¿Ahora Soy La Villana?

Al otro día Sally llegó con gente que hilan el lino y la lana.

El ramo de las flores de algodón estaba en un florero.

"Saludos, señoras que hilan el hilo en la hilandera".

Las señoras que se dedican a hilar saludaron también.

"Saludos a nuestra marquesa".

"Las he llamado para ver si me pueden ayudar con una duda que tengo".

"Quiero poder hacer tela con esta flor".

Señalé la flor que tenía el ramo y les di las bolitas de algodón que habían caído en el camino.

Las señoras observaron la bolita y se quedaron pensando un rato y cuándo vieron el montón de bolitas ellas sonrieron.

"Creemos que es posible, ¿gustaría que lo intentemos?".

"Sí, quiero que lo intenten".

"Hay más de estas bolitas, solo cuando las desarmen separen las semillas".

"Sí marquesa".

"Inténtelo y cuando lo tengan vengan para hablar del futuro".

Las señoras asintieron.

"También el trabajo que les pido será pagado, no se preocupen".

Con eso ellas sonrieron y se fueron a trabajar con el algodón.

"Fred, ¿hay alguna forma de saber si ese hombre y yo somos familia?".

"Podrían ir a una iglesia para una prueba divina".

"Busca una donde sean discretos".

"Si maestra".

Quiero creer en él, pero no podía darme el lujo de que me mientan.

Debo de ser precavida.

Los ingredientes aún no habían sido encontrados así que teníamos que buscar otra opción.

No me agradaba la idea de ir a la iglesia.

Nunca he sido creyente o algo por el estilo a la religión.

Solo creía que cuando morías venia San Pedro y te llevaba.

Al final la capilla de un pueblo cercano fue la opción y nos preparamos para irnos.

Aslan estuvo de acuerdo de hacerse la prueba con magia divina.

"Aunque no soy muy creyente estoy de acuerdo para saber cómo actuar el uno con el otro, es algo incomodo no saber qué tipo de relación tenemos".

Aslan empezó a hablar mientras íbamos en el carruaje para ir a la capilla.

"Cuando era pequeño siempre desee cambiar el mundo con mis inventos, aun espero lograrlo algún día".

Caminamos hacia la capilla mientras seguía hablando.

"¿Entonces hay más inventos?".

"Así es".

"Pero no tendrás tanto tiempo de hacer inventos si eres duque".

"Si ya está todo el proceso de la cima comercial que dices entonces, ¿no será más fácil?".

¿No tiene demasiada confianza?.

Habíamos congeniado mucho el uno con el otro.

"..."

El sacerdote que fue notificado se acercó.

"Solo espero una gran donación de la marquesa".

El sacerdote sonrió divertido.

"..."

Si, la mayoría de las religiones son así.

Quieren dinero.

Bueno tampoco nada es gratis.

"Si hace un buen trabajo así será".

Respondí con una sonrisa comercial.

La prueba divina empezó a hacerse con un hechizo de magia divina.

Tanto como Aslan cómo yo estábamos ansiosos.

"..."

El sacerdote se quedó en shock viéndonos a los dos y volvió a conjurar para rectificar que no hubiera ningún error.

"Son iguales, ustedes son gemelos".

"¡¿Qué?!".

Pensé que podría ser familia como primos, incluso si pensé que fuera un hermano de Ximena pensaba que el fuera mayor o ser medios hermanos, no gemelos.

¡Gemelos!.

"Así que tengo una hermana".

"No estaba solo en este mundo".

El volteo a verme también fijamente mientras murmuraba.

"¿Estás bien?".

A su pregunta solo negué con la cabeza, estaba en shock.

Ximena no es hija del marqués Sullivan, es hija de un duque extranjero.

La indiferencia del marqués por fin tuvo sentido, pero ¿cómo termino Ximena en ese lugar?.

"Bien, sacerdote haga él pacto de que nada de lo que pasó aquí se sabrá".

Aslan dijo después de mirarme fijamente y volteo a ver al sacerdote que descubrió un secreto.

El sacerdote se estremeció, el juramento en el que solo su dios y él sabrán la verdad sin poder revelarse.

"Entonces adelante haga el juramento".

Volteé a ver al sacerdote esperando que dijera el juramento.

"Bien".

El sacerdote solo suspiro y empezó a hacer el juramento, la luz divina lo rodeo encadenando el secreto solo para él y dios, si lo revelaba entonces su dios lo castigaría por haber roto el juramento lo que ocasionaría la muerte.

Uriel había confirmado que no hubiera alguien espiando, solo su gente de más confianza seria que tendría el secreto.

"¿Ximena?".

Aslan ya no fue formal.

"Estoy bien, solo que es complicado de procesar".

Respondí como pude y volteé a verlo bien, realmente es el hermano de Ximena.

"Estoy de acuerdo, pero también sé porque me sentí cómodo contigo desde que te vi".

"Mi hermana".

Aslan volteo a ver al sacerdote para que el hablará buscando confirmar si él era el mayor, pero el sacerdote nego.

"La marquesa es mayor".

"..."

Los dos nos observamos una vez más, yo era la hermana mayor de los dos, aunque puede que sea solo unos segundos o unos minutos.

"Creo que tenemos mucho que hablar".

"Regresemos al marquesado".

Mientras empezaba a caminar Aslan solo me abrazo.

"Gracias, gracias por estar aquí".

"Pensé que me había quedado solo en este mundo".

Las palabras cayeron con unas pequeñas lágrimas de su parte.

"Aún tengo familia, tengo una linda hermana mayor".

Las palabras se escuchaban como espinas.

'No soy la verdadera Ximena'.

Aunque correspondí a su abrazo me sentí extraña, como un golpe en la cabeza.

Ahora soy Ximena y él es tal vez la única familia que le quedaba a la dueña de este cuerpo.

"También me alegra saber que tengo un hermano menor".

Con calidez lo observé, la verdadera Ximena ¿se hubiera alegrado?.

Después del abrazo Aslan y yo empezamos a caminar hacia el carruaje.

"Entonces nuestro verdadero padre es el duque Xaman".

Comente en lo que salíamos.

"Así es, pero nuestro padre nunca lo conocí".

"Él estaba muerto cuando yo llegue al ducado, según la tía aparecí de repente con una nota diciendo es tu hijo Alexei".

El nombre del duque es Alexei Xaman.

"La tía hizo la prueba familiar con los sacerdotes también y así se aseguró que yo era hijo del finado duque y por consiguiente el próximo sucesor".

"A diferencia del tío menor la tía se hizo cargo de mí".

"En el imperio el que hereda es quien es primero en la edad, al morir nuestro padre el título paso a la tía".

"Ella no quería el título así que ella iba a renunciar, pero llegué en ese momento y ella se quedó con el puesto".

"Es por eso que el tío empezó a ser hostil con nosotros, pero no pudo hacer nada, la posición de la tía se asentó con mi llegada, ya que la tía nunca se casó".