Gibran Erlangga se vio obligado a casarse con Arumi Nadia Karima debido al arreglo matrimonial de sus padres, que tenían una deuda de gratitud.
Durante dos años de matrimonio, Gibran siempre fue atento y mimaba a Arumi.
Arumi creía ser la mujer más afortunada, hasta que un día tuvo que aceptar una realidad amarga.
Resulta que Gibran le había sido infiel todo este tiempo. El cariño que le mostraba era solo para ocultar su aventura amorosa.
Arumi quedó profundamente decepcionada y herida. Su amor había sido despreciado por Gibran todo este tiempo. Él había sido capaz de traicionarla.
Arumi decidió poner fin a su matrimonio. Solo cuando Arumi se fue, Gibran se dio cuenta de cuánto amaba realmente a su esposa.
¿Podrá Gibran convencer a Arumi de volver con él?
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Capítulo 13
Gibran se dirigió directamente a la habitación que Arumi le había indicado. Al llegar a la puerta de la habitación de Arumi, llamó suavemente.
Arumi abrió la puerta y vio a Gibran parado detrás de la puerta. Gibran abrazó inmediatamente a Arumi y besó la mejilla de su esposa.
"¿Por qué no me dijiste que venías a Bandung?"
"Una vez te dije que este mes iría a Bandung para una reunión, tal vez el ajetreo te hizo olvidarlo", dijo Arumi con voz plana.
Inicialmente, Arumi fue a Bandung para evitar a Gibran para poder reflexionar sobre cuánto amaba a Gibran. ¿Merecía ese hombre ser perdonado? ¿Le daría una segunda oportunidad a ese hombre?
Finalmente, después de escuchar la historia de Alana, la mujer estaba segura de que no necesitaba más tiempo para reflexionar, había decidido que Gibran no merecía una segunda oportunidad. Durante todo este tiempo, el hombre había aprovechado su amor sincero mintiéndole y traicionándola.
Arumi soltó el abrazo de su esposo. Antes, el abrazo de Gibran la calentaba mucho, pero no en este momento. El abrazo era aún más doloroso para ella. Se imaginaba que el cuerpo de su esposo también se usaba a menudo para abrazar a otras mujeres.
"Entra, Mas, la gente podría malinterpretar al verte abrazándome sin cerrar la puerta de la habitación".
Gibran entró en la habitación del hotel donde se hospedaba Arumi. Vio a Alana dormida en la cama de Arumi.
"Alana está contigo."
"Sí, desde que nos conocimos, me acompañó al hotel."
"¿Qué ha estado haciendo Alana desde entonces todavía aquí?" Gibran se sentó en el sofá de la habitación.
"Contando sobre ti."
"¿Contando sobre mí? ¿Qué contó?"
"Muchas cosas, especialmente sobre Joana", dijo Arumi con voz plana.
"¿Joana? ¿Qué dijo Alana? ¿Crees lo que dijo Alana?" preguntó Gibran. Parecía un poco nervioso. Se sentó inquieto.
"Si no puedo creer lo que dijo Alana. ¿A quién debería creer?"
Gibran pareció quedarse callado al escuchar las palabras de Arumi. No sabía qué decir. Gibran y Arumi se quedaron en silencio por un momento con sus propios pensamientos.
Alana se despertó, miró a Gibran con una mirada aguda. Parecía haber ira en el rostro de la chica.
"Mas Gibran es muy malo", dijo Alana con voz ligeramente alta. Alana se levantó y se paró frente a Gibran.
"¿Qué está mal, Mas? ¿Por qué dices que Mas es malo?"
"¿Por qué Mas deja que Mbak Arumi camine sola? ¿Mas no tiene miedo de que haya un hombre que le guste a Mbak Arumi?"
"Mas estaba ocupado ayer."
"Mbak Arumi es hermosa, buena y rica. Puede obtener más de lo que Mas puede."
"¿De qué estás hablando, Alana? Mas ve que te estás volviendo más atrevida ahora."
"¿Por qué? Lo que digo es cierto, ¿no? Mas no seas demasiado confiado. Mas piensa que Mbak Arumi no te dejará, Mas. La paciencia de alguien tiene un límite. Te lo he recordado desde el principio. Si algún día Mbak Arumi te deja, te arrepentirás."
Gibran se levantó de su asiento y levantó la mano para abofetear la mejilla de Alana. Arumi detuvo la mano de Gibran.
"¿Estás loco, Mas? Esta es Alana, tu hermana."
"Su boca es descarada."
Alana miró a Gibran con ojos brillantes. En lugar de tener miedo, parecía desafiar a Gibran. Las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de Alana. No esperaba que Gibran se atreviera a abofetearla. Si Arumi no hubiera detenido la mano de Gibran, la mejilla de Alana ya habría sido abofeteada.
Gibran volvió a sentarse en el sofá. Miró a Alana, que ahora estaba abrazando a Arumi. Gibran se tiró del pelo con frustración.
¿Qué he hecho? Casi abofeteo la mejilla de Alana.
Continuará
