Después de pasar una noche de amor con un hombre desconocido, Sheila Arestenty finalmente se da cuenta de que ha sido engañada por su propio hermano. Su honor, cuidadosamente protegido, ha sido mancillado por otro hombre.
Cuando Sheila cae en depresión, nadie la consuela; incluso su propio padre la maldice por haber manchado el nombre de la familia.
Después de ser gritada, humillada e insultada, Sheila es encerrada en un almacén. No se arrepiente ni llora, pero intenta levantarse sin llegar a hacerse daño.
Su madre y su hermano disfrutan al verla indefensa. Sheila, quien siempre los desafiaba, ahora no se mueve. Ambos la dejan atrás, pero después de su partida ocurre un milagro.
Sus manos se mueven, e incluso Sheila vuelve a respirar. Sin embargo, algo extraño sucede: ella no es Sheila, sino otra alma de otro mundo.
Es Asti Amanda, una escritora de novelas que ha sido transportada a su propia historia. Incluso llegará a quedar embarazada y dará a luz a tres hijos gemelos del cruel CEO. Se casará con el hombre con el que Sheila durmió esa noche. Una oportunidad perfecta para vengarse de quienes hicieron daño a Sheila.
NovelToon tiene autorización de Asti Amanda para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 12
"¿Quién es esta niña?"
El secretario Jho tragó saliva al ver a su jefe mirando con ojos terribles. Por supuesto, el secretario Jho sabía que al presidente Rafa no le gustaban las mujeres ajenas, ni mujeres ni niñas. Para él, era algo muy desafortunado tener que tratar con mujeres.
"Yo tampoco lo sé, señor",
Con un ligero temblor, el secretario Jho bajó la cabeza. Sobre todo ahora que el presidente Rafa estaba apretando los puños mientras seguía mirando seriamente a la niña que se había desmayado.
Con arrogancia e indiferencia, el presidente Rafa se dio la vuelta y luego miró con cinismo al secretario Jho hasta que se le erizó el pelo de nuevo, como si lo mirara el ángel de la muerte.
"Deshazte de esta niña, ¡no quiero basura en mi mansión!" ordenó el presidente Rafa, dispuesto a marcharse. Qué cruel, una niña considerada basura.
"¡E-está bien, señor!"
Pero, por desgracia, los pasos del presidente Rafa se detuvieron espontáneamente después de oír una vocecita suave y débil llamando a alguien.
"Mamá..."
El secretario Jho no llegó a levantarla. Lentamente, el presidente Rafa giró la cabeza hacia la niña que estaba delirando y temblando. Su pequeño corazón se conmovió un poco, un sentimiento de lástima lo invadió de repente. Sin darse cuenta, se vio repentinamente conducido hacia ella.
El secretario Jho se quedó boquiabierto al ver a su jefe tocando la mejilla de la niña desconocida.
"Dios mío, ¿esta niña va a morir hoy?", pensó el secretario Jho, creyendo que el presidente Rafa se encargaría de ella. Pero, una vez más, se quedó sorprendido al ver que el presidente Rafa cargaba a la niña en brazos.
"Mamá..."
La vocecita que emitía Rara derritió instantáneamente el duro corazón de Rafa. Se sintió tranquilo al lado de Rara.
"¿Qué me pasa? ¿Por qué soy yo quien está cargando a esta niña?", pensó Rafa, extrañado de sí mismo.
"Secretario Jho", continuó Rafa llamando a su secretario.
"Sí, señor, ¿qué ocurre?", preguntó el secretario Jho con educación.
"Limpia y ordena el interior de mi coche, que no haya basura de plástico ni suciedad que lo manche",
"¡Entendido, señor! ¡Lo haré ahora mismo!", dijo el secretario Jho, consciente de su tarea.
Con cuidado, el presidente Rafa caminó hacia la puerta principal. Mirando la carita linda de la niña. De repente, apareció una pequeña sonrisa. Una sonrisa que parecía sincera para Rara.
"Bienvenido, joven amo".
Los sirvientes se alinearon para darle la bienvenida a su regreso esta tarde. El interior de su mansión era muy lujoso y grande. Incluso el poder en la mansión estaba en sus manos. El presidente Rafa vivía solo, sin ningún miembro de su familia. Sólo sus subordinados seguían siendo fieles para servirle. Sus padres vivían en otra mansión.
De repente, las miradas de los sirvientes se dirigieron a Rara. Se sorprendieron al ver a su amo traer a una niña a la mansión.
"¿Quién es esta niña?"
"¿Por qué el amo la trae a casa?"
"¿Qué está pasando ahora?"
"¿Es esta la hija del amo de una mujer?"
¡Tak!
El ruido cesó espontáneamente después de oír el fuerte golpe de los zapatos de Rafa. Bajaron la cabeza al haber hablado mal. Sus cuerpos temblaban. Pero Rafa, con indiferencia, volvió a subir las escaleras, todavía llevando a Rara, que dormía temblando.
"Joven amo, bienvenido", dijo un viejo sirviente. Parecía un abuelo de cincuenta años.
"Pak Toby, por favor, llévame a una habitación vacía que esté limpia y sea muy bonita",
Pak Toby se quedó callado un momento al ver a la niña que su amo llevaba en brazos. Miraba muy seria y detalladamente a la pequeña y linda Rara.
Sin palabras de sospecha, Pak Toby respondió obedientemente. "Bien, señor, venga por aquí...." Pak Toby caminó primero y luego fue seguido por el presidente Rafa desde atrás. De repente, la pequeña mano de Rara agarró con fuerza la chaqueta en la parte del pecho. Parecía que Rara estaba teniendo una pesadilla llamando a alguien.
"Mamá... Papá..."
Esa extraña sensación apareció de nuevo, viéndola con lástima hizo que el presidente Rafa le acariciara inmediatamente la espalda con suavidad.
"Tranquila, niña bonita", murmuró Rafa sonriendo para tranquilizarla.
Al llegar a la habitación, el presidente Rafa colocó suavemente el cuerpo de Rara en la cama. Pak Toby se sorprendió un poco al ver por sí mismo a su amo cubriendo con atención el cuerpo de la niña desconocida que aún dormía.
"¿Quién es esta niña en realidad?", pensó Pak Toby, sintiendo que esta niña podía cambiar la actitud arrogante y cruel de su amo. Para Pak Toby, nadie podía ablandar el corazón del presidente Rafa excepto un niño pequeño que vivía con los padres de su amo.
"¿Y también por qué esta niña se parece al joven amo?"
Una vez más, Pak Toby sintió que esto era un signo de interrogación que siempre estaría en su mente.
"Pak Toby, por favor, prepara la cena y una sopa caliente para ella. Por favor, dile a una sirvienta que la cuide, después de preparar la cena, llámame a mi estudio",
"Bien, señor", dijo Pak Toby bajando la cabeza ante el presidente Rafa, que se marchó de la habitación de Rara. Después de la partida de su amo, Pak Toby miró a Rara y luego murmuró.
"Tal vez esto sea sólo mi presentimiento". Pak Toby salió de la habitación dejando a Rara para llamar a una sirvienta para que acompañara a Rara y preparara la cena.
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