Victoria necesita dinero para ayudar a su padre y a su hermana menor mientras que José Carlos necesita urgente una esposa para complacer a su abuelo y a la vez cumplir con la promesa que le hizo a su madre...sus desgracias entrelazan sus vidas y a la vez los llevan a descubrir caminos inimaginables...¿Podrán sentir algo más que el simple compromiso de un contrato?
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CAP 4
Bienvenida a esta casa hija le recibía en la mansión con una enorme sonrisa - Adelante, siéntate
-Gracias por invitarme señor Hansen
-¿Señor? - se hecho a reír el viejo - Mejor llámame abuelo - se sentó - Sé que soy muy mayor, pero en familia no se deben tener etiquetas.
¿Familia? Esa palabra hizo que Megan Canes quedara muy complacida
¿Querría decir eso que José Carlos había cambiado de opinión referente a ellos?
-Está bien, abuelo - sonreía algo mas cómoda
-¿Te preguntaras porque esta repentina invitación?
-La verdad es que si -volvió a sonreír – Pero creo que debe usted tener una buena razón.
El viejo asintió sin dejar de sonreír.
-Creo que le agradas a mi nieto, por eso quería conocerte personalmente.
Ella abrió grande los ojos, estaba asombrada ante la confesión del abuelo.
-¿José Carlos le ha dicho algo?
-La verdad es que es un joven muy reservado para sus asuntos personales, pero note que después de su cita contigo traía un brillo diferente en su mirada. - Megan seguía escuchando atentamente - Creo que le gustaste.
- ¿Cree usted? - pregunto con timidez
-Los viejos sabemos mucho de esas cosas, por experiencia. Así que espero que pronto suceda la boda.
-Ya me gustaría a mí, la verdad su nieto me dejo muy impresionada, nunca había conversado con alguien así. - Desvió su mirada un poco - Es un joven maduro para su edad. Sería el esposo perfecto.
El viejo asintió sonriente.
-¡Yo también lo creo! También pienso que serias una magnifica esposa para él, ciento que ya están floreciendo sentimientos entre ustedes.
Ella soltó una risilla nerviosa
-La verdad yo comencé a sentir algo por el desde que lo vi en el restaurante, me atrajo su apariencia.
-Se parece mucho a su padre en ese aspecto, pero por otro lado su madre influía mucho en él, en su manera de pensar y actuar, ella era una idealista.
-Al parecer la admiraba y quería.
-José Carlos la idolatraba, yo, pues tuve que resignarme, ella era la indicada para mi hijo a pesar de todo así como tú lo eres para mi nieto.
Megan suspiro, estaba complacida, le agradaba al abuelo así que tenía medio camino ganado.
Paso la mañana en compañía del abuelo Hansen y disfruto junto a este el almuerzo, entre charlas y anécdotas mientras eso sucedía, un joven empresario llegaba a urgencias médicas.
Entro a toda prisa por los pasillos del hospital hasta verla allí, de pie frente a la recepción de la sala de urgencia. Sintió tranquilidad al verla, no sabía porque, pero le daba paz solo verla bien.
-¿Puedo pagar en cuotas? - le preguntaba a la recepcionista, en su rostro se veía preocupación
-Sí, puede hacerlo. ¿En cuántas cuotas desea usted pagar la cuenta?
-¿Cuál sería la de menos depósito?
La recepcionista busco algo en la pantalla del monitor
-En ocho cuotas señorita - Vicky acepto y firmo el contrato para el depósito en cuotas de la cuenta del hospital.
Acepto resignada su situación, era humilde y no podía hacer nada para cambiar su vida. Se giró para volver con su padre. De pronto lo vio allí, de pie frente a ella, sí que era muy apuesto, pero para ser sincera él era la última persona que deseaba ver.
-¿Qué haces aquí? - le pregunto con el ceño fruncido.
-No lo sé se sinceró él - solo supe que debía venir.
Ella se sonrió burlona
-¿Necesitabas ver mi desgracia? ¡Eso te haría feliz! ¿Verdad?
-No- rotundo - ¿Necesitas mi ayuda?
-¿Cómo crees que voy a pedirte algo a ti? - Le pregunto enojada - Soy suficientemente capaz de valerme por mi misma.
-Hermana - le llamo Valeria haciéndola mirar en otra dirección que no fueran aquellos hermosos ojos rasgados. - Ya está despertando.
Quedo la conversación inconclusa entre ellos, corrió al lado de su padre
-¿Papá? ¿Cómo te sientes? - Le pregunto al verlo abrir sus ojos -¡No, no intentes ponerte de pie! le detuvo, iré por el médico.
Fue a llamar al doctor, cuando regresaba noto algo que la hizo detenerse, su jefe ya no estaba allí.
No sabía porque sentía de pronto una gran decepción. ¿Acaso esperaba que el hiciera algo diferente? ¿Quería que el insistiera? ¿Por qué se sentía así?....
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Un mensaje de notificación llegaba a su teléfono móvil
Se ha descontado de su cuenta bancaria el monto de... para pago de Hospital
Miro la pantalla de su aparato tecnológico y luego lo volvió a guardar en el bolsillo del abrigo. Se sentó con el volante entre sus manos, pero no quería empezar a conducir.
¿Por qué sentía que debía estar allí?
Esas dudas lo estaban atormentando demasiado.
Lleno de aire sus pulmones, puso en marcha su lujoso deportivo y condujo hasta llegar a la mansión
¡Sorpresa!
-¿Qué haces aquí? - pregunto apenas la vio en la puerta principal.
-Ya me iba, no te preocupes - le sonrió amablemente - tu abuelo es una monada de persona, me invito a almorzar con él.
El viejo se acercó a ellos despacio
-¡Llegaste pronto hoy! ¿Sucedió algo en el trabajo? - le pregunto sorprendido y preocupado a la vez.
-No, todo está bien con el trabajo - en su voz se percibía la incomodidad del momento, sabía que su abuelo tramaba algo - ¿Me explicas que sucede?
-¡Ah! - se rio un poco el viejo - Invite a Megan a almorzar, quería conocerla un poco antes.
-¿Antes de que? - pregunto con curiosidad
-Antes de que sea mi nieta oficialmente - soltó de plano
Aquella situación era incómoda para ambos jóvenes, ella porque estaba muy ilusionada ya y él porque no quería ser brusco con ella y cortar antes de empezar
-Abuelo - sonrió disimulando su creciente enojo - Creo que debemos de hablar en privado
-¿En privado dices? - Se puso todo serio de repente - No creo que debas decirme a mi antes que a ella - señalo a Megan
-No se preocupen por mí, ya me iba de todas maneras
Y sin esperar respuesta se alejó de ellos.
El abuelo hizo un ademan para despedirse de ella y José Carlos también le sonrió.
Una vez que estaban en el interior de la casa, José Carlos se enfrentó a su abuelo
-¡Dijiste que me darías un mes para encontrar por mi cuenta a mi futura esposa! - levantó su voz algo descompuesto - Estas faltando a nuestro trato
-No - le dijo muy calmado el viejo dejándose caer en un sillón - solo estoy escogiendo a tu futura esposa, porque seamos sinceros, un mes pasa muy aprisa y tú solo te centras en el trabajo. ¿En qué tiempo la encontraras? - le miro el abuelo
-¿No percibes lo que haces? - Le regaño - Estas creando falsas esperanzas a una mujer
-Pensé que te agradaba Megan
-Solo era amable con ella, era mi última cita después de todo. Ya escogí a una mujer para casarme.
El abuelo levanto la mirada y se detuvo justo en los ojos de su nieto, José Carlo era desafiante, siempre había sido así, esa era su personalidad.
-¿Cuándo la conoceré?
-Apenas me diga que sí.
Y se marchó tan aprisa como había llegado allíen su mente un único pensamiento