban yendo por un buen camino.

A un año de relación con Joshua viajamos a visitar a mis padres, asta ahora solo hablaba con mis hermanas y mi papá, con mi mamá solo intercambiábamos saludos y preguntas triviales nada más.

Pero ya era tiempo de que empezáramos a llevarnos mejor después de todo ya éramos familia, al llegar a la ciudad alquilamos un departamento para alojarnos mientras permaneciéramos en la ciudad.

Se fueron arreglando las cosas entre mi madre y Joshua, tuvo que hacer muchas cosas para que obtuviera la aprobación de mi madre.

Pero al final las cosas salieron bien, fue en esta temporada donde me habían hospitalizado, creo que fue eso lo que hizo ablandar el corazón de mi madre.

Al verme al borde de la muerte y ver a Joshua estar al pendiente de mí, supongo que su corazón sé suavizo un poquito.

Pasaron muchos meses asta que pude recuperarme de esa operación, como estuvimos en la capital durante ese tiempo Joshua compro un apartamento para poder reposar.

Durante ese periodo mi madre estuvo muy al pendiente de mi salud, venía a diario por las tardes a visitarme. Joshua viajaba constantemente desde la capital hacia provincia para no descuidar el negocio y ver como me encontraba.

Gracias a dios el negocio se mantenía e incluso creció un poco más, para tener un ingreso extra Joshua alquilo la casa de provincia y se construyo una pequeña habitación en nuestra tienda.

Semanalmente, él viajaba a la capital para llevar más mercadería y pasar tiempo conmigo, nos establecimos en la capital e incluso abrimos una tienda aquí y teníamos planeado abrir muchas más tiendas en las distintas provincias del país.

Éramos un gran equipo, nos equilibrábamos a la perfección no dejamos que él trabajó...

Y nuestra vida amorosa y en casa se mezclara.

A pesar de que los años iban pasando nuestro amor seguía tan fresco como el principio.

O asi era... Asta que ella aparecio...