MI BEBÉ, MI AMOR
Era tanto el silencio qué abundaba en la habitación, que el simple sonido de la puerta abriéndose y las pisadas suaves al caminar se escuchaban nítidamente. Sentada en el sillón; con la mente perdida en lo más profundo de mis pensamientos y con la mirada fija hacia el suelo me pregunté:
¿Cómo es que este lugar que solía ser tan bullicioso, alegre y sobre todo cálido?
Se convirtió en un lugar tan silencioso y sombrío.
¿Qué pasó?¿ Cómo sucedió ?¿cómo es que terminó así?
Escuche unos pasos acercándose desde el final del pasillo y se detuvieron justo al lado mío.
_ Ya terminé de sacar todas mis cosas. -Aquella voz resonaba como miles de Ecos en mi cabeza y aunque me moría de ganas por voltear a verlo aunque sea una última vez...
Mi orgullo ;mi dolor; mi rencon ;mi tristeza, fueron mucho más grandes que mi amor por él y solo me mantuve en silencio.
Al ver que no obtendría respuesta por parte mía tomó la última maleta que quedaba y se dispuso a salir del apartamento que hasta hace poco era nuestro hogar, se detuvo justo en la entrada y volteó a verme. Hasta ese momento no pude resistirme más y con los ojos llorosos al borde de las lágrimas levanté la mirada y se encontraron con las suyas.
El mismo sufrimiento; la misma tristeza el mismo dolor que yo sentía pude verlo reflejado en su mirada, al cruzar nuestras miradas era como verse en un espejo. No pude resistirme más y mis lágrimas estallaron, no quería que él me viera en ese estado y oculté mi rostro con mis manos, pero incluso así no paraba de llorar pude ver las gotas de mis lágrimas cayendo y mojando la alfombra.
_ Perdóname. Nunca quise lastimarte, pero aun así fue lo único que hice. En verdad lo siento.- -sin decir más él finalmente se marchó salió de casa así como de mi vida pero de mi corazón todavía no.
No recuerdo qué más pasó después de que él se marchara. Aunque a decir verdad no hay mucho que recordar solo lágrimas y más lágrimas, arrepentimiento, dolor, suspiros y un Inevitable silencio y vacío.
A la mañana siguiente desperté por el sonido de la alarma del celular; con los ojos rojos e hinchados y algo adoloridos y con un leve dolor de cabeza.
Me levanté suavemente del sofa caminé hacia mi cuarto ya que la noche anterior había dormido en el sofá de la sala, empujé la puerta que se encontraba semi abierta. Tan silenciosa, tan vacía es como se encontraba aquel cuarto donde solo había risas y calidez.
Me tumbé en la cama y estaba fria, miré al techo y solté un gran suspiro, luego volteé mi mirada hacia la habitación y era claro que hacía falta algo este lugar; no estaba completo. Había algo que faltaba o mejor dicho alguien faltaba. Mi mirada se detuvo en aquel armario de peluches cada uno contaba una historia ,cada uno era especial; cada uno más conservado que el otro ,pero aún así todos eran valiosos y preciosos.
Especialmente el que era el más viejito de todos, no pude evitar llorar nuevamente, mi mente se lleno de muchos bellos recuerdos, esos peluches representaban mi felicidad momentos en la que él estaba a mi lado y éramos felices.
Mis lágrimas salieron sin parar al recordar cada momento a su lado, las cosas que hacíamos no eran grandiosas ni extraordinarias eran cosas simples; pero eran cosas que hacíamos los dos y eso lo volví especial, cada pequeño detalle era significativo y muy valioso.
Me recosté en la cama y de tanto llorar perdí la noción del tiempo y me quedé dormida. No fue hasta horas más tarde cuando recibí la llamada de una compañera del trabajo que volví a mis sentidos al menos por unos momentos. Alisté todo lo necesario para ir al trabajo por la mañana.
Al día siguiente traté de prepararme algo para comer pero mientras estaba en la cocina no puedo evitar volver a pensar en él; de hecho cada rincón de este lugar me lo recordaba ni siquiera pasó mucho tiempo pero el vacío que dejó es insoportable.
En los siguientes días traté de continuar con mi vida diaria y seguí mi rutina habitual, de casa al trabajo del trabajo a casa, normalmente aveces iba casa de mis padres pero por un tiempo evité llegar allí; ya que hasta el momento nadie sabía de mi separación y quería evitar las típicas preguntas que suelen hacer y sobre todo quería evitar desmoronarme frente a ellos.
Ya que ante sus ojos yo era una mujer de un carácter fuerte y un corazón duro e inquebrantable y a decir verdad hubo un tiempo que solía ser así. Ojalá y no me hubiera enamorado de él y hubiera evitado todo el dolor que siento ahora.
Los días fueron pasando y se convirtieron en semanas, me enfoqué a pleno en mi trabajo no quería darle tiempo a mi mente de pensar en él; sonreía a pesar de que por dentro estaba destrosada, triste. Trataba de ocultar mi dolor y mi sufrimiento de los demás. Pero cuando llegaba a mi habitación donde nadie observaba dejaba salir todo de mi interior.
Pero por más que tratara de ocultar ocultarlo de una u otra manera el inmenso dolor que sentía se veía reflejado en mi cuerpo; perdí algo de peso en poco tiempo, mi rostro se notaba demacrado y decaído con ojeras negras y con una tez palida a menudo sufría mareos y sentía cansancio en exceso, tanto que una vez perdi el conocimiento en el trabajo.
A raíz de esto mí jefe me dio unos días de descanso y me pidió que fuera a verme con el médico; le comenté que últimamente no estaba pasando por un buen momento y no había podido dormir bien y que tenía falta de apetito y que probablemente esa sea la causa de mí bajo rendimiento en el trabajo los últimos días, pero él insistió y con mucha más razón y para corroborar que fui a atenderme me pidió que trajera los resultados del doctor o alguna receta que me diera.
Ese día saliendo del trabajo llamé a mí médico de confianza y agendé una cita para el día siguiente, era una clínica privada al cual solía ir si tenía alguna dolencia o malestar, mi cita se programó a las 9 de la mañana del día siguiente. Pero como de costumbre llegué 15 minutos antes y me senté a esperar hasta que mi médico me recibiese.
Mientras estaba en la sala de espera una enfermera se acercó a mí Informándome que el médico estaba listo para recibir tomé mi bolso y la seguí mientras caminaba accidentalmente choque con alguien al tratar de disculparme lo miré a la cara y grande fue mi sorpresa de qué se tratara de él.
En un instante mi cuerpo se congeló había pasado buen tiempo desde la última vez que lo vi quise saludarlo y romper el incómodo ambiente que se había formado. Pero antes de que saliera alguna palabra de mi boca escuché una suave y delicada voz detrás él.
_ Joshua.
Esa suave y delicada voz rompió el silencio que se había formado entre los dos; ambos volteamos y para sorpresa mía se trataba de ella, no sé qué cara puse al verla, pero no debía ser una muy buena. Lo miré a él y se veía algo nervioso e incómodo y al verla a ella tuve sentimientos encontrados; en cuestión de segundos en mi mente estallo una bomba de recuerdos tanto bueno como malos pero los malos prevalecían más.
Estaba paralizada no podía mover ni un centímetro de mi cuerpo, no sabía qué decir o qué hacer, al verlos conversar a unos pocos metros de mí se veían también juntos y solo pensar que hace poco era yo quien estaba a su lado me hacia sentir de lo peor.
Por otra parte estaba furiosa le cuestionaba a él en mi mente del por qué estaba con ella si hasta hace poco habíamos terminado nuestra relación:¿ Cómo pudo olvidarme tan rápido?¿es que acaso no me quería? Esa y mil preguntas más rondaban en mi cabeza pero no pude decirle ninguna.
Es más no tendría por qué reclamarle nada después de todo ya habíamos terminado y él podía hacer con su vida lo que a él mejor le parecía y al ver que no tenía lugar ahí opté por irme. Salí corriendo del hospital y mientras corría pude escuchar su voz a lo lejos llamando, pero no miré atrás y seguí para adelante.
En pocas palabras hui.
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Updated 51 Episodes
Comments
Maris Benitez
Interesante comienzo 🤩
2024-09-27
0
erica luna
me gusta este comienzo
2024-09-24
1
Joaquina Garcia
el fuego se apaga pero las cenizas quedan
2024-08-25
3