Sarah es una bailarina de ballet que, por primera vez, logró firmar con una compañía. Durante uno de sus tours, conoce a un hombre que está completamente enamorado de ella. Él amenaza con arruinar su carrera si ella no firma un contrato con él. ¿FIRMÓ ELLA EL CONTRATO? ¿QUE QUIERE EL DE ELLA?
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Capitulo 13
El Precio de la Libertad
El plan de Petrov para ayudarme a escapar de las garras de Volkov parecía prometedor al principio. Fingió estar interesado en convertirse en mi nuevo patrocinador, y Volkov, como era de esperar, no tardó en tomar el anzuelo.
Durante las siguientes semanas, Petrov y Volkov se reunieron en múltiples ocasiones, discutiendo los detalles de un posible acuerdo. Yo actuaba de manera natural, procurando no levantar sospechas, pero por dentro me debatía entre la esperanza y el miedo.
Finalmente, llegó el día decisivo. Petrov había convencido a Volkov de que una transición suave y pacífica sería lo mejor para asegurar mi éxito. Volkov, reticente al principio, accedió a reunirse con nosotros en una lujosa suite del hotel donde se hospedaba Petrov.
Cuando llegué a la suite, acompañada por Volkov, me sorprendió encontrar a Petrov solo, sin su habitual séquito de asistentes.
"Buenas tardes, señor Volkov, señorita Sarah", nos saludó Petrov, con una sonrisa amable. "Me alegro de que hayan podido venir."
Volkov asintió, con una expresión cautelosa.
"Bien, Petrov, ¿qué has preparado para nosotros?" preguntó, yendo directo al grano.
Petrov se acercó a nosotros, extendiendo unos documentos.
"Como podrán ver, he preparado un contrato que beneficiará a todos", explicó. "Con este acuerdo, la señorita Sarah pasará a ser mi nueva patrocinada, y tú, Volkov, recibirás una generosa compensación por tu apoyo inicial."
Volkov tomó los documentos, revisándolos con detenimiento. Pude ver la tensión reflejada en su rostro mientras leía.
"Esto parece ser un acuerdo justo", dijo, finalmente. "Pero dime, Petrov, ¿qué hay de la señorita Sarah? ¿Está de acuerdo con este cambio?"
Todas las miradas se posaron en mí, y sentí que el corazón me latía con fuerza.
"Sí, señor Volkov", respondí, tratando de mantener la calma. "Estoy de acuerdo con los términos del contrato."
Volkov me escrutó con la mirada, y pude ver un destello de sospecha en sus ojos.
"Muy bien, entonces", dijo, firmando los documentos con decisión. "Parece que tenemos un trato."
Petrov esbozó una sonrisa satisfecha.
"Excelente, me alegro de que hayamos podido llegar a un acuerdo", dijo, recogiendo los papeles. "Ahora, si me disculpan, tengo que atender algunos asuntos. Pueden quedarse aquí y discutir los detalles finales."
Dicho esto, Petrov se retiró, dejándonos solos a Volkov y a mí.
En cuanto la puerta se cerró, Volkov se volvió hacia mí, con una mirada penetrante.
"Bien, Sarah, dime la verdad", dijo, en un tono amenazante. "¿Tú y Petrov están tramando algo a mis espaldas?"
Sentí que un escalofrío recorría mi espalda, pero me esforcé por mantener la compostura.
"No sé de qué está hablando, señor Volkov", respondí, tratando de sonar convincente.
Volkov dio un paso hacia mí, acercándose peligrosamente.
"No me engañes, querida", siseó. "He visto cómo miras a Petrov, y he notado su repentino interés por ti. Algo se está cociendo aquí, y quiero saber la verdad."
Tragué saliva, sintiendo que el miedo se apoderaba de mí.
"Yo... No sé nada, señor Volkov", mentí, con voz temblorosa. "Simplemente acepté su oferta porque me pareció un buen acuerdo."
Volkov entrecerró los ojos, claramente sin creerme.
"¿Crees que soy un tonto, Sarah?" gruñó. "Sé que Petrov está intentando quitarme el control sobre ti. ¿Acaso has olvidado quién te ha dado todo lo que tienes?"
Antes de que pudiera responder, la puerta de la suite se abrió y Petrov entró, seguido por dos hombres corpulentos.
"¿Hay algún problema aquí, caballeros?" preguntó Petrov, con aparente inocencia.
Volkov se volvió hacia él, con furia reflejada en su mirada.
"Tú dímelo, Petrov", espetó. "Parece que tu supuesto acuerdo es una elaborada trampa para apartarme de la señorita Sarah."
Petrov levantó las manos en un gesto conciliador.
"No sé de qué estás hablando, Volkov", dijo, con calma. "Simplemente estaba ofreciendo a la señorita Sarah una oportunidad de progresar en su carrera. Si eso te molesta, puedo entender tu reacción."
Volkov soltó una risa sarcástica.
"¿Crees que soy estúpido, Petrov?" gruñó. "Sé que todo esto es parte de un plan para quitarme a mi más valiosa posesión."
Antes de que Petrov pudiera responder, Volkov sacó una pistola y apuntó directamente a su cabeza.
"¡Basta de juegos!" gritó. "Dime la verdad o te volaré los sesos aquí mismo."
Petrov levantó las manos, con una expresión de miedo reflejada en su rostro.
"¡Espera, Volkov! Puedo explicarlo todo", suplicó.
Volkov endureció su agarre sobre el arma.
"¡Habla, maldita sea!" bramó.
Petrov tragó saliva, consciente de que su vida pendía de un hilo.
"Está bien, está bien", dijo, con voz temblorosa. "Sí, estaba planeando ayudar a la señorita Sarah a escapar de tu control. Pero no lo tomes como algo personal, Volkov. Simplemente quería ofrecerle una oportunidad de prosperar sin tener que depender de ti."
Volkov apretó los dientes, su rostro contorsionado por la furia.
"¿Crees que puedes engañarme así?" rugió. "¡Eres un maldito traidor, Petrov!"
Sin previo aviso, Volkov disparó, y Petrov cayó al suelo, una mancha de sangre extendiéndose rápidamente por su pecho.
Horrorizada, me llevé las manos a la boca, apenas conteniendo un grito.
"¡No!" grité, viendo cómo la vida se desvanecía de los ojos de Petrov.
Volkov se volvió hacia mí, con una mirada salvaje en su rostro.
"Y tú, mi querida Sarah", dijo, con voz gélida. "Parece que has sido parte de este plan desde el principio."
Retrocedí, aterrorizada, sintiendo que las piernas me temblaban.
"¡No, yo no sabía nada!" supliqué, en un vano intento de defensa.