La Villana Quiere Vivir

— Narra Eleonoro —

—Vamos por aquí, corre, corre

-Espera hermana, no vayas tan rápido

—¿Acaso no puedes correr un poco?

-Si, si puedo, pero puedes caerte

—No me voy a morir por besar el suelo una o dos veces (dijo entre risas)

La vi correr frente a mi, pasando por los diferentes puestos de la calle, parecía una niña que pedía cada dulce se encontrará en la calle, como un pequeño cachorro que por primera vez sale al mundo. Con su cabello recogido en una coleta alta, los suaves rizos caían sobre sus hombros en picada. Su ropa cambio de ser simples vestidos a la ropa de una bailarina callejera, igual a la de muchos gitanos que se encontraban por estas calles, sus zapatos no tenían tacón en lo absoluto, y en sus pies habían tobilleras a juegos con la joyería falsa que cubría desde su muñeca hasta sus codos. Se veía tan cómoda y libre, que parecía otra persona distinta a aquella Cristal sombría que mantenía luto eterno.

—Hermano mira, ¡Probemos este juego!

-Está bien, está bien

Como condiciones para que aceptara la cita, estuvo ocultar nuestros nombres al público llamándonos hermano y hermana durante todo el trayecto, aunque admito que esto me hizo apretar el corazón. Tuvimos que cambiar nuestras ropas nobles por ropas simples para mezclarnos con el pueblo, y sobre todo...

"Me ayudarás a casar a Vanessa"

Aquella condición, no se bien a qué se refería, pues decidió no explicarme en el momento, solo debía saber si aceptaba o me rehusaba, lo cual me parece demasiado cauteloso. Por supuesto acepte, pero sigo sin saber a dónde llevará todo esto.

—¡Perdiste! (Hizo un puchero con la boca, por estar inmerso en mis pensamientos no había acertado ninguno de los tres tiros de dardos en diana, y por tanto había perdido el peluche)

-No importa, lo haremos de nuevo

Se que quizás me arrepienta de mis acciones más tarde, o quizás no, de cualquier modo, ellos no son mi familia verdadera, mi único familiar está muerto, pero ella...

Solo por ver esa sonrisa

El comportamiento infantil

Y sus tontos quejidos

Me siento satisfecho por la elección que hice, ya sea que me meta en problemas o no.

—Ganaste, ganaste en serio

-Claro que si, lo que sea por mi hermanita (acaricie su cabeza)

—Quiero ese

señaló a un pequeño peluche con forma de dragón, teníamos suerte que el pueblo estuviera celebrando el festival en honor a Polaris, el antiguo dragón.

El hombre le extendió el peluche, y en cuanto lo sostuvo entre sus brazos una imagen voló a mi cabeza, sobre una belleza extraordinaria que trajo al mundo una fatídica situación, sin embargo, eso sería imposible, porque eso fue hace muchos años.

—Me encanta, es muy lindo

-Si... Lo es (respondí por impulso debido a que estaba embobado por su belleza, pero antes de que pudiera corregir mis acciones, Cristal me lanzo el peluche junto con todas las cosas que en habíamos comprado, y salió corriendo en dirección a un tumulto)

En el centro de su redondel había una tarima con músicos callejeros. Uno de sus hombres usaba una máscara con forma de gato, un curioso disfraz para este evento.

"Acérquense, acérquense gente de Castilla. Pues una historia vamos a contar"

Animando a las personas a que se acercarán, pude ver a Cristal escabullirse con su pequeño cuerpo hasta llegar al frente.

"¿Recuerdan ustedes la leyenda tan antigua como el sol?. Donde un glorioso dragón llega a nuestro mundo desde las estrellas, y a nuestra tierra se dispone a salvar"

Por un momento perdí de la vista a Cristal, y todo lo que escuchaba eran los ruidos de personas molestas.

"Todos piensan en nuestro dragón como un ser tan frío, que hasta el invierno le teme al volar. Pero el dragón también guarda un secreto, que en este festival número 25 vamos a revelar"

— Narra Cristal —

Me había separado tanto de Eleonoro, que ya no alcanzaba a verlo por las personas, por suerte confiaba en mi buen sentido de la orientación para regresar sana y salva al ducado.

Me había colado entre las personas que se encontraban amontonadas al rededor de una tarima, donde resultó haber un grupo de músicos callejeros que empezarían una función. Había decidido volverme, cuando entonces lo escuché.

"Acérquense, acérquense gente de Castilla. Pues una historia vamos a contar. ¿Recuerdan ustedes la leyenda tan antigua como el sol?. Donde un glorioso dragón llega a nuestro mundo desde las estrellas, y a nuestra tierra se dispone a salvar"

«Un dragón que llegó al mundo, ¿Habla de Polaris?.»

Mi atención quedó atrapada por el hombre con máscara de gato, mientras que en la tarima comenzaba a entrar un carrito que cargaba algo, cubierto por una roja manta que hacía imposible ver.

"Todos piensan en nuestro dragón como un ser tan frío, que hasta el invierno le teme al volar. Pero el dragón también guarda un secreto, que en este festival número 25 hay que revelar"

«¿Un secreto?. ¿Sobre Polaris?. Se que Ian me contó sobre la leyenda de Polaris y Aeremisa, ¿Pero hay más?»

"En busca de la felicidad, nuestro dragón tomo una forma humana, cambio su cuerpo de escamas por una piel tibia. Su boca de grandes colmillos se formaron en unos labios carnosos, su rostro se hizo fino y definido, más que un dragón parecía un ángel tallado por los dioses"

«Bueno, sin duda no sabía que Polaris podría ser tan atractivo»

"Pero el dragón entregó su corazón a una mujer. Una bella dama, de pequeña estatura y el cuerpo pálido, su cabello flameante parecía arder, y sus ojos se tornaron tan puros como el oro."

«Ahora creo que tenía que haber traído una capucha»

El hombre continuo hablando, pero en algún momento sentí que su voz no llegaba a mis oídos, y que todo a mi alrededor se sentía como se alejaba. Por un minuto mi corazón se detuvo, pude sentirlo, pero no mori. Pude sentir una fuerte punzada en mi pecho, el dolor punzante que el doctor Ian me había advertido que podía volver.

Todo estaba confuso ante mi, los latidos que venían desde dentro de mi pecho, pude sentirlos por un breve tiempo casi imperceptible, eran dobles. Luego de eso pude recuperar el sentido, volviendo a tener en cuenta mi alrededor, y al reaccionar la historia parecía haber entrado en su parte emocionante.

"Y esto fue lo que nos dejó su amor, damas y caballeros, ¿Están listos para ver la impactante escena?"

Tomo la manta que cubría aquel pequeño carrito

"Este es el único"

Comencé a sentir un latido algo débil provenir desde la tarima

"Y legendario"

Y cuando descubrió el carrito, pude verlo.

-"El huevo del dragón"

Una explosión ocurrió enseguida cerca de la tarima

"¡Demonios, son los demonios, corran por su vida!"

Las calles se volvieron un caos, el ruido y los gritos estaban por todas partes, las cosas reventaban y seres envueltos en oscuridad comenzaban a atacar, y antes de que pudiera retirarme un latido tan fuerte como un puñal atravesó mi pecho, y al volverme lo vi. Una de esas cosas iba en dirección al huevo, pero antes de que pudiera darme cuenta ya había corrido hacia el huevo, y mientras le abrazaba lo próximo que sentí fue el ruido de un impacto, el suelo quebrarse, y una sensación de ahogo llenar mi cuerpo.

—¿¡Cristal!? (Gritó de Eleonoro)