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Una Oportunidad Para Amar Por Última Vez

Una Oportunidad Para Amar Por Última Vez

Status: Terminada
Genre:CEO / Completas / Aventura de una noche / Arrogante / Malentendidos / Traiciones y engaños / Romance de oficina
Popularitas:77.5k
Nilai: 4.7
nombre de autor: Carmen C.

está es la historia de Betty una jovencita luchadora , positiva y humilde; que sin querer atrae la atención de un hombre que es lo opuesto a Betty.
Antoni Santino un hombre con cicatrices del pasado ,desconfiado y cerrado al amor.

NovelToon tiene autorización de Carmen C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capitulo 23: la llegada de Antonia II

Valeria enfrenta a Antoni:

Mientras tanto, en la lujosa mansión de los padres de Antoni, la señora Valeria subía las escaleras con una mezcla de rabia y dolor ardiendo en su pecho. Había intentado ser paciente, pero la situación había llegado a un punto crítico. No podía permitir que su hijo siguiera viviendo en la ignorancia mientras Betty, la madre de su hija, estaba desaparecida.

Al llegar a la puerta de la habitación de Antoni, la abrió de golpe, sin importarle si lo despertaba bruscamente. Con una cubeta de agua fría en las manos, se acercó a la cama y, sin dudarlo un segundo, vació el contenido sobre su hijo, empapándolo de pies a cabeza. Antoni despertó de golpe, jadeando por el repentino frío que lo envolvió. Se quedó inmóvil por un segundo, tratando de entender lo que había pasado.

—¡Mamá! ¿Qué demonios...?, exclamó, todavía aturdido y confuso.

Valeria, con lágrimas rodando por su rostro, lo miraba con una mezcla de furia y desesperación. —¿Cómo puedes dormir tan tranquilo, Antoni? ¡Tu hija está por nacer y Betty está desaparecida! ¿Qué clase de hombre eres que puedes dormir, mientras la madre de tu hija está en peligro?

Antoni se quedó paralizado, las palabras de su madre golpeándolo como un martillo. —¿Qué... qué estás diciendo?", preguntó, tratando de procesar lo que acababa de escuchar.

—¡Levantate de esa cama y escucha bien!, gritó Valeria, incapaz de contenerse más. —Betty se fue hace meses, embarazada, escapando de ti y de todo lo que le recordaba lo que le habías hecho. Al verte tan triste y decaido, yo hice lo posible por encontrarla, contraté a un investigador, y él me entregó pruebas de que estaba bien,... que estaba embarazada y que el bebé estaba creciendo sano. Pero ahora... ahora está desaparecida, y tú aquí, desperdiciando tu vida sin hacer nada.

Valeria le lanzó un paquete de documentos que llevaba en las manos. Antoni lo atrapó por reflejo, y cuando lo abrió, sus ojos se llenaron de lágrimas. Eran los ultrasonidos de su hija, las pruebas de los latidos de su corazón, y una pequeña nota que decía: "Antonia, tu hija".

—¡Antonia!, susurró, sintiendo en su pecho una enorme alegría y a la vez miedo de no volverla a ver. Miró a su madre, sus ojos llenos de arrepentimiento. —No sabía... no sabía nada de esto, y mucho menos que su bebé era mio.

— Pues ahora lo sabes, dijo Valeria, con la voz quebrada. —Y si te queda amor por ellas y ganas de recuperarlas, te levantarás de esa cama e irás a buscar a la mujer que dices amar.

Antoni, aún empapado y con el corazón a mil, se levantó con determinación. Sin decir una palabra más, se cambió rápidamente, y con el paquete de documentos en la mano, bajó corriendo las escaleras hacia la sala, donde su padre estaba esperando.

—Papá, ¿dónde está Betty? ¿Qué pasó con ella?", preguntó, casi suplicando.

Doménico, quien había estado siguiendo todo en silencio, lo miró con gravedad.—James llamo de la clínica y nos informo que Amanda tuvo un accidente, que Betty iba en el coche con ella, se dirigían al aeropuerto de regreso a los Angeles... Pero ahora nadie sabe dónde está. eso es todo lo que sabemos hasta ahora. Debes ir a la policía y denunciar su desaparición".

—Voy ahora mismo, dijo Antoni, decidido, mientras se dirigía a la puerta. —No importa lo que pase, voy a encontrarla. No dejaré que le pase nada a Betty ni a mi hija".

Salió de la casa con una resolución que no había sentido en mucho tiempo. Subió a su coche y condujo directamente a la estación de policía, sin detenerse a pensar en las consecuencias, solo en el hecho de que debía encontrar a su familia.

En la estación de policía:

Antoni llegó a la estación de policía y entró con pasos firmes. Se dirigió a la oficina del comandante y, sin esperar a que lo atendieran, se presentó. — Vengo a denunciar la desaparición de mi mujer. Está embarazada, y ha tenido un accidente. La última vez que se la vio fue con su amiga, que ahora está en la clínica.

El oficial de turno lo miró con atención, percibiendo la urgencia en sus palabras. — Entendido, señor. Necesitaré algunos detalles más para proceder con la denuncia. ¿Tiene alguna información sobre su última ubicación conocida?"

Antoni sacó los documentos y se los entregó al oficial. — Ella estaba viviendo en Los Ángeles, llegó hace unos días a la ciudad para asistir a una reunión de negocios, que se dio el día de ayer en mi empresa. Su amiga Amanda está en la clínica, y ella podría darnos más información".

El oficial tomó los documentos, revisándolos brevemente antes de asentir. —Vamos a movilizar a nuestro equipo. También contactaremos con la clínica para hablar con la señorita Amanda y obtener más detalles. No se preocupe, señor, haremos todo lo posible para encontrarla.

Antoni se sintió un poco aliviado al escuchar eso, pero la preocupación no desaparecía. No podía dejar de pensar en Betty, si se encontraba herida, sola y asustada en algún lugar, y en su hija, que podía haber nacido ya, sin que él estuviera a su lado.

— Gracias, dijo, su voz quebrándose ligeramente. El oficial le respondió — Haré lo que sea necesario para ayudarlos a encontrarla.

Mientras tanto, en la clínica, Amanda había estado luchando con su propia culpa y miedo. Cuando los oficiales llegaron para hablar con ella, se esforzó por recordar cada detalle del accidente, cada cosa que podía haber visto o escuchado antes de perder el conocimiento.

— No sé por qué, pero tengo la sensación de que alguien más estaba allí... no era solo el coche que nos embistió, murmuró Amanda, su voz llena de dolor. — Pero todo está tan confuso... ¿y si la llevaron? ¿Y si...?

— Tranquila, señorita Amanda, dijo uno de los oficiales, tomando nota de lo que decía. —Vamos a investigar cada pista. Pero necesitamos que descanses y recuperes fuerzas. Cada detalle que puedas recordar, por pequeño que sea, nos ayudará.

Amanda asintió, aunque la desesperación la carcomía por dentro. Cada vez que cerraba los ojos, se imaginaba el rostro de Betty, la escuchaba gritar, y se sentía impotente por no poder hacer nada.

El amanecer trae nuevas esperanzas:

Mientras la tormenta afuera finalmente cedía, un nuevo día comenzaba a asomarse. En el humilde y pequeño cuarto donde Betty se encontraba, la luz del amanecer se filtraba por las ventanas, iluminando suavemente la escena.

Betty, con Antonia aún en sus brazos, se sentía débil, pero completa. Acariciaba con ternura la diminuta mano de su hija, que se aferraba a su dedo con sorprendente fuerza.

La anciana se acercó a ella con una sonrisa cálida. — Lo lograste, niña. Has traído al mundo a una hermosa niña. Ahora, necesitas descansar. Vamos a cuidar de ti y de la pequeña".

Betty asintió, sintiendo cómo sus párpados se volvían pesados. — Gracias... no sé qué habría hecho sin ustedes".

— Ahora, solo piensa en recuperarte, respondió la anciana, mientras acomodaba mejor las mantas sobre Betty y Antonia. — Tu hija tiene una madre fuerte, y eso es lo más importante.

Mientras Betty cerraba los ojos, finalmente dejándose llevar por el agotamiento, un pensamiento cruzó su mente. Tenía que encontrar la manera de regresar a su hogar. No podía seguir huyendo, no ahora que Antonia estaba en sus brazos.

A lo lejos, en la ciudad que apenas despertaba tras la tormenta, Antoni seguía buscando respuestas, Amanda luchaba por recordar, y Esteban se acercaba a la clínica, decidido a encontrar a su hermana y a Betty.

El destino de todos ellos estaba ahora entrelazado por los hilos de la vida, el amor y la incertidumbre, mientras el mundo seguía girando, ajeno a sus luchas y esperanzas. Pero Betty sabía, en lo más profundo de su corazón, que no estaba sola. Tenía a su hija, y eso le daba la fuerza para enfrentarse a cualquier cosa que el futuro le deparara.

En este capítulo profundizamos en las emociones de los personajes y detallando los eventos clave que conducen al nacimiento de Antonia y la búsqueda de Betty. Espero que te haya gustado, no olvides darle me gusta al capítulo.☺️

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Maria del Carmen Herrera
Una historia romántica, entretenida. Sugerencia para la autora: deberías prestar especial atención al hilo de la narración, que por momentos se vuelve confuso y en otros no se cierra y/o aclaran situaciones, que quedan como pendientes o inconclusos. De todos modos ¡ adelante! Gracias autora!
Santa Benitez
Excelente
Maria del Carmen Herrera
Muy lindas tus palabras autora. Adelante! Seguramente vas a seguir creciendo y logrando historias que nos atrapen. Gracias por tu dedicación
Luanny Colina
aja y los brazaletes, Betty los fardo en su casa y nunca los usaron?
Luanny Colina
a Antoni le falta coraje, astucia e intuición se engaña muy fácil.
Luanny Colina
Excelente
Marita Araya
❤️
Delia Virginia Gauna
Excelente
Francisca Rivera Moreno
mil gracias por tan maravillosa historia y por lo que leí la siguiente tal vez sea igual o mejor, felicidades
Claudia Moller
Es la segunda ves que leo esta novela es que me gusto mucho
Claudia Moller
No solo te voy a apoyar me gusta tu novela y seguiré leyendo con mucho gusto
Rosario Guajardo
Malo
Rosario Guajardo
Muy malo
Noelia DiazPanal
Muy bella historia. Te animo a seguir escribiendo. Un fuerte abrazo 🤗
Elvira Maria Rodriguez Santos
Excelente
Viviana R Perez
Excelente trabajo. Espero sigas escribiendo mas historias tan bonitas como esta. Mis respetos.
Leidy Guzman Cruz
Excelente
Iraida Rangel
me encantó tremenda historia
Maria Del Carmen Jalif
Excelente
Maria Del Carmen Jalif
Normal
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