Evan era el vicepresidente de la empresa "Morgan corporation"
Su padre era un hombre muy exigente y lo presionaba por casarse y tener hijos
Pero Evan evitaba ese tipo de asuntos, en sus planes a futuro no venía incluido casarse y mucho menos tener bebés
Roma era su secretaria desde 2017
Su relación era sólo de trabajo, ambos se completaban muy bien en ese ámbito
En una fiesta con una compañía amiga, tanto Evan como Roma se pasaron de copas y terminaron en la misma cama
Tras esa noche tan vergonzosa Roma empezó a evitar a su jefe, incluso ponía excusas para faltar al trabajo y no verlo
Pero todo da un giro inesperado cuando una prueba de embarazo da positivo
Roma estaba embarazada de Evan
Roma cargaba en su vientre al bebé de su jefe...
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Capítulo 24: "Conmigo siempre estarás segura"
--¿Qué hago? -pregunté mirando al vicepresidente con temor
lo que me faltaba
estaba entrando en una crisis y todo por culpa de Aura
--¿Qué hago?, ¿me escondo?
--Relajate -dijo mientras me sujetaba por los hombros- Todo estará bien. Solo siéntate en el sofá y deja que yo me encargué de esto
acepte
¿qué más podía hacer en esa situación?
mientras me sentaba en el sofá y trataba de relajarme, me di cuenta de que mis latidos y mi respiración no eran normales
mi corazón tenía una frecuencia mucho más alta y respiraba con dificultad
--Mamá, papá -escuche cuando el vicepresidente abrió la puerta- ¿Qué los trae por aquí?
--Estábamos preocupados por ti bebé -informó su madre
--Aura fue a buscarte a la empresa hoy y no te encontró, ¿dónde estabas? -lo cuestiono su padre
la voz del presidente Morgan era casi igual a la de su hijo
la única diferencia era que la voz del presidente me provocaba un par de escalofríos
los pasos de la familia acercándose a la sala me pusieron los nervios de punta (más de lo que ya estaban)
mis manos comenzaron a temblar e involuntariamente comencé a mover una de las piernas de arriba hacia abajo
--Estuve todo el día en casa -informó el vicepresidente- La secretaria Moore y yo estuvimos resolviendo unos asuntos del trabajo aquí mismo
--¿Y por qué tuvieron que ver asuntos del trabajo en tú casa y no en la empresa? -cuestiona la irritante Aura
--No te importa -le respondió el vicepresidente
--¿Entonces estuviste todo el día aquí en casa? -dijo su madre
--Si mamá -contesto- Incluso si no me crees puedes preguntarle a mi secretaria
--¿Ella sigue aquí? -escuché que susurró el padre del vicepresidente
--Si papá, ella sigue aquí -afirmo
--Buenas noches, presidente Morgan -lo saludé mientras me levantaba del sofá y caminaba hacia ellos
en cuanto Aura me vio puso los ojos en blanco
estuve a punto de hacer lo mismo, pero me contuve
--¿No piensas irte a tu casa? -pregunto la rubia- Digo, ya es un poco tarde -comentó mirando su reloj
--¿Acaso la estás hechando de mi propia casa? -intervino el vicepresidente- ¿Con qué derecho vienes a querer decirle que hacer y no a MÍ secretaria? -hizo énfasis en el "mi"
--No le grites a Aura -ordeno su padre- Recuerda que por su estado está muy sensible
Aura asintió mientras tocaba su vientre con ambas manos y hacia un puchero
--Secretaria Moore -me habló la señora Morgan
-Digame señora -mostré una sonrisa falsa
--Ve a la cocina y tráenos algo de beber -pidió
--Claro que sí señora
--No mamá -se opuso el vicepresidente- Ella no irá a la cocina por nada, ella no es la mucama que tienes en tú casa y no tiene porque satisfacer las necesidades de alguien que no sea yo
--Pero hijo...
--Pero nada mamá -la interrumpió- Y si no tienen nada más que decir entonces ya pueden retirarse
--¿Desde cuándo eres así de grosero? -habló el presidente- Venimos hasta acá porque queríamos hablar sobre Aura y su embarazo
--Será mejor que nos sentemos -propuso la chica
los padres del vicepresidente accedieron ante las palabras de Aura y caminaron hacia el sofá
--Vicepresidente... ¿que vamos a hacer? -susurre
--Tranquila -coloco su mano sobre la parte baja de mi espalda- Ya te dije que yo me encargo. Tú solo relájate
el vicepresidente giró un poco la cabeza hacia mi y me miró con una sonrisa coqueta
--¿Puedes hacerlo?
--Lo intentaré -dije desviando la mirada
joder
antes lograba mantener el contacto visual con el vicepresidente
pero ahora...me resultaba difícil
su mirada solo me ponía nerviosa
cuando el vicepresidente se alejó de mi, me tome un par de segundos para tranquilizarme
coloqué la mano derecha sobre mi pecho y tome un par de bocanadas de aire
--Aura ya casi cumple dos meses de embarazo - escuché- Y en ningún momento la has acompañado a los controles prenatales
--No tengo por qué acompañarla -respondió de una manera fría
la situación se estaba tornando incómoda para mi
aún así, fingí que no me importaba su tema de conversación y me senté junto al vicepresidente
al hacerlo, Aura me miró furiosa
y como no, estaba a tan pocos centímetros de distancia de su hombre
estaba celosa de mi y se notaba
sonreí involuntariamente
¿cómo se pondría Aura si supiera que ya he tenido a su hombre debajo de mi?
sentarme a su lado no era nada
--Claro que tienes que acompañarla, esas son cosas que deben hacer juntos como pareja, además, estamos hablando de tu hijo
--Para empezar, esa loca y yo no somos pareja, y para seguirle, ni siquiera estoy seguro de que ese bebé sea mío
--Qué idiota -murmuró Aura
--Mamá, papá, ya se los había dicho antes, me haré responsable de los gastos que genere el embarazo de Aura hasta la fecha del parto; sin embargo, no la acompañaré en el proceso. En cuanto el bebé nazca pediré que se haga una prueba de ADN, así sabré si es mío
--Pero...
--Ahora que todo está aclarado, ¿ya se pueden retirar?, tengo asuntos que resolver con la secretaria Moore
los padre del vicepresidente se miraron entre ellos y luego se levantaron del sofá
--Ven con nosotros Aura -pidieron- Te llevaremos a comer tu comida favorita
--¿No quieres que me quedé a tu lado? -le pregunto al vicepresidente
--No -dijo fríamente
la chica bajo la cabeza
verla así me daba pena
¿qué tan mal debe sentirse luchar por el amor de alguien y no obtener nada más que despreció?
pobre de ella...
--¿Vamos Aura?
no dijo nada
solo se puso de pie y camino hacia la salida
el vicepresidente y yo no dijimos ni una sola palabra hasta que escuchamos que la puerta principal se cerró
--¿Quieres cenar algo?
--No tengo hambre -me negué- Lo que tengo es sueño
--Ven conmigo. Te mostraré tu habitación
al fin iba a dormir
estaba agotada
el embarazo me había hecho más dormilona de lo que ya era
--Tu habitación será está -indico al detenerse frente a una puerta de color blanco- Si necesitas algo no dudes en decírmelo
--¿Tendrá alguna pijama que me presté?
-- Espera adentro, ya vengo
asenti
al entrar a la habitación lo primero que hice fue recostarme sobre la cama
era demasiado suave
no se comparaba en nada a la cama que tenía en mi antiguo departamento
mire por la ventana
un relámpago iluminó por completo el cielo gris
era una clara señal de que estaba a punto de llover
no me gustaban las noches lluviosas llenas de relámpagos y truenos
me traían malos recuerdos
hacían que me remontara a la noche en el que fui abusada por mis primos
me incorpore de la cama y mire de nuevo hacia la ventana
lo primero que note fue que las primeras gotas de lluvia ya se deslizaban por el vidrio
el viento no se hizo esperar
los árboles de afuera se movían como locos y sus hojas se estrellaban contra la propia ventana
cada vez que veía un relámpago iluminar el cielo solo me dedicaba a cerrar los ojos con fuerza y a contar hasta tres
ese era mi método para relajarme y no recordar
pero, en una de esas ocasiones en las que cerré los ojos sentí como alguien me abrazó por la espalda
al sentir aquellos brazos rodearme mi primera reacción fue gritar
luego di un salto hacia adelante y termine tirando un golpe bajo con mi mano
al abrir los ojos me di cuenta de que había golpeado a mi propio jefe
--¡Vicepresidente! -le grité- ¡Por que carajos me asusta así!
--Mierda Roma -se quejó- Creo que acabas de dejarme sin hijos
auch
ese golpe si debió haberle dolido
--¿Está bien? -pregunté preocupada- ¿Lo lastimé?
--No, como crees -respondió sarcásticamente
--Lo siento -me disculpé
--No te preocupes -trato de sonreír para hacerme sentir mejor- ¿Y tú como te sientes?
--¿Ah?
--Te vi cuando entre a la habitación. Vi que tenías los ojos cerrados y jugabas con tus manos mientras contabas hasta el tres. Parecias tener miedo
--No es lo que parece
--¿Acaso te dan miedo las tormentas?
--No es eso
--¿Entonces?, ¿por qué te veías tan asustada?
--No quiero hablar del tema -dije sentándose a la orilla de la cama
el vicepresidente se quedó callado y luego se sentó a mi lado
--Roma -tomo mis manos- ¿Puedo decirte algo?
levante ligeramente la vista y dejé que nuestras miradas se cruzarán
--Díganme vicepresidente
--Está bien si no quieres hablar del tema. Sólo quiero que sepas que ya no tienes por que tener miedo. Conmigo siempre estarás segura...