Entre Dos Mundos

Jessica fue abordada de inmediato por Paola.

—¡Por Dios! ¿Quién es ese hombre tan atractivo? ¡Parece un modelo! —exclamó Paola, mostrando una amplia sonrisa en su rostro.

—Él es el hombre que me contrató para que fuese su novia —respondió Jessica, caminando con una expresión de incredulidad en su cara.

—¿Pero qué hace aquí? ¡No me digas que lo conquistaste a primera vista! —dijo Paola, con una sonrisa traviesa, mientras la miraba con insinuación.

Para nada, me volvió a contratar para este fin de semana y no sé qué haré ni qué diré en casa. Pero él me paga muy bien y realmente necesito ese dinero, dijo Jessica con voz nerviosa, soltando un suspiro de preocupación.

Entonces lo volverás a hacer y no te juzgo. Ese hombre es un encanto, comentó Paola entre risas, disfrutando de la situación.

¡Basta, es solo trabajo! replicó Jessica, sonrojándose mientras esbozaba una sonrisa.

Está bien como tú digas, y no te preocupes que yo hablaré con tus abuelos les diremos que ambas iremos a un viaje de trabajo juntas y con eso no tendrás ningún problema.!_ dijo Paola

Ese día Jessica, estuvo parte de la mañana y la tardé en la universidad al salir ambas hablaron con los abuelos de Jessica.

Ellos estaban preocupados Pero Jessica ya era mayor para saber lo que asía así que accedieron con la única condición de que les hablara por la noche para saber que estaba bien.

Jessica abrazo a su hermano, para calmarlo.

Volveré pronto, y todo estará bien necesito ayudar a nuestros abuelitos para que mamá salga del hospital.!_ dijo Jessica.

Está bien, nunca me dejes Jess.!_ dijo su hermano Jeremy limpiando sus lágrimas.

Eso jamás pasará.!_ dijo Jessica.

Ahora debes de cuidar de los abuelos este fin de semana y te llamaré cada noche.!_ dijo Jessica con una sonrisa tratando de trasmitir le tranquilidad.

Jessica salió de su casa y se fue a casa de Paola, para que Max la recogiera ahí y no en su casa y que nadie se diera cuenta.

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A la mañana siguiente, tan solo poco antes de que el sol comenzara a asomar en el horizonte, el sonido del teléfono interrumpió el silencio de la habitación.

La llamada resonó con insistencia…

—¡Hola! —contestó Jessica, todavía con la voz entrecortada por el sueño.

—Jessica, en una hora vendrán a buscarte —anunció Max, con claridad y un tono un tanto apremiante.

—Está bien… —respondió Jessica, sin abrir los ojos, aun sintiendo la pesadez de la noche anterior en su cuerpo.

Jessica se lanzó sobre la cama, sintiendo el suave acolchado del colchón bajo su cuerpo mientras cerraba los ojos, casi atrapada por el agotamiento y la falta de ganas de levantarse.

Solo veinte minutos antes de que fuera a recogerla, una chispa de energía la hizo levantarse de inmediato, impulsada por la necesidad de prepararse.

“Cuídate mucho, estaré pendiente de ti”, le dijo Paola, envolviendo a Jessica en un cálido abrazo que transmitía su preocupación y cariño.

Gracias.!_ dijo Jessica saliendo de la casa para encontrarse con una camioneta negra lujosa y el chófer abriendo la puerta.

Señorita Jessica yo seré su chófer me llamo Rafael, buenos días.!_ dijo el hombre en tono amable mirándola.

Buenos días, Rafael.!_ dijo Jessica dándole la mano.

Rafael el chofer sonrió nadie había Sido tan cordial con el para darle la mano.

Jessica, la miró asta que el auto se perdió en la carretera.

Mientras que Jessica, miraba aún los papeles que le había dado Max, para actuar como el quería.

Después de un para de horas Jessica llego a casa Max.

Señorita Jessica ya llegamos una mujer la está esperando para ayudarle con su arreglo personal y después alguien la buscará más tarde para que se encuentre con el señor Max.!_ dijo el chófer.

Gracias Rafael.!_ dijo Jessica entrando ala casa, mirando todo pues era solo colores negros y grises haciendo el lugar cálido y obscuro.

Buenos días señorita pase por acá.!_ dijo una mujer dirigido a Jessica a una habitación.

Ella entro y suspiro al ver a otra mujer con un montón de aparatos que siquiera sabía para que servían.

El señor pidió que se le hiciera un tratamiento para la piel, así que se puede quedar en pura ropa interior._ dijo una de las mujeres.

Jessica, apenada entro en el bañó y se dejó en pura ropa interior y salió, las mujeres la acostaron en una cama y le dieron un masaje y seguido una hidratación a su piel bajo un aparato que la ponía nerviosa una vez que te terminaron su piel quedo completamente suave y brillosa

Toda tu ropa viene en la maleta que ya está en el auto puedes vestirte el señor Max te está esperando.!_ dijo una de las mujeres, mientras Jessica tocaba su cabello que había quedado brilloso al igual que su piel.