 
                            La General vuelve al pasado decidida a cambiar el futuro de su reino..
El mundo mágico también incluye las novelas 
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para  Lilith
3) La identidad secreta del duque 
4) Revancha de época 
5) Una asistente de otra vida 
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora 
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi 
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa 
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
25)Secretos de una poción 
26) La venganza de Leia
** Todas novelas independientes **
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Vestido
Alexandra estaba terminando de arreglarse frente al espejo, el cabello perfectamente recogido, el vestido rojo ajustado a su figura, cada detalle pensado para la celebracion. de repente, la puerta se abrio y el duque entro sin previo aviso.
ella se giro de inmediato, sorprendida y con las mejillas ardiendo de verguenza, intentando mantener la compostura. Caleb avanzo un paso, sin perder la calma, y se acerco para ayudarla a cerrar el vestido por la espalda.
Duque: princesa… esto debe quedar perfecto para la fiesta.
ella contuvo la respiracion, sintiendo la proximidad de su cuerpo al de él y el calor de sus manos, demasiado cerca. cada movimiento suyo la hacia sonrojarse más, y por un instante, casi olvidó decirle que se apartara.
Alexandra: Fairfax… no… no es necesario que…
Duque: tranquila, princesa.. solo estoy ayudando.
ella respiró hondo, tratando de recuperar la compostura mientras él terminaba de ajustar la cuerda del vestido, consciente de que cada gesto suyo, cada movimiento, la dejaba más nerviosa y sonrojada.
el duque la miro, sin ocultar ni un poco de su deseo, sus ojos negros recorriendo cada detalle del vestido y de Alexandra con una intensidad que la hizo sonrojarse aún más.
Duque: princesa.. te ves… hermosa. mucho mejor de lo que jamás me hubiera imaginado en ese vestido.
ella sintió un calor que subió rápidamente a sus mejillas, y trató de desviar la mirada hacia el espejo, apretando ligeramente los puños para no parecer tan afectada.
Alexandra: Fairfax… deja de decir tonterías…
él sonrió, ladeando apenas la cabeza, disfrutando cada segundo de su reacción.
Duque: no son tonterías, princesa.. digo la verdad. y debo admitir que… no esperaba que me dejaras sin palabras esta noche..
ella tragó saliva, intentando recomponerse, pero cada palabra, cada mirada, cada gesto suyo la dejaba más vulnerable. y el duque, con esa calma insolente que siempre la desarmaba, simplemente sonrió satisfecho..
Duque: princesa, debo confesarte algo… desde aquel banquete en el palacio de Aragon, cuando te vi entrar, habia querido verte de rojo.
ella parpadeó, sorprendida, y su rostro se volvió un incendio de verguenza.
Alexandra: ¿de rojo? ¿recuerdas eso…?
Duque: claro que lo recuerdo, princesa. tu elegiste el azul, y aunque te veias hermosa, debo admitir que el rojo… hubiera sido irresistible.
Alexandra sentía que el corazón le latía con fuerza, y la verguenza la envolvia por completo. cada detalle, cada memoria que él conservaba, la hacía sentir expuesta, como si el duque tuviera un poder para penetrar incluso en sus pensamientos más privados.
Alexandra (susurro): maldito duque… ¿cómo recuerdas esas cosas?
Duque: no las olvido, princesa. y debo admitir… disfruto recordarlas cada vez que puedo verte sonrojar..
Alexandra: duque Fairfax..
el duque la miro con esa calma insolente que la hacia temblar..
Duque: princesa, ¿estas lista para acompañarme?
Alexandra: si..
Mientras intentaba mantener la voz firme, aunque su corazón latía con fuerza.
él dio un paso más cerca, y su rostro se inclinó hacia el suyo. con un susurro apenas audible..
Duque: esta noche… te tengo algunas sorpresas.
ella sintió un escalofrío recorrer su espalda al sentir la respiración del duque rozando su cuello, y no pudo evitar temblar levemente.
él, notando cada pequeño movimiento, arqueo una ceja y sonrió de manera apenas perceptible..
ella se separó un poco, intentando recomponerse, aunque la mezcla de sorpresa, verguenza y algo más que no quería admitir, seguía latiendo en su pecho.
Alexandra: Fairfax…
él rio suavemente, disfrutando de su incomodidad..
Duque: tranquila, princesa solo estoy avisando… quiero que estés preparada para esta noche..
ella solo pudo asentir, consciente de que cualquier intento de mantener la compostura frente a él era inútil. y mientras se giraba hacia la puerta, el duque permaneció allí, con esa sonrisa que sabía desarmarla con solo un susurro..
cuando salieron de la habitación, el asistente del duque, sir haden, los esperaba con porte firme y voz respetuosa.
sir Haden: su alteza, duque… los invitados ya están llegando..
Alexandra asintió, ajustándose el vestido rojo, todavía con el corazón latiendo un poco más rápido de lo normal por la cercanía del duque. Caleb, a su lado, caminaba con esa calma insolente que la hacia sentir simultáneamente nerviosa y observada.
Duque: entonces no hay tiempo que perder.. vamos, princesa, a recibirlos.
bajaron por la gran escalera de la mansion Fairfax, el eco de sus pasos resonando en los pisos de mármol, y al llegar al salón principal, los primeros invitados empezaban a entrar, vestidos con sus mejores ropas, algunos nobles del imperio, otros oficiales de alto rango.
Alexandra respiró hondo, intentando mantener la compostura, y se colocó al lado del duque, quien, sin apartar la mirada de ella le hablo..
Duque (susurro): recuerda, princesa, sonreir y parecer cordial… aunque te divierta que algunos me miren con sorpresa..
ella solo asintió, mientras los invitados los saludaban uno a uno, y por un instante, se dio cuenta de lo abrumador que era estar bajo la atenta mirada del duque…
mas tarde.. Alexandra se sentía extrañamente bien cada vez que el duque la presentaba frente a los invitados como una destacada general y estratega, alguien que habia cambiado el rumbo de Aragon con su inteligencia y valor. el orgullo le subía, pero al mismo tiempo intentaba mantener la modestia.
Alexandra (susurro): Fairfax… no digas eso, no quiero que piensen que… que me aprovecho de la enemistad que tienes con el rey.
él la miraba con esa calma insolente y sonreía apenas..
Duque: princesa, tranquila.. yo solo digo lo que veo. para mí, tú eres la verdadera persona más importante de Aragon, y nadie podrá cambiar eso.
ella sintió un calor extraño en el pecho, un orgullo mezclado con verguenza, y bajó la mirada un instante, intentando recomponerse mientras los invitados seguían saludándolos y conversando a su alrededor.
cada palabra del duque, cada gesto suyo, le recordaba lo mucho que él confiaba en ella, y aunque seguía furiosa con él por la manera en que la había sorprendido tantas veces, no pudo evitar sentir una mezcla de admiración y… algo más que no podía nombrar.
Alexandra (susurro): gracias…
dijo, sin mirar al duque, mientras él la observaba con esa sonrisa de satisfacción que solo él podía tener, disfrutando en silencio de cómo ella se sentía importante y… vulnerable al mismo tiempo.
 
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                    