Reencarne en un mundo mágico, donde todo es diferente, pero luchare por ser feliz.
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
** Todas novelas independientes **
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Werner 1
Una semana después, Dahlia ya sabia crear varios diferentes tipos de flores.
Max: wow mi esposa es muy impresionante
Dahlia: asi es…
Max: iré a la base militar, regresaré tarde…
Dahlia: esta bien…
Dahlia estaba revisando los documentos para el internado en la biblioteca, cuando el mayordomo se acercó a verla.
Mayordomo: Duquesa, hay unas personas afuera que quieren verla
Dahlia: ¿Quiénes?
Mayordomo: la señora se presentó como Astrid Allen… diciendo ser su madre…
Dahlia: mierda… por favor, manda a llamar a mi esposo, dile que es urgente.
Mayordomo: de inmediato…
Dahlia: y a ellos, mmmm diles que estoy en una reunión, que me demoraré… por favor, don Andrés necesito hacer tiempo hasta que llegue Max.
Mayordomo: por supuesto duquesa… mandaré a reforzar la guardia y les ofreceré té…
Dahlia: gracias…
Media hora, mas tarde el mayordomo volvió a la oficina.
Mayordomo: duquesa, las personas están muy insistentes…
Dahlia: bien, iré… Max debe estar por llegar.
Mayordomo: si señora.
Dahlia: señor Andrés me acompaña
Mayordomo: por supuesto…
Dahlia llegó al salón acompañada del mayordomo y de dos guardias del ducado.
Dahlia: buenas tardes, lamento haberlos hecho esperar.
Astrid Allen: Creo que no aprendiste modales en el internado
Conde Werner: ¡Dahlia que significa todo esto!
Dahlia: por favor, tomen asiento…
- ¡déjate de juegos niña!
Dahlia: ¿y usted es?
- Soy Mathis Werner, hijo mayor del conde Werner…
Dahlia: entiendo… bueno, cuéntenme a que debo su sorpresiva visita.
Astrid Allen se acercó a Dahlia y le dio una bofetada que le partió un poco el labio, de inmediato los guardias la sujetaron.
Conde Werner: ¿Qué hacen? ¡SUELTENLA!
Astrid Allen: Dahlia, dile a estos brutos que me suelten
Dahlia: acabas de pegarme en mi propia casa.
Mayordomo: eso es una falta de respeto directa a la casa Wilson.
Conde Werner: ¡jajaja! como que el temible General y Duque Wilson te tomará en serio… debes ser solo una simple concubina, no eres nadie.
Mathis Werner: asi es… no te creas tanto…
Astrid Allen: ¡DAHLIA! ¡dile que me suelten!
Dahlia: ¡no! aquí soy la duquesa Wilson, asi que le sugiero Conde Werner que se controle…
El Conde intento acercarse, pero el mayordomo y el segundo guardia se interpusieron… Mathis también lo intentó, pero cuatro guardias mas se le acercaron…
Mathis Werner: hermana, no quiero destrozar este lugar… no me obligues a usar la fuerza…
Mathis movió sus manos y varias lianas aparecieron… el conde sonrió maliciosamente y aparecieron en sus brazos unas ramas…
Conde Werner: tus guardias no son nada para nosotros…
Dahlia: ¿Por qué quieren llevarme? si es por el dinero que les pago el Barón, les puedo dar ese dinero… en incluso más…
Conde Werner: no puedes tener un título superior a mí… no eres nada… un simple error
Mathis Werner: eres muy bonita… entiendo porque el General se acercó a ti…
Dahlia: eres un imbécil, sabes que compartimos el mismo padre…
Mathis Werner: jajaja en el camino lo veremos…
Dahlia: ¡estás loco!
Mathis oscureció la mirada y de una de sus manos, dos lianas sujetaron las manos de Dahlia, y con la otra ataba a los guardias formándose una batalla en pleno salón, el conde también atacaba con barras de madera… Cuando el duque llegó la batalla ya estaba en la entrada…
Max: manda a buscar a toda la guardia y a todos los soldados disponibles…
Max bajó de su caballo y sintió como se apretaba su pecho al ver sus muñecas rojas por la fricción de las lianas y un poco de sangre en su labio.
Conde Werner: Duque Wilson, lamentamos los problemas en su sala, ya nos vamos…
Max: realmente cree que voy a dejar pasar esta afrenta… que haya amenazado a mi esposa, entrado en mi casay confrontado a mis guardias.
Mathis Werner: Duque a usted no le importa esta mujer, este es un problema familiar…
Max: ¡suelta a mi esposa! ¡AHORA!
Conde Werner: ¿esposa? esta maldita es la prometida de alguien más…
Max: Dahlia… todo saldrá bien, tienes que estar tranquila
Dahlia asintió con la cabeza, lo que enfureció a Mathis que ahora puso una segunda liana alrededor de su cuello.
Mathis: tienes lindo cuello hermanita…
Max: lo repetiré por ultima vez, ¡SUELTA A MI ESPOSA!
Mathis se acercó a Dahlia y olió su cabello con fuerza…
Max movió su espada y con un gesto de su mano, decenas de soldados aparecieron rodeando completamente el lugar.
El conde se sorprendió de inmediato, nunca pensó que realmente Dahlia fuese tan importante.
Conde Werner: Duque Wilson, esto es un problema familiar, no puede involucrar al ejército, está prohibido usar las fuerzas militares en disputas personales…
Max: ¿si averiguo quien soy?
Mathis Werner: tranquilo padre, ¡podremos con estos idiotas!
Conde Werner: fíjate Mathis son un centenar de hombres entrenados, no es lo mismo que enfrentarse a la guardia de una mansión… además, me aseguraste que el duque no estaba en el pueblo y que se había llevado a sus hombres.
Mathis Werner: estás viejo padre, no hay problemas… podemos con esto…
Conde Werner: ¡Duque! Le entregare a esta mujer, si me da su peso en monedas.
Max: bien… ahora suéltela…
Mathis Werner: no le creas padre, llevémosla a casa, ahora me parece interesante está hermana.
Conde Werner: no dejaremos a esta mocosa hasta que tengas todo el dinero…
Max: bien… claro…
Max levantó su brazo y los arqueros estaban listos…
Max: esa liana, ya esta marcando el cuello de mi esposa… asi que suegro… si quiere preservar la vida de su heredero, déjela ir… ¡AHORA!
Mathis Werner: es imposible…
Max movió la mano y lanzo un pequeño lapiz de metal que se convirtió en una armadura la cual cubrió a Dahlia de inmediato… en segundos los soldados redujeron a los dos hombres Werner. Cuando él se acercó levanto el casco y la miro preocupado.
Max: ¿estás bien?
Dahlia negó y él presionó un pequeño dispositivo y la armadura volvió a convertirse en un pequeño lapiz…
Dahlia: ¿Qué es eso?
Max: un juguete útil que hizo la esposa de un amigo…
Dahlia asintió, sin embargo, cuando intentó levantarse se sintió mareada y cayó desmayada en los brazos de Max.
