Cassandra Yohana, una chica de 17 años que aún usa el uniforme gris de secundaria, tiene el pasatiempo de saltarse clases y dormir durante las lecciones. Aun así, sus calificaciones siempre son excelentes, lo que la ha vuelto bastante arrogante.
"¿De qué sirve tener cerebro si no lo usas? De nada sirve ser un ratón de biblioteca si tu cabeza sigue siendo débil", decía Cassandra con su lengua afilada al ver a sus compañeras estudiosas.
Hasta que un día, su clase recibe a un nuevo profesor que pone su mundo patas arriba.
Arsenio Xalendra, un hombre maduro con un carisma imponente, cuya mirada fría y penetrante intimida a cualquiera.
Pero para Cassandra, Arsenio Xalendra no es más que un hombre cruel que vino a destruir su tranquilidad.
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Capítulo 11
"¡Wooyy...! Hermoso hermano." Greta estaba tan ruidosa cuando Steve llegó a su mesa.
"¿Cómo estás, sobrina?" Steve revolvió el pelo de Greta, haciendo que la niña se enojara y frunciera el ceño.
"Hermano, ¡mira! Mi pelo está desordenado", se quejó mientras arreglaba su cabello desordenado.
"Oh, exagerada..." Steve se rió.
Casandra solo negó con la cabeza al ver a Greta haciendo un puchero; cada vez que se encontraban, eran como el gato y el ratón.
"Hola, San. ¿Cómo estás?", Steve también saludó a Casandra.
"Bien, hermano".
"¡Oh, mira! Es realmente dulce con Sandra, como chocolate". Greta entrecerró los ojos.
Steve simplemente se rió. "Claro, ella es adorable, no como tú, molesta", dijo Steve mientras pellizcaba la mejilla de Greta.
Casandra se rió al ver a Greta y Steve bromeando.
Y todo este tiempo, Arsen no había apartado la vista de Casandra, que se reía con un hombre que él también conocía.
Arsen se levantó de su asiento, sorprendiendo a Louis.
"Eh, señor. ¿A dónde va?", preguntó Louis, al ver que Arsen se iba.
Arsen no respondió, sino que siguió caminando hacia la mesa donde sentía algo.
"Pero soy adorable, ¡bleh...!" Greta todavía se burlaba de Steve, quien también respondió a sus burlas.
"Ustedes dos son como Tom y Jerry, ¿saben?", dijo Casandra con una pequeña risa.
"Disculpen..."
De repente, se escuchó una voz de barítono que hizo que los tres dejaran de reír y volvieran la vista hacia la fuente del sonido.
"¡¿Arsen...?!" Steve pareció sorprendido al ver a Arsen.
"Sí, ¿cómo estás, Steve?", Arsen sonrió levemente, tendiéndole la mano a Steve.
"Estoy bien, hermano". Steve inmediatamente saludó a Arsen y abrazó al hombre con una sonrisa.
Greta y Casandra se sorprendieron al ver a su maestro allí, y un momento después intercambiaron miradas confusas.
"Siéntate, Arsen", Steve le dijo a Arsen que se sentara.
Antes de sentarse, Arsen miró a Casandra, que parecía indiferente.
"¿Señor Arsen? ¿Usted aquí?", preguntó Greta primero.
Arsen volvió su mirada hacia Greta. "Sí, ¿no es este un lugar público?", respondió Arsen con una sonrisa burlona.
Greta solo asintió, mientras que Casandra no le prestó atención en absoluto.
Arsen miró a Casandra. "¿Conoces a esa chica?", le preguntó Arsen a Steve.
Steve miró a Cassandra y sonrió. "Sí, ella es la chica hermosa y dulce que siempre viene cuando actúo", respondió Steve, sonriéndole a Cassandra, quien le devolvió la sonrisa a Steve tímidamente.
Arsen, al ver la respuesta de ambos, de repente se enojó, su pecho comenzó a rugir con una mirada aguda.
Cassandra, sin querer, miró a Arsen y de repente se sintió nerviosa cuando Arsen la miró fijamente.
"Hermano, ¿se conocen?", Greta volvió a preguntar, haciendo que Arsen apartara la mirada de Casandra.
"Sí, nos conocimos en la universidad. Incluso fui a la boda de Arsen", contó Steve sin rodeos.
Mientras tanto, Arsen solo pudo sonreír con ironía al escuchar las palabras de Steve.
Greta se tapó la boca al escuchar las palabras de Steve, y Cassandra solo miró a Steve por un momento.
"¿Entonces, el señor Arsen está casado? ¿Cuándo?", Greta tenía tanta curiosidad, no podía creer lo que había escuchado.
"Tss, no es importante", intervino Arsen.
"Ha pasado mucho tiempo, incluso ahora Arsen se ha convertido en un duren, también conocido como un viudo genial". Steve se rió después de decir eso.
Greta se sorprendió aún más por lo que escuchó; resultó que el chisme que había escuchado en la escuela era cierto.
Arsen miró a Casandra y Casandra también lo miró. Los dos se miraron en silencio. Arsen con sus sentimientos de molestia y Casandra mirando a Arsen sin expresión.
