Antonella, una mujer fuerte, luchadora y divertida. Desde muy joven comenzó su carrera como profesora. Siempre dispuesta, luchó durante años al lado de su esposo, solo para ser traicionada y reemplazada por otra mujer cuando él estaba en la cima de su carrera y con una vida cómoda. La única cosa buena que sacó de esa relación fue su hija, que ahora tiene 17 años.
Enrico, mafioso o mejor dicho, el Don o Capo de la Mafia, como la mayoría, no por elección, sino por herencia familiar. Vio a sus padres ser asesinados y, después de eso, se convirtió en un hombre frío, cruel y temido por todos. Dueño de una belleza poco común, es autoritario, peligroso y posesivo. No conoce el amor. Estuvo casado durante 10 años con Brigite, como muchos, por alianzas. Brigite fue asesinada en una emboscada, dejándolo con dos hijos pequeños.
Ella cree en el amor, aún sufre por haber amado demasiado, pero quiere empezar de nuevo, aunque con pocas expectativas. Él necesita a alguien que lo ayude con sus hijos y está considerando tener otra esposa.
El destino de Antonella se cruza con el de Don Enrico para salvar a su hija.
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Capítulo 13
Antonella
Ayudo en la cocina y acabo haciendo un postre para los niños, me esmero y acabo recordando a Fiorella de pequeña.
Luego llamaré a mi hija y a mi hermana, extraño mucho a mi niña.... Espero que esté bien.
Enrico
Veo que Antonella está llamando a alguien, no sabe que mandé a intervenir su teléfono,
claro que solo yo puedo escuchar lo que dice y con quién habla.
Veamos qué está tramando....
Antonella
Primero llamo a Fiorella
Fiorella – ¿¿Mamá? ¿Cómo estás?
Antonella – Hola mi amor, estoy bien, solo me muero de ganas de verte, querida. Todavía estoy viva y aquí es mejor que estar de vacaciones.
Fiorella – También te extraño mucho y tus locuras
Antonella – ¿Cómo estás?
Fiorella – Estoy bien, mamá
Antonella – ¿Sabes que sigues castigada, verdad? No porque el guapo me haya secuestrado te vas a escapar, doña Fiorella.
Fiorella riendo – Me alegro de que estés bien y sé que todavía estoy castigada...
Antonella - ¿Estás en casa de la tía Lina?
Fiorella – ¡Sí! Los hombres que estaban con el Don me trajeron hasta aquí.
La tía Lina está muy preocupada por ti.
Antonella – Luego la llamo, ¿ves? Te dije que el mafioso es más confiable que ese desgraciado de tu padre, incluso hizo que te dejaran con tu tía.
Fiorella – Por favor, mamá, es mi padre, sé que hizo muchas cosas malas... pero aun así es mi padre.
Antonella – Mejor cambiamos de tema y después, ya te pedí disculpas por haberte dado un padre tan... olvídalo...
¿Te estás portando bien? ¿Comes? ¿Ayudas a la tía Lina?
Fiorella – ¡¡¡Mamá!!! ¡Tengo 17 años, por favor!
Antonella – Bueno, por eso da más trabajo que si tuviera 5 años.
Enrico la escuchaba y se reía.... está loca.
Fiorella – ¿Cómo te trata Don, te golpeó?
Antonella – ¡¡¡No!!! Me trata bien, parece que hasta estoy de vacaciones.
Fiorella – Mamá, no te engañes, Don Enrico es muy malo.
Antonella – Puede ser con los demás, conmigo hasta ahora ha sido mucho, pero mucho mejor que tu padre.
Fiorella – Ay, mamá, por favor, es un asesino.
Antonella – Es lo que dicen, pero aun así para mí es bueno y hay gente que realmente se merece morir.
Fiorella – ¡¡¡Mamá!!!
Antonella – ¡Es verdad! Hay gente que estaría mejor a dos metros bajo tierra o debajo de un camión.
Cambiemos de tema... ¿sabes? Me dio mucha ropa y una cuenta...
Y sus hijos son hermosos, hija. Si algún día te deja venir aquí verás lo tiernos que son.
Fiorella – Parece que los quieres más a ellos que a mí.
Antonella – Puedes dejar de estar celosa, son pequeños. Hija, uno tiene 4 años y el otro 6.
Antonella
Evito hablar mucho, así que...
Antonella – Cariño, cuando hable con Enrico, le pediré que te vea.
Fiorella – Mamá, es Don Enrico, no quiero que te mate.
Antonella – Bueno... besos y por favor no te quedes mucho tiempo con tu padre, después de lo que hizo.
Enrico
Caramba, no se quejó, no hizo un escándalo, al contrario, ¡¿me elogió y me defendió?
Ay, ay, ay, Antonella, ¿qué voy a hacer contigo? ¿O mejor dicho, qué estás haciendo conmigo?
Cuelga y llama a otra persona.
Antonella
Decido llamar a mi hermana
Lina – ¡¡¡Querida mía, estaba tan preocupada!!! ¿Cómo estás? ¿Te están torturando? ¿Te hicieron daño?
Antonella riendo – ¡No! Estoy bien y no tienes que preocuparte.
Lina – ¿Cómo que no? Te llevó la mafia, ¡el Don! Es muy peligroso, ¡dicen que prefieren ver al diablo que a él!
Antonella – ¡Lina, no! Es bueno conmigo, mucho más de lo que fue Fillipo.
Y admito que tenías toda la razón, ¡Enrico es guapísimo!
(ella ríe) Aunque me gustaría que me torturara en la cama.
Lina riendo – ¡¡¡Loca!!!
Enrico pensando – Voy a cumplir tu deseo Antonella y será muy pronto!
Lina – Avisé en la escuela que tenías que ir a casa de nuestros padres, ¡¡¡mentí!!! Solo que doña Miriam le dijo a mucha gente que la mafia se la llevó para pagar una deuda de Fillipo,
Fiorella me lo contó todo y quería ir a matar a Fillipo, desgraciado, H.D.P.
Antonella pensando, sabía que podía contar con doña Miriam
Lina – ¿Y ahora qué va a pasar?
Antonella – Calma, todavía no lo sé, déjame disfrutar un poco de las vacaciones....
Solo quiero que cuides de Fiorella por mí, sabes que ella es mi vida.
Y no te preocupes Lina, él es bueno conmigo.
Lina – ¡Eres muy, pero muy loca! ¿Y si te mata?
Antonella riendo – No lo creo, pero si me mata, ¡atormentaré a Fillipo y se acabó!
Lina – Bella, ¿qué hago contigo?
Antonella – Sabes que estoy preocupada por sus hijos.
Lina – ¡¡¡Y yo por ti!! Pero no me escuchas ni ves la gravedad de la situación.
Antonella – Lina, me dio ropa nueva, joyas, me libró de Fillipo y de mucha gente falsa, estoy pensando seriamente en rogarle que no me devuelva.
Lina termina riendo y Enrico, que lo escuchaba todo, también.
Antonella - Además, me dio el placer de cuidar de dos ángeles. En serio, Lina, son hermosos y tiernos, me encantaron y ya los amo.
Lina – Eres maestra y amas a todos los niños.
Antonella – No, es diferente... sabes, son tan necesitados, me necesitan y voy a ayudarlos.
Lina – Tienes que volver a casa.
Antonella – Ni pensarlo, aquí se está muy bien, solo extraño a Fiorella y verte a ti....
Lina – Estás muy loca.
Antonella – Ya lo has dicho....
No le tengo miedo a Enrico, es bueno.
Lina – ¡¡¡Bueno, es que le teme hasta el diablo!!!
Antonella – No importa.
Lina – ¿Te gusta Antonella?
Antonella – En serio, cuida de Fiorella por mí, voy a colgar, ni siquiera sé si podía llamar...
Enrico pensando, esta mujer es mi perdición, ¿cómo puede defenderme y no tenerme miedo?
¿Será que le gusto? No le respondió a su hermana.....
Vamos a ver qué te hago cuando vuelvas a casa Antonella, estoy pensando seriamente en cumplir tu deseo y torturarte en esa cama....