Bruna es una mujer luchadora que enfrenta un dilema: invertir en su carrera sin descuidar a su hija Melissa, y vive el gran desafío de ser madre soltera.
Daniel Colatto, heredero de la mayor constructora del país, reacio a los niños y al matrimonio, ve su vida marcada al conocer a una persona que cambia sus convicciones y su destino...
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Capítulo 11
Daniel:
-- No dormí nada esta noche, debería alejarme de Bruna no solo para no lastimarla sino también por la niña, pero no sé qué estaba pasando, ya me desperté pensando en nuestro beso interrumpido, quiero más, mucho más.
-- Por la mañana tenía una reunión y llegaría más tarde a la oficina y cuando salí de la reunión y pasé por delante de la cafetería pensé en llevar el desayuno para los dos, y fui lo que hice pensé en cosas que le gustarían y tomé.
-- Al llegar al estacionamiento incluso vi el auto de Lara, pero no me importa voy hasta la sala de Bruna y ella no estaba y fui hacia el comedor y la vi parada cerca de la entrada y las ganas de sentir su cuerpo cerca del mío fueron mayores que mi conciencia entonces la abracé por detrás, ella terminó asustándose con mi presencia pero yo solo quería matar las ganas que tenía de besarla de nuevo, y cuando nos estábamos besando una vez más fuimos interrumpidos Lara intenta disimular, pero no engaña a nadie sé que lo hizo a propósito, fuimos a mi oficina y la beso con ganas y luego vamos a tomar café hasta que Lara entra sin tocar e intenta menospreciar a Bruna hablando de matrimonio, di a entender que un día me casaré con Bruna, pero cómo voy a cumplir con mi palabra si no soporto a los niños, ella quería saber el nombre de nuestra relación ni yo sé la quiero, pero no a la hija, estoy perdido
-- ¿Qué pasó?
-- Estaba pensando que no vendrías por aquí.
-- Supiste convencerme.
-- Ah, sí.
-- Uh-huh...
Ella gime porque la atraje hacia mi regazo y puse mi mano debajo de su vestido.
-- Daniel.
-- Si gimes de nuevo voy a perder la cabeza y te voy a hacer mía aquí mismo.
Ella me mira a los ojos y pasa sus brazos alrededor de mi cuello.
-- Ya no estamos fingiendo, ¿esto es real?
-- ¿Por qué preguntas tanto, vamos a vivir el momento?
Ella se levanta y ya siento un vacío.
-- No puedo vivir de momentos, Daniel, tengo que tener el control de mi vida, tengo que planear un futuro, no vivo sola.
-- Estamos juntos, es lo que importa.
-- Mi hija es lo que importa, ella no tiene la culpa de mis errores y no puede pagar por ellos.
Cuando ella iba a salir de mi oficina pensé que podría irse para siempre y no volver.
-- ¡Espera, Bruna! La farsa del noviazgo fue solo una excusa para tenerte para mí y sí se volvió real entre nosotros dos existen sentimientos, pero como dijiste tu hija es muy importante para ti, entonces es muy pronto para conocerla, así que vamos a darle tiempo al tiempo.
-- ¿Pero la aceptas?
-- No vamos a hablar de eso ahora, en el momento adecuado lo sabremos.
-- No lo sé.
-- Por favor, Bruna, no te vayas, danos una oportunidad a los dos.
Ella respira hondo y se gira hacia la puerta, entonces la giro y está llorando, paso el dedo secando sus lágrimas.
-- Vamos despacio con la historia de conocer a tu hija, pero vamos a conocernos, amarnos y ser felices con el tiempo me acostumbro a la idea de conocerla.
-- Está bien, Dano, vamos a hacerlo a tu manera, pero solo un aviso, ella es mi prioridad, ella está en primer lugar siempre, y cuando llegue el momento de que ustedes se conozcan y tú no la quieras, se acabará, porque no hay manera de estar conmigo sin ella.
-- Lo sé, pero por ahora vamos a vivir.
Ella asiente, entonces le digo que se tome el resto del día libre y yo también me voy, pero paso por el apartamento de Miguel y le cuento la situación.
-- Estás jodido, amigo mío, no se pueden separar, pero no tienes que hacerte cargo de la niña solo acepta que ella existe, si quieres a la madre tendrás que aceptar a la hija.
-- Ya lo sé, pero Daniel Colatto y los niños son como el aceite y el agua, no se mezclan.
-- Si amas a esta mujer tendrás que cambiar la ley de la química, tendrás que sacrificarte por amor, pon en una balanza tu vida con la mujer que amas o renunciar a todo por prejuicios.
-- No es eso.
-- Claro que sí, ¿qué culpa tiene la niña si el padre fue un desgraciado que la abandonó? Yo mismo ya lo haría, es fácil para nosotros los hombres no llevamos en el vientre el peso siempre recae en las mujeres y todavía hay algunos cretinos que piden que aborten.
-- ¿Crees que eso le pasó a ella?
-- No lo sé, pero imagínate que es súper joven, dijiste que fue su primer trabajo en su campo y que ya llevaba 2 años graduada, y la niña tiene 5 años, así que pasó al menos 3 años trabajando y estudiando con una hija pequeña, y luego aceptó cualquier trabajo para darle lo mejor a su hija, tú eres el primero que le da una oportunidad mejor y ahora te involucras con ella, tu novia es una guerrera de valor y no la hagas sufrir más de lo que ya ha sufrido y trata de saber más sobre su historia.
-- Tienes razón, ella ya ha pasado por mucho, la haré feliz ahora y no voy a interferir con su tiempo con su hija.
-- Déjate llevar, amigo mío, dentro de poco te veré traer a mi sobrina a conocernos, vas a aprender a ser padre.
Niego con la cabeza, esa parte no me baja pero tengo que acostumbrarme a la idea de tener una niña en mi vida...