Y Llegaste Tú

En su mesa de trabajo y con una relajante música de fondo de Santiago Cruz, Karina organizaba un encargo, que Emmanuel le entrego. Había decidido que la despedida de soltera que se celebraría entre semana fuera de la finca sería divertida y femenina. Y las margaritas africanas cumplirían con el objetivo.

Observando el arreglo como si ya estuviera terminado, cortó el extremo inferior de los tallos bajo el chorro del agua. Frescas y preciosas, pensó la joven mientras colocaba las flores en una solución de agua, abono y conservantes.

Trasladó la primera tanda a la cámara frigorífica para que se rehidratase. Y cuando ya empezaba con la siguiente, oyó que Emmanuel la llamaba.— ¡Estoy aquí adentro!

Emmanuel entro con Patricio y echaron un vistazo a las flores, las hojas, los cubos y las herramientas.

Patricio — ¿La despedida de soltera de Astrid Herrera?

Emmanuel — Sí. Mira el color de estas margaritas. Van desde los tonos pastel a los más intensos. Quedarán perfectas.

Patricio sorprendido de la explicación que le acaba de dar Emmanuel, dijo. — Excelente hermano, veo que has aprendido.

Emmanuel — Así es, las clases han sido muy buenas. He aprendido de la mejor.

Karina se sorprendió de ver a Patricio en su taller y se sonrojo del comentario hecho por Emmanuel. — Hola chicos que hacen aqui.

Emmanuel — Vinimos porque mi socio aquí, quiere hacerte un encargo.

Karina vio a Patricio y espero.

Patricio observo todo el trabajo de Karina y le pregunto.— ¿Qué vas a hacer?

Karina — Añadirlas al centro de mesa, y colocarle tres arbustos podados geométricamente en unas macetas que cubriré con hojas de limonero. Trabajaré con flores de cera y les pondré unas cintas.

Emmanuel — La clienta quiere dos centros más, un arreglo más elaborado para la mesa de la entrada y otro con velas para ponerlo en la chimenea; y también algo delicado, fragante y bonito para el tocador.

Karina — Entonces tengo que montarlo todo antes de la consulta de las once. Asi que sino tienen más nada que decir.

Emmanuel se río por lo bajo de lo atorrante que se estaba portando Karina y miro a Patricio.

Festivo y femenino.— comentó Patricio.— escrutando su espacio de trabajo. Y dirigiendose a su socio y amigo. — Sé que tu agenda está abarrotada, pero necesito saber si puedes incluir en la programación de Karina ¿Otra celebración externa?

Emmanuel miró a Karina que abrió los ojos como platos, preguntándose, si Patricio, no estaba viendo la cantidad de trabajo que tenía que terminar de montar.

Emmanuel entendio lo que Karina le decia con la mirada y regreso la vista hacia su amigo. — ¿Para cuándo?

— Para el próximo jueves. Sí, lo sé...— dijo Patricio cuando Karina lo miró con frialdad.

Emmanuel — Patricio, la programación de Karina esta full, es imposible sumarle otra más. Ella lleva semanas trabajando jornadas completas y horas extras. Tiene derecho a descansar. No podemos invadir cada vez que nos de la gana su espacio y su tiempo libre amigo.

Patricio — Es una clienta potencial y llamó al número de la empresa y, como sabía que tenías a Karina metida hasta las cejas con un encargo, no te la pasé. Asistio a la fiesta de compromiso Guzmán - Herrera. Me ha dicho que los arreglos florales de esa noche fueron increíbles y eso es otro punto a nuestro favor.

Karina — Dices eso para camelarme.

Patricio — Sí. La clienta pensaba comprar unas flores cortadas y ponerlas en unos jarrones, pero ahora que ha visto tu trabajo, está obsesionada. No deja de pensar en lo bonitas que eran.

Karina — Basta.

Patricio — En lo maravillosas, creativas y perfectas que eran.

Karina — Maldito seas, Patricio.

Patricio — No puede dormir, comer ni vivir con normalidad después de haber visto lo que puede hacerse con unas flores.

Karina — Te odio.

Emmanuel estaba que no podía mas para destornillarse de la risa viendo a su amigo Patricio, torturando a la buena a Karina para salirse con la suya. Y lograrlo

Karina — ¿De qué clase de celebración se trata y qué es lo que quiere?

Patricio logró esbozar una sonrisa petulante y compasiva a la vez, una de sus habilidades fundamentales en opinión de Emmanuel.— Es un «baby shower». Tienes que preparar algo parecido a lo que estás haciendo ahora salvo en lo del arreglo para la chimenea. Y como el bebé será niña, a la cliente potencial le apetecería que hubiera mucho rosa. Ahora bien, me ha dicho que aquí confía en tu criterio.

Karina — No sé si podré contar con mi mayorista. No hay suficiente rosas rosa para hacer lo que me pides.

Emmanuel cuando ya estuvo seguro que no se iba a carcajear de su socio y mano derecha, dijo. — Yo me monto en eso para cargarte el almacén de flores nuevas, solo hazme el listado de lo que necesitas y yo me encargo.

Karina — Y tendría que consultar la agenda de la semana que viene.

Patricio — Ya lo he hecho yo por ti. Tienes el lunes completo, pero el martes por la tarde te quedan unas horas. El miércoles puedes dedicarte a montar los arreglos de la celebración del viernes, y el jueves, la del sábado. Bea vendrá a ayudarte los dos días.

— ¿Es posible que entre las dos puedan ocuparse de esta celebración? Estamos hablando de su nuera.— añadió Patricio.— y de la que será su primera nieta.

Emmanuel suspiró al ver la cara de estupefacción de karina, al escuchar a Patricio.— Sabías que Karina te diría que sí.

— Sí.— respondió Patricio dándole unos golpecitos en el hombro sin sentir el menor remordimiento y miro de nuevo a Karina.— Si lo necesitas, puedes llamar a William o a Armando.

Karina — Bea y yo nos arreglaremos solas. — llevó la siguiente tanda a la cámara frigorífica y luego regresó para finalizar la tarea.

— ¿Que hacen aqui todavía? ¿Tienen mas trabajo que asignarme? — Le pregunto con sarcasmo a Patricio y Emmanuel.

Emmanuel. — Espero que no. Y no te preocupes, yo me encargo de Llamar a la clienta tan pronto como pueda, para asegurarme de haber comprendido lo que quiere y nos reunimos para montarlo, porque no te voy a dejar sola en esto.

Karina le brindo una sonrisa de agradecimiento a Emmanuel — Gracias.

Patricio — He dejado su nombre y su número de teléfono encima de tu escritorio.

Emmanuel — En serio. — Le respondio con sarcasmo a Patricio, se despidieron de Karina y salieron del taller. — Este trabajo que le sumaste, te lo voy a cobrar el doble de lo que vale.

Patricio — ¿Cuál es tu precio?

Emmanuel — Quiero que me digas, ¿Porque tratas a Karina como si fuera una molestia para ti?

Patricio — ¿Porque la pregunta?

Emmanuel — Vamos hermano, reconoce que esa mujer te gusta.

Patricio miro a su amigo y no pudo contradecirlo.— Si fuera así, ¿que?

Emmanuel — Te sugiero que vayas con cuidado. Ella no merece que juegues con ella.

Patricio — Ok.

Samantha en un descanso que tuvo en su consultorio privado recibio una llamada del concesionario de su hermana para ir a buscar su carro. Pero estaba full trabajo y decidio llamar a su amiga Carla para saber si ella podía hacerle el fávor de ir a buscarlo.

Carla en el instituto, estaba a punto de entrar a su hora de clases, cuando le entro una llamada a su movil. — Hola amiga como estas.

Samantha — Hola ami, full trabajo. Necesito un favor tuyo.

Carla. — Dime, si Puedo, con gusto.

Samantha — Necesito que recojas mi auto en el concesionario de mi hermano, porque ya está listo pero no puedo buscarlo yo y quería saber si puedes ayudarme.

Carla — Yo encantada pero en este momento estoy entrando a dar la última clase, asi que imposible.

Samantha — Bueno voy a tener que cancelar las consultas que me quedan para ir a buscar mi cacharro al taller de mi hermana.

Carla — Porque no llamas a una de ellas o a tu hermano, a ver si pueden hacerte el favor.

Samantha — Imposible, todos estan super ocupados hoy, mi hermana Jeslim esta en una actividad escolar de mi sobrino y Mario tiene que atender un caso hoy en el bufete de mis padres, asi que me tocara ir a mi.

Carla — Porque no llamas a Patricia a ver si ella te puede hacer el favor.

Samantha — Imposible, tiene que supervisar varios casos en el area de siquiatria, evaluar algunos pacientes de la clinica. Ni modo, me toca cerrar para ir a buscar mi carrito.

Carla — Espera un momento, dejame llamar a Marcos para saber si uno de ellos tienen reunión fuera y ver si te pueden hacer el favor.

Samantha — ¿Tu crees?

Carla — Con preguntar no perdemos nada. Pero dame un chance y te aviso.

Samantha — Gracias ami, te debo, una. Ok, espero. — Y colgó la llamada porque ya su siguiente paciente había llegado.