SOLO MÍA

En el apartamento de James, la pareja llevaba una conversación difícil e interesante.

"Mi madre lo dijo, esa mujer no es para tu hermano" Dijo Rachel.

"Mi tía Luisa siempre se ha caracterizado por ver más allá de lo superficial" Dijo James.

"Si mi madre sabe muchas cosas" Dijo Rachel recordando algunas palabras.

FLASHBACK

"Rey, hay algo que le ocultas a todos ¿Qué es?" Dijo Luisa.

"Madre estoy bien, lo juro" Dijo Rachel.

"No mientas niña, te llevé 9 meses en mí, sé que algo ocurre" Respondió Luisa.

"Todo está excelente, únicamente he tenido demasiadas cosas que hacer en la universidad" Dijo Rachel.

"Si tienes alguna confusión con tus sentimientos habla con Jam y acláralos, ese muchacho que ha dejado su vida desordenada por ti no merece un engaño" Dijo Luisa la madre de Rachel.

FIN DEL FLASHBACK

"¡Cheli! ¡Cheli!" Dijo James sacando de los pensamientos a su novia.

"Lo siento pensaba en la relación extraña de mi hermano y Mel, creo que algún día terminaran juntos" Dijo Rachel.

James conocía a su novia demasiado, prácticamente la había visto crecer y sabía que en algo más estaba rondando su cabeza, la había sentido extraña desde hace algún tiempo.

"Ninguno de los dos quieren dañar su amistad por una relación que quizás esté destinada al fracaso ¿Cómo volvería a ser igual después de eso?" Dijo James.

"James tengo que decirte algo" Dijo Rachel, lo que le había dicho su madre y las palabras de James la habían traído a tierra.

James sintió su corazón latir muy fuerte, se imaginó lo peor, en ese momento quiso llamar a Aurora la madre de su tía Luisa para que detuviera el tiempo.

"Te escucho" Dijo James.

"Me he sentido extraña estos seis meses, no sé si fue demasiado apresurado haber venido a vivir contigo, hay algo que no funciona, no siento lo mismo, necesito aclarar mi mente, démonos un tiempo para pensar bien las cosas y saber lo que realmente queremos" Dijo Rachel.

James nunca había rogado por nadie y aunque su corazón estaba en algún lugar, pero no en su cuerpo, no iba a demostrar su dolor "Sé lo que quiero, en cambio, tú necesitas tiempo y yo no puedo retenerte"

Rachel se sintió no amada, este que decía estar locamente enamorado, pero la deja ir así, sin nada más que decir, esto le molesto mucho y fue a la habitación a recoger algunas cosas y marcharse.

James tomó directo de una botella de whisky, espero que la mujer se marchara para hacer una llamada.

"Nos vemos James" Dijo Rachel.

"Adiós Rachel" Dijo James, quien nunca la llamaba por su nombre de pila.

En el apartamento de Melisa se encontraba el empresario cenando con la rubia, los seis meses efectivamente los había apartado y habían dejado de hacer cosas, como cenar, ver películas, ir a la disco etc. La pareja de amigos recuperaba el tiempo perdido.

"Me lo hubieses dicho Mel, Andrea debía respetarte" Dijo Alexander.

"No quería pasar por celosa y de verdad quería que tu relación funcionara, pero cuando vi lo interesada y odiosa que era la mujer me arrepentí de aconsejarte que lo intentaras" Dijo Melisa levantándose de la mesa, llevando los platos a la cocina.

El hombre fue tras ella, se posicionó a sus espaldas abrazándola y enterrando su rostro en la nuca de la mujer.

"Xander ¿Qué haces?" Preguntó Melisa sintiendo un cosquilleo maravilloso.

"Me dijiste que me extrañabas, tal vez debemos darnos un poco de cariño, te deseo Mel" Dijo Alexander mordiendo un poco el cuello de la rubia.

El corazón de Melisa salió de su pecho y fue a dar un paseo por todo su apartamento de felicidad y después de unos segundos regresó, entonces reaccionó "Si lo hacemos no hay vuelta atrás"

Alexander volteó a la rubia y la observó detalladamente, Melisa notó la mirada cambiante del pelirrojo, era más intensa, sus ojos eran aún más verdes, este beso la frente de la mujer, la nariz, una mejilla, la otra y luego besó los labios carnosos que lo invitaban a seguir. Melisa estaba como estatua, no sabía que hacer solo se estaba dejando consentir por su jefe.

"No te dejaré Mel" Dijo Alexander y esto hizo que la rubia saltará y quedara en ahorcadas.

El hombre la agarro por el trasero y volvió a besarla, esta vez Melisa le dio acceso a su boca, los dos estaban extasiados de placer. Alexander la llevó a la recámara y la depositó en la cama y empezó a quitarse él sacó y la corbata, mientras Melisa con una sonrisa maliciosa lo miraba desvestirse, el hombre quedó únicamente en ropa interior y entonces se dispuso a jalar la falda de Melisa dejándola con unas pequeñas bragas de encaje rojo, el hombre amaba las prendas íntimas, luego quito la blusa dejando ver el sostén del mismo color. Entonces empezó a probar su clavícula dejando una huella de besos húmedos por toda su piel.

La pareja estaba al borde de la locura y en ese instante sonó el móvil del pelirrojo, en la pantalla se reflejaba "Llamando Brother"

"Es James" Dijo Alexander.

"No respondas, ven aquí" Dijo Melisa

El móvil sonaba incansablemente, pero la pareja estaba entretenida en lo suyo, luego empezó ha timbrado el móvil de Melisa y en la pantalla se refleja "Llamando Cheli"

La pareja se miró extrañada y juntamente dijeron "Algo pasó"

Melisa ya no tenía ninguna prenda estaba totalmente desnuda al igual que Alexander, quien tenía la pequeña braga roja de encajes en sus manos, ambos respondieron sus celulares y al finalizar los dos se miraron.

"Mel..." Dijo Alexander siendo interrumpido por Melisa.

"Tranquilo ve, Cheli viene para acá, está ansiosa" Dijo Melisa.

"James está bajo de nota" Dijo el empresario empezando a vestirse.

Melisa quedó acostada mirando al techo recobrando la cordura y su respiración, cuando sintió los labios de su jefe sobre los suyos tocando uno de sus pechos.

"Espérame terminaremos lo que empezamos" Dijo Alexander riendo metiendo en su saco la pequeña prenda íntima de su asistente.

"Eres un pervertido Xander" Dijo Melisa sobre sus labios.

"Somos pervertidos Srta. Duarte, nos vemos" Dijo Alexander.

"Con cuidado idiota" Dijo Melisa riendo, sabía cuanto le molestaban los insultos.

"¡Melisa! Te castigaré por eso" Gritó el hermoso caballero antes de salir.

Alexander se encontraba en el apartamento de James escuchando sus penas, nunca había visto a su amigo llorar por una mujer, él se sentía imponente, era su pequeña hermana la que había roto el corazón del pobre hombre, tenía ganas de tenerla en frente y darle unas nalgadas por tonta.

"Te admiro a ti y a Mel, ustedes si han sabido guardar su amistad, lamento mucho no haberte confiado lo que ocurría con tu hermana, lo más seguro es que me hubieses puesto los pies sobre la tierra, era una pequeña, yo tomé la decisión de salir con alguien menor es mi culpa" Decía James lamentándose.

Alexander al escucharlo trago en seco, él estaba unas horas antes intentando llevarse a la cama a su amiga, agradeció infinitamente que no ocurriera nada, él no soportaría perder a Melisa.

"No te des tan duro bro, mira nuestros padres, mi tía Antonella, mi tío Fernando, mi madre y mi padre se llevan gran cantidad de años y toda la vida han sido felices, lo que pasa es que estamos en otros tiempos, y me imagino que Rey desea libertad y ya nosotros pasamos por eso" Dijo sabiamente Alexander.

"No es eso bro, hay alguien más, lo sé, no me preguntes, pero lo sé" Dijo bebiendo de la botella James.

Alexander apretó la mandíbula y su mano agarró fuerte el vaso de alcohol, si esa era la razón esa niñita lo escucharía.

"Amigo no pienses más en eso, ya has llorado ahora intenta dormir, mañana será otro día, nadie se muere de amor" Dijo Alexander levantando a su amigo del suelo y llevándolo a la cama.

James había bebido tanto que ya no se le entendía lo que decía, el hombre se fue murmuraba cosas sin sentido entre tristeza y decepción, Alexander lo observaba desde la distancia sentado en una cómoda silla, se lamentó por su amigo, tenía enojo acumulado por la confesión de su hermano.

FLASHBACK

"Amigo así son las mujeres, hoy te quieren desesperadamente y mañana ya no les importas, es normal" Dijo Alexander a su amigo.

"Tuve mi primera vez con ella, pensé que había algo especial y ahora está con otro, mañana hablaré con ella, la extraño" Dijo James triste.

"No harás nada, no le suplicarás a una mujer por amor, que sea ella la que te busque, eso te hará un hombre diferente, llora todo lo que quieras hoy, mañana será otro día, nadie muere de amor" Dijo Alexander con solo 16 años a su amigo de 15.

"Gracias bro, ¿Me ayudarás? No creo que pueda alejarme" Dijo James.

"Te ayudaré" Dijo Alexander con el ceño fruncido.

FIN DEL FLASHBACK

James peleaba para dormir, en medio de su trance casi cayendo en los brazos de Morfeo Preguntó "¿Me ayudarás?"

Alexander sintió un nudo en su garganta, suspiro, apretó sus puños marcando los nudillos un color blanco y dijo "Te ayudaré"

El hombre sacó de su saco la braga roja de encajes llevándola a su nariz, el dulce aroma del sexo de Melisa estaba impregnado en esa pequeña prenda, sin querer su cuerpo reaccionó, tomó su teléfono y marcó a un contacto de su lista.