Otra Vez Serás Mía

Adele estaba bastante preocupada, ya que su hijastra no estaba en casa aún... Así que decidió esperarla. Michelle no era de las que la noche le sorprendía por ahí... Pero algo le decía a su madrastra que alguien la había retenido más tiempo del esperado.

Entonces la vio entrar con una sonrisa de felicidad en su rostro...

- ¡Imagino que esa sonrisa es a causa de un hombre! - sonrió también

Michelle besó la frente de su madrastra ... Algo diferente...

- ¡La verdad es que sí! - le dijo toda emocionada - Pero hoy no te contaré, estoy agotada

Y subió directamente a su habitación donde, después de ducharse terminó completamente rendida.

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- Buenos días - le despertó su madrastra quien llevaba una bandeja con el desayuno para Michelle - ¿Bella durmiente no despertarás hoy?

Michelle se sentó en la cama de un tirón

- ¿Qué hora es? - preguntó asustada

- Apenas son las ocho querida - se sentó a su lado

- ¿Por qué me despiertas tan temprano? - le preguntó extrañada

- ¿Temprano dices? ¡Es el horario justo! - fingió seriedad por un momento - Además quiero saber por qué llegaste tarde anoche... Y feliz

Michelle se dejó caer otra vez en la almohada y sonreía como tonto al evocar los recuerdos de la noche anterior...

- Estuve con Fernando - le dijo sonriendo

- ¡Lo sabía! - pegó un puño al aire - ¿Y?

- ¡Nada! ¡Últimamente, eres muy chismosa! - se volteó y cubrió totalmente con la manta

- No, no señorita. - la destapó e hizo girar otra vez - Yo quiero el chisme completo

- ¿Y hablas de Carmen? ¡Tantos años juntas les ha hecho daño! - comenzó a reír a carcajadas por las cosquillas que había comenzado hacerle su madrastra - ¡Ya déjame!

- ¡Cuéntame! ¡Cuéntame!

- ¡Vale ya! ¡Voy a contarte! - entonces se sentó otra vez en la cama con los brazos abrazados a sus rodillas. - Estuve con Fernando

- Eso ya lo dijiste

- No, no eso... el otro...- trataba de explicar

- ¿El otro qué? - no entendía

- El otro "estuve" - enfatizó

Adele se llevó una mano a la boca abierta por el asombro y la sorpresa

- ¿De estar, estar? - Michelle asintió algo feliz y a la vez temerosa de un regaño - ¿Te protegiste?

¿Protección?

Su sonrisa se borró del rostro de plano y pensó por un momento si lo había hecho

- Al juzgar por el cambio en tu rostro diría que no - le dijo Adele - ¿Pero fue lo que esperabas?

Entonces Michelle volvió a sonreír

- La verdad es que sí...no era como queria que sucediera ni el lugar... pero si fue con la persona correcta.

Entonces Adele le dio un abrazo

- Me hace feliz tu felicidad - luego volvió a mirarla - ¿Alguna idea de cómo le dirás a tu padre que su yerno no será David?

Suspiró entonces

- Ya buscaré la manera de decirle…

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- ¡David! - se sorprendió al verlo en su oficina a tan tempranas horas. - Siéntate, ¿Sucede algo?

- Debo hablar con usted sobre Michelle... Temo que hay cosas que desconoce de ella

Edwin sonrió

- En ciertos aspectos la conoce más mi esposa que yo... Pero me interesa saber ¿tomamos un café?

- ¡Claro!

Acto seguido entró la secretaria con dos cafés para ellos y una vez que ella salió reanudaron la conversación.

- ¿Usted recuerda al señor Cortés? - le preguntó de plano

- ¡Si! ¿Qué tiene que ver con Michelle? - le preguntó extrañado

- Pues resulta ser... Que ya lo conocía, un día iba con Michelle y nos encontramos, entonces ella le dijo que estaba acosándola, luego me conto que él era un error de su pasado, que había estado preso por drogas y que ella lo sorprendió con su mejor amiga... que él había arruinado sus trece años

Mientras David hablaba Edwin palideció ¡Cómo no lo noto!

Aquel día su hija tuvo que encontrarlo al llegar a su oficina, por eso había llegado tan pálida.

- ¿Cómo no lo reconocí antes? - preguntó en alta voz - ¡Estaba bastante cambiado!

- Es normal, ahora su status social es otro... ¡Vaya usted a saber cómo hizo una fortuna para fundar una empresa!

- ¿Pero sigo preguntando?.. Que tiene que ver Michelle?

Entonces David suspiró

- Creo que Michelle ha vuelto a verle... Anoche justamente, los sorprendí frente a su casa... se estaban besando

- ¿Qué? - gritó Edwin y se puso de pie rápidamente - ¡No lo permitiré! ¡Ese tipo no volverá a jugar con mi hija!

- ¡Es lo que más temo! ¡Que desee hacerles creer que es rico o algo así y venga por su fortuna!

- ¡De seguro esos son sus planes! ¡Pero está vez no será así! ¡No sucederá!

David disimuló una sonrisa de satisfacción... había logrado su objetivo