Dos Locos Emanorados

Lorena

El sonido de la puerta me despertó era mi nana con mi amiga Diana. Me dice que llevaba rato tocando y al no recibir respuesta después fue a buscar a mi nana para que le ayudara con la puerta, pues se asustó al pensar que pude haber hecho una locura... Locura que sí hice, pero no de esa forma que ella imagina, pues aunque la pase mal a diario aguantando insultos y malos ratos no seriá capaz de atentar contra mi Vida.

— Tranquila amiga estoy bien pasa. ¿Nana nos puedes traer algunos bocadillos? — Ahora menos que atentaría, por Dios, ya conocí el cielo.

— Claro que si mi niña ya vuelvo. *Se va*

— Amiga tengo mucho que contarte — Emocionada. — todo esto ha pasado tan rápido que juro que no me lo creo, parece que estoy viviendo un gran sueño y juro que no quiero despertar — Tirándose a la cama.

— Eso se llama amor, es normal que tengas miedo, pero tranquila todo eso te mereces y más... ahora por favor cuéntame todo sin omitir nada. *Emocionada*

— Amiga fue mi primera vez. — Le solté de una vez en un susurro, me sentí avergonzada.

— *shock shock shock* Noooo Loooo Puedooo Creerrr Dime Más... — Reímos como locas a carcajadas.

— No seas así, shuuu no quiero que nadie nos escuche. Diana fue increíble, él es maravilloso, caballero, tierno. Me tuvo mucha paciencia... Amiga él prometió que se haría cargo de todo, no me contó sus planes solo dijo que estuviera tranquila, pero confieso que tengo miedo… — Le conté todo lo que había hablado con él y de la reacción que tuvo, pues era obvio que nada de lo que le conté a él le gusto.

— Amiga por ahora solamente nos queda esperar a ver qué hace tu hombre con respecto a tu situación en esta casa, confiemos en que será lo mejor para ti. Me alegra tanto ver ese brillo en tus ojos amiga estás enamorada de ese hombre *Gritico de emoción*

Los toques en la puerta nos interrumpieron y era mi nana con los bocadillos hablamos un rato más y luego nos despedimos; hablar con mi amiga me relaja ella siempre sabe qué decirme para darme apoyo y hacerme sentir mejor.

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Leonardo

Tenía clarísimo lo que debía hacer y ahora más que nunca quería sacar a mi mujer de esa casa, así que mandé a llamar a Andrés para que me ayudara con ese asunto…

— Que puntual… — Le digo apenas lo veo entrar.

— Siempre acudo rápido al llamado de mi jefe. — Ríe divertido.

— No seas imbécil — Rodando los ojos. — Tu llegas tarde a todos lados, sin mencionar que duermes más que la bella, ahora háblame de lo que me interesa, ¿pudiste averiguar algo? — Le comenté por teléfono más o menos lo que quería, ya que el papá de Lorena tiene una mediana empresa y aunque no tenía nada que ver con mi área necesitaba encontrar alguna falla ya sea legal o de dinero.

— Uy que humor y si, estamos de suerte... el tipo pidió hace meses una inversión. — Nosotros ayudamos a grandes y medianas empresas con inversiones de capital a cambio de acciones. Somos algo así como prestamistas empresariales. — La cual fue rechazada por qué su compañía no cumplía con los requisitos. Así que tú me dirás que procede…

— Contáctalo y arregla una cita, quiero conocerlo. — Ese era el primer pasó, seguiría investigando para lo que quería hacer debía encontrar fallas, secretos, cosas ilegales o turbias, necesitaba base para poder presionarlo y que me diera cualquier cosa que le pidiera sin tantos problemas y preguntas, pues obviamente no me interesaba darle ninguna explicación sobre mí o sobre el por qué de lo que haría, si al final de cuentas el era un padre que le importaba poco su hija, así que dudaba grandemente que le importara con qué intenciones me acercaría a ella.

— ¿Necesita algo más jefe? — Respiro profundo.

— En serio a veces dudo mucho de que tengas cerebro. ¿Podrías tomarte este asunto en serio? ¡Se trata de mi mujer! — Le grito ya sin paciencia a lo que él ríe.

— ¿ Y tú podrías dejar de desesperarte por todo?, sabes bien que me gusta tomarme la vida de la forma más alegre posible. — Suspiro.

— Bien, ahora responde.

— Parece que moriré esperando una disculpa de tu parte. — Rodando los ojos.

— Te me dedicaste... Mejor volvamos al tema. Si necesito algo más, manda a investigar a mi suegro, necesito llegar a esa reunión preparado. Yo lo haré igual por mi cuenta.

— ¿Acaso crees que sea una rata de alcantarilla? — Me pregunta ya más serio y en su papel de abogado.

— Quizás si, quizás no. Por mi bien espero que sí, sería más fácil tener por donde presionar para que me de lo que quiero. — Naturalmente, de todos modos a mi quien me interesa es Lorena.

— Está bien. Pondré a los chicos a trabajar y te mantendré al tanto. — Si había algo oculto, seguro los chicos lo descubrirán, yo por mi parte moveré algunos hilos, no puedo estar tranquilo, sabiendo que ella está en esa casa haciéndole los mandados a su hermana y sometiéndose a la voluntad de ella. Sin mencionar a sus padres desadaptados. Si que hay gente rara en este mundo, mira que desatender a una hija por otra.

Lorena, es una mujer fuerte y de admirar, no conozco bien su historia, en el sentido en el que no se por qué del comportamiento de su familia pero aguantar tanto y por el número de años que ella lo ha hecho y mantenerse firme, con ganas de salir adelante y triunfar en la vida siendo ingeniero es de admirar.

Normalmente cuando no tienes quien te apoye, ni amigos, ni familia, ni pareja es duro sobre salir y tener siquiera una calidad de vida buena, pero mi chica estaba siendo positiva y estaba aprovechando lo poco que su familia le ofrecía, estudios.

Por mi parte la apoyaré en lo más que pueda, me he enamorado de ella, de su sencillez, de su forma de hablarme, besarme, de lo bien que huele, ese perfume natural que emana de su piel es exquisito, su cabello desordenado, ondulado. Toda ella es hermosa, el roce de nuestros cuerpos, la sensación de sentirla mía y ver sus expresiones cada que me hundía en ella, amo, amo todo de ella.