En un giro del destino, Susan se reencuentra con Alan, el amor de su juventud que la dejó con el corazón roto. Pero esta vez, Alan regresa con un secreto que podría cambiar todo: una confesión de amor que nunca murió.
A medida que Susan se sumerge en el pasado y enfrenta los errores del presente, se encuentra atrapada en una red de mentiras, secretos y pasiones que amenazan con destruir todo lo que ha construido.
Con la ayuda de su amigo Héctor, Susan debe navegar por un laberinto de emociones y tomar una decisión que podría cambiar el curso de su vida para siempre: perdonar a Alan y darle una segunda oportunidad, o rechazarlo y seguir adelante sin él.
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Vuelo de reflexiones
Capitulo 17 .
Susan se subió al avión con una mezcla de emociones encontradas. Por un lado, estaba ansiosa por regresar a Alemania y pasar más tiempo con sus hijos, pero por otro lado, no podía sacudirse la sensación de que había dejado algo importante atrás.
Mientras el avión despegaba, Susan cerró los ojos y trató de relajarse, pero su mente seguía vagando hacia Alan. Se preguntaba si había hecho lo correcto al rechazarlo de nuevo, si había sido demasiado dura con él.
De repente, escuchó una voz suave a su lado. "Señora, ¿puedo ofrecerle algo de beber?" Era una azafata sonriente.
Susan abrió los ojos y sonrió débilmente. "Sí, por favor. Un café negro."
La azafata asintió y se alejó. Susan se recostó en su asiento y trató de distraerse mirando por la ventana, pero su mente seguía enfrascada en pensamientos de Alan.
¿Por qué había regresado a su vida después de todos estos años? ¿Por qué había tenido que ser tan sincero y vulnerable con ella? Susan se sentía confundida y emocionalmente agotada.
La azafata regresó con su café y Susan lo aceptó con gratitud. Mientras daba un sorbo, notó que el hombre sentado al otro lado del pasillo la miraba fijamente. Era un hombre atractivo de unos cuarenta años, con ojos azules y cabello oscuro.
Susan se sintió incómoda y desvió la mirada, pero el hombre no dejó de mirarla. Finalmente, se levantó y se acercó a ella.
"Lo siento si la estoy molestando", dijo con una sonrisa. "Me llamo Marcus. Estoy sentado al otro lado del pasillo y no pude evitar notar que parecía un poco... distraída."
Susan se sonrojó ligeramente. "Soy Susan. Y sí, estoy un poco... distraída."
Marcus asintió. "Bueno, si necesita hablar con alguien, estoy aquí. A veces es útil hablar con un extraño."
Susan lo miró sorprendida. ¿Por qué este hombre estaba siendo tan amable con ella? Pero algo en su mirada la hizo sentir cómoda, así que asintió.
"Gracias, Marcus. Me gustaría hablar con alguien."
Y así, Susan comenzó a contarle a Marcus su historia, desde su relación con Alan hasta su regreso a Alemania. Marcus la escuchó atentamente, sin interrumpir ni juzgar.
Cuando Susan terminó, Marcus se recostó en su asiento y la miró con comprensión.
"Creo que usted todavía lo ama", dijo suavemente. "Y creo que él también la ama."
Susan se sorprendió. ¿Cómo podía este extraño saber tanto sobre sus sentimientos?
"¿Por qué dice eso?" preguntó.
Marcus sonrió. "Porque he estado en su lugar antes. He amado y perdido, y he aprendido que el amor nunca muere realmente. Solo cambia de forma."
Susan lo miró fijamente, sintiendo una conexión profunda con este hombre.
"Gracias, Marcus", dijo suavemente. "Gracias por escucharme."
Y así, Susan y Marcus hablaron durante el resto del vuelo, compartiendo historias y sentimientos. Susan se sintió renovada y reflexiva, como si hubiera encontrado un nuevo amigo y confidente.
Pero cuando el avión aterrizó en Alemania, Susan se dio cuenta de que todavía tenía una decisión que tomar. ¿Regresaría a su vida anterior, o seguiría su corazón y regresaría con Alan?
