Nathaly se despierta en un mundo completamente diferente al suyo, en donde habitan las criaturas mágicas como las hadas, los demonios y los ángeles, pero resulta que es el personaje negativo de una novela que había leído y de la cual no le había gustado el final que había tenido éste personaje.
Ahora convencida de cambiar su destino, vivirá como Áine y se librará de su triste final.
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Capítulo 11: Mis ojos en ti
¡Ups! Perdón, parece que interrumpo algo.- Aerin había salido a la terraza buscando a su hermana.
- Sólo...- Áine se había puesto nerviosa, la presencia y el mana del rey era imponente y a veces la dejaba sin saber qué hablar. No sabía qué responderle a su hermano. Da unos pasos atrás y pone sus manos tras su espalda.- El su majestad y yo sólo hablábamos, creo que mañana podemos enseñarle el castillo y algunas partes de la capital ¿ Le parece bien, majestad?
- Es una idea interesante, pero la aceptaré si usted princesa es quien me guía.- El demonio sonríe sensualmente a la princesa. A Áine le gustaba la forma tan descarada en que se comportaba el rey con ella.
- Acepto con mucho gusto, Rey Xander.- Áine le devuelve la mirada coqueta y sienten que alguien carraspea, se les había olvidado que Aerin estaba presente. La hada mira a su hermano apenada, y éste le sonríe con burla.
- Pues sí, efectivamente interrumpí algo, quizás sea mejor regresar a la fiesta.- Aerin señala la puerta- Digo, a tú fiesta.
Áine y Xander se vuelven a mirar y caminan hasta donde estaba el chico, Aerin entra y les sostienea la puerta, luego se acerca a la chica y la toma del brazo.
- Vaya, hermanita, parece que te ganaste la atención del Rey. Sólo te pido que aún no me hagas tío, aún soy muy joven para que alguien me pida que lo esté cargando- Áine le da un golpe con el codo y en las costillas disimuladamente- Oye, eso duele, se está haciendo una costumbre tuya.
- Eso es para que te comportes y madures, a demás, no pienso que el rey esté interesado en mí.- Mira hacia donde estaba Xander, quien se encontraba rodeado de chicas que le coqueteaban, incluso Amelia estaba nuevamente entre ellas.
- No seas ciega, Áine, míralo, él está siendo cortés con ellas, mientras contigo se ve que hay algo más.
- Aerin, eso es absurdo, nos acabamos de conocer. No puedes saber eso así, tan pronto. - Áine vuelve a mirar al rey, y éste la estaba mirando, ella sabía que entre ellos existía una conexión, un vínculo. Necesitaba hablar con él, y eso iba a hacer al día siguiente.
- Majestad, ¿le está gustando la fiesta?- Amelia intentaba llamar la atención del azabache.
- Digamos que sí, creo que he encontrado algo de mi agrado- Xander vuelve a mirar a Áine y ahora le sonríe descaradamente. Amelia sigue la mirada del rey y se molesta al ver qué era lo que llamaba su atención.
- ¡Oh, majestad, pero no debe usted buscar lo mundano! Creo que hay opciones mejores.- La rubia insistía- si le interesa le puedo mostrar el reino.
- Le agradezco, disculpe, ¿cuál era su nombre, señorita?
Las chicas que estaban presentes disimulan una risa. La cara de Amelia cambia, el rey la acababa de avergonzarla.
- Señorita Woods, majestad. Mi nombre es Amelia Woods.
- Entonces usted es hija del Archiduque Gergheade Woods, qué interesante, se nota que los reyes tienen un corazón noble- Con la mención de su padre, la chica pide disculpas y se aleja.
[Qué chica más insistente, pensé que no me la iba a quitar de arriba] Piensa el Rey Xander.
El baile avanzaba, Áine sólo había vuelto a bailar con su padre, era ya habitual que en los bailes rechazara a los que pedían bailar con ella, si lo hacía se debía a que el susodicho era alguien de confianza, un aliado político, un socio comercial o un amigo de la familia. En más de una década Áine había bailado con pocos, con quién siempre bailaba era con su hermano o su padre. Cuando había aceptado el baile del Rey Xander sospechaba que sólo lo había hecho por cortesía, debido al estatus de éste.
Por su parte, Xander no había invitado a bailar a nadie más. Algunas chicas se habían insinuado, pero él las había despachado con mucha elegancia.
La fiesta había concluido, los invitados se despedían, Xander se acerca a los reyes y se depide cortésmente. Unos sirvientes lo guían hacia el palacio de invitados y donde ya sus pertenencias habían sido acomodadas.
Xander llega a la sala común y ve a su secretario y amigo Dorian Holl, un hada de cabellera verde y mirada misteriosa.
- Dime Dorian ¿descubriste algo fuera de lo inusual?
- No señor, todo parece estar en orden, al parecer quien supervisa y gestiona éstas tareas es la Primera Princesa. Según mi investigación, tiene una reputación intachable, es reconocida por sus negocios prósperos y por su preocupación por los habitantes del reino. Estuvo comprometida una vez, pero debido a un rumor sobre una infidelidad entre su prometido y su prima, Lady Amelia Woods, hija del fugitivo Archiduque Gergheade Woods y hermano del rey.
- Tú sí que sabes cómo hacer tú trabajo, amigo, debería aumentar tu paga.- Xander le da una palmada en la espalda, el hada ni se mueve del lugar.
- Creo que un aumento de salario estaría bien, o mejor te pido una nueva mansión- bromea su amigo.
- ¿Para qué diablos quieres una mansión si no tienes vacaciones y no la vas a poder usar?- vuelve a bromear el demonio.
- Pues en vez de un aumento, creo que prefiero vacaciones- hace un gesto como si pensara. Luego se miran y comienzan a reír.
- Mejor volvemos al trabajo. Entonces crees que podamos hacer la alianza.
- Sí, nos sería muy provechosa. Incluso puedes solicitar matrimonio con alguna noble.- El rey lo mira y levanta una ceja.
- Dorian, sabes que no me quiero casar, no seas como esos ministros, sabes que no puedo.- Su amigo lo mira con disgusto.- Aunque si hay alguien que desde hace años despierta mi curiosidad.- Dorian lo mira interrogante, sólo Xander sabe qué cosas pasan por su cabeza.
A la mañana siguiente unos sirvientes llaman a la puerta del Rey Demonio y le informan que los reyes y los príncipes lo habían invitado a desayunar con ellos, él acepta la oferta y regresa a la habitación para terminar de prepararse pero antes pide que le preparen el baño.
Áine llega al palacio de invitados, al ser la princesa, los guardias la dejan pasar. Pregunta por el rey y le indican su habitación. La pelirrosa toca a la puerta y para su sorpresa, Xander le abre a medio vestir, tenía el pantalón puesto, pero su camisa estaba abierta, una toalla colgaba de sus hombros y se podía ver sus músculos definidos, tonificados y un perfecto abdomen. Áine se queda mirando el abdomen del chico.
[Demonios, ¿cómo me voy a concentrar así?] Sonríe ladina.
- Alteza, si sigue mirándome de esa forma no me sabré comportar después- La mira seductoramente. Áine levanta la vista, aunque se había sonrojado levemente.
- Disculpe, majestad, venía a buscarlo para que desayunara con mi familia, pero quería venir personalmente a escoltarlo. Después del desayuno iremos a nuestro paseo por la ciudad y el castillo, claro, si todo le parece bien.
- Con gusto iré, si me permite unos minutos para terminar- Se señala la camisa abierta, Áine vuelve a mirar los abdominales y se pellizca la mano, necesitaba concentrarse en su tarea, pero con semejante vista le era difícil.
- Lo espero afuera, majestad- Y le da una última mirada de forma descarada al rey.
Xander entra y termina de vestirse. Cuando sale la acompaña hasta el comedor donde ya se encontraban los reyes, el príncipe y Amelia. La pelirrosa al verla, rueda los ojos, sabe porqué Amelia estaba ahí. La mantendría vigilada en el desayuno. La princesa sabía que nada bueno estaba planeando.
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Creo que son casi las 4 de la mañana 🥲 estoy muriendo del sueño, pero pude terminar el capítulo. Pido de antemano disculpas si leen algo raro ya casi al final 😅 es que se me cierran los ojos, mañana cuando esté más despierta lo revisaré 🤭
Bye Bye 👋 😊😚
esque le gustan peliverdes y si son demonios mejor 🤭🤭🤭🤭
🤭🤭🤭🤭🤭