Encontrando A Mí Mate

TARA

Ha pasado ya un mes desde que me entere de la verdad de Víctor, y ha sido un mes inolvidable, entre más cosas Víctor me cuenta sobre su raza, más quedo encantada, y aunque sé que Víctor está impaciente por que nos unamos, en ningún momento me ha presionado, demostrándome una vez más, porque es el hombre perfecto para mí.

La razón por la que no me he unido a él, no es por qué no lo desee, sino porque quiero dejar todo en orden antes de dar un paso tan importante en mi vida.

- ¿Estás segura? – me pregunto Álvaro una vez más.

- Sí, ya soy algo mayor para esto, además, siempre supiste que este trabajo nunca fue algo que yo hubiera elegido, fueron las circunstancias las que me llevaron a aceptarlo y esa etapa ha terminado – le digo con una sonrisa y es que Haran, sin dejarnos replicar, pago todas la cuentas de Emma.

- Es mi mate, es mi deber – esas fueron sus palabras, y por más que quisimos hablar de pagarle, él no quiso escuchar, y bueno nos rendimos.

Haran y Víctor, no solo pagaron nuestras deudas, sino que también le consiguieron un trabajo en su empresa a mi padre, un trabajo que le permitirá, no solo mantenerse a sí mismo, sino que también a mi hermana sin problema, una cosa más por la que debo de agradecerles, y en cuanto a mí, bueno, mi novio es rico, no tengo por qué trabajar, así que por el momento haré algo que no he hecho en muchos años, descansar, además me conozco bien, y sé que no me quedaré quieta por mucho tiempo.

- Ese caso te deseo éxito, fuiste una de las mejores, y si alguna vez deseas volver, las puertas estarán abiertas para ti – me dice Álvaro con una sonrisa, y así los dos nos unimos en un abrazo.

Si bien el ambiente laboral con las otras chicas nunca fue el mejor, Álvaro fue el mejor jefe que pude pedir, y fui muy afortunada al encontrarme con él, Álvaro fue como un ángel cuando más lo necesitaba y le estaré agradecida toda mi vida.

Esa noche, di lo mejor de mí en el escenario, era mi última noche y me iría con la cabeza en alto, demostrando porque soy de las mejores, a partir de mañana el único hombre que me vería bailar será Víctor y así será por el resto de mi vida, la cual será muy larga.

Cuando Víctor me recoge esa noche, no le digo sobre mi renuncia, puesto que pienso decírselo más adelante.

- Víctor, ¿Qué te parece? Tú y yo, en una hermosa cabaña en medio del bosque, completamente solos – le digo de camino a mi casa.

- Me parece perfecto – me dice con una enorme sonrisa.

- En ese caso, cariño, hay que apurarnos en llegar a casa, si queremos salir a tiempo hacia nuestro paraíso – le digo con una sonrisa.

Llegamos a mi casa y en la entrada esta Haran, quien nos espera con dos maletas, antes de irnos, le pedí a él y a mi padre que me ayudarán a empacar ropa para un fin de semana, para Víctor y para mí, puesto que pensaba pasarlo con él, en una hermosa cabaña que reserve hace unos días, en donde no solo pienso unirme a él, sino que también pienso comunicarle sobre mi renuncia, y decirle que deseo acompañarlo a donde sea que él vaya, y es que lo único que me ata aquí, es mi familia, y sin importar que me vaya al otro lado del mundo, siempre tendré tiempo para ellos, además que una vez Emma crezca y se empareje con Haran, porque estoy completamente segura de que así será, ella vivirá con Haran en la manada donde estaremos Víctor y yo, y podremos traer a nuestro padre con nosotras, cuando llegue ese momento, así que, no estaré mucho tiempo separada de ellos.

Víctor, sube las maletas al auto, y se detiene un momento para hablar con su hermano, una vez termina de hablar con Haran, se sube al asiento del copiloto, dejándome tomar el volante para llevarnos a nuestro destino.

VÍCTOR

Estoy muy emocionado, en mi vida habría pensado que Tara hubiera planeado una escapada para nosotros, sobre todo una en fin de semana, debido a que el fin de semana, son los días más lucrativos en el club, Tara nunca falta, o al menos nunca faltaba, hasta ahora.

El camino lo hacemos cantando a todo pulmón, lo que sea que pongan en la radio, debo de admitir que estoy ansioso por lo que pueda ocurrir este fin de semana, y es que antes de irnos, Haran me entrego el anillo que le había comprado a Tara desde hace unos días.

Si bien, para los lobos, la unión entre parejas es algo privado, que se da a conocer con la marca, para los humanos no es así, y muchas personas sueñan con tener una unión frente a sus seres queridos, en pocas palabras sueñan con una boda, mi madre era una de esas, de niña siempre soñó con casarse con el hombre de su vida, ciertamente no sé si Tara es de aquellas que sueñan con una boda como mi madre, o por lo contario es como mi tía, quien decidió no tener una boda, pero sea como sea, pienso pedirle matrimonio, ya sea que tengamos una boda o no, quiero poder llamarla mi esposa.

La verdad había estado planeando el momento indicad para proponérselo, pero al parecer ese momento llego sin siquiera planearlo.

- Ya que ambos estarán solos todo un fin de semana, ¿Por qué no te le propones?, estarán juntos, y eso ya hace de cualquier momento especial – me dijo Haran mientras me entregaba la cajita y debo de darle la razón, cualquier momento por cotidiano que sea, a lado de Tara, es especial para mí, y sé que también lo son para ella, por lo que seguiré el consejo de mi hermano y le propondré matrimonio durante este viaje.

Después de 2 horas de camino, llegamos a un pequeño hotel en medio de grandes hectáreas de bosque.

- No bajes, espérame aquí, vuelvo enseguida – me dice Tara, quien baja del auto y yo obedientemente la espero, afortunadamente, para mis entumidas piernas, mi mate no tarde en salir – listo tenemos las llaves, ahora sí que empiece un fin de semana memorable – me dice mientras arranca el vehículo y nos adentramos nuevamente en el bosque.