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De La Luz A La Oscuridad

De La Luz A La Oscuridad

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Intrigante / Maltrato Emocional / Dominación
Popularitas:2.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Daniel__CL

Es un libro sobre un romance entre dos jovenes universitarios, Nyx Frost y Jasper Brooks. Nyx es fría y distante, mientras que Jasper es cariñoso y comprensivo. La historia se centra en cómo Jasper se involucra en el oscuro mundo de Nyx, afectando su relación con sus seres queridos y explorando temas de manipulación y relaciones tóxicas.

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Capitulo 10: La Noche del Silencio

—Nos vemos hoy en mi casa para organizar todo —dijo Nyx mientras se daba la vuelta, lanzándome una diminuta sonrisa—. Esta vez no faltes.

—Lo prometo, te veo luego.

El resto del día fue un suplicio. Traté de seguir con mis clases como si nada, pero mi mente no me lo permitió. No podía concentrarme, los pensamientos se agolpaban en mi cabeza, caóticos y desordenados. La policía, Zack, mis padres, Nyx... Todo se entrelazaba en un nudo que no lograba deshacer. Pero, sobre todo, la sensación de que estaba a punto de cruzar un umbral, uno del que no había retorno, me oprimía el pecho.

Estaba tan cerca de rendirme completamente al mundo de Nyx, y el miedo se filtraba en cada rincón de mi ser. Sin embargo, había algo más, algo oscuro y fascinante que me seducía, aunque aún no había dado ese paso definitivo. Solo imaginarme cómo sería, cómo me transformaría al hacerlo, despertaba en mí una mezcla de culpa y ansia que no podía ignorar.

Cuando finalmente terminó mi última clase, el día parecía haberse alargado indefinidamente. Caminé hacia casa con la mente aún sumida en ese torbellino de pensamientos. La ansiedad era palpable, y mis pasos se sentían pesados, como si una parte de mí intentara resistirse a lo inevitable.

Al llegar, abrí la puerta con un suspiro, tratando de ordenar mis ideas. Mis padres estaban en la sala, mi madre hojeando una revista y mi padre viendo las noticias. Todo parecía tan normal, tan banal en comparación con lo que se avecinaba.

—Hola —saludé, tratando de sonar lo más casual posible.

—Hola, hijo —respondió mi madre con una sonrisa. Mi padre levantó la vista de la televisión y me saludó con un leve asentimiento.

No podía seguir con esto mucho tiempo. Tenía que decirles antes de que las dudas me consumieran.

—Voy a salir esta noche —dije, intentando que mi voz no temblara. Mis palabras quedaron suspendidas en el aire, como si el peso de la confesión fuera a derrumbar el mundo de normalidad que nos rodeaba.

—¿Otra vez? —preguntó mi madre, levantando la vista de su revista con una ligera preocupación en su rostro—. ¿Con Zack?

—No, voy a ver a unos amigos —mentí, sintiendo una punzada de culpa que traté de ignorar—. Solo estaré fuera un rato.

Mi padre me observó en silencio por un momento, como si intentara leer entre líneas lo que realmente estaba sucediendo. Luego, con un encogimiento de hombros, volvió a concentrarse en la pantalla.

—Ten cuidado, Jasper —dijo finalmente—. No regreses muy tarde.

—No lo haré —respondí, forzando una sonrisa. Pero sabía que no podría cumplir esa promesa.

Subí a mi habitación, cerrando la puerta tras de mí. Me apoyé contra ella, sintiendo cómo la fachada de normalidad que había intentado mantener empezaba a resquebrajarse. Pronto estaría frente a Nyx, y con cada paso que daba hacia su mundo, me alejaba más del mío.

La noche cayó con una oscuridad densa, casi opresiva, mientras me dirigía hacia la casa de Nyx. El aire estaba cargado de una extraña quietud, como si el mundo mismo contuviera la respiración ante lo que estaba por suceder. A medida que me adentraba en el bosque, las luces de la ciudad se desvanecían detrás de mí, reemplazadas por la penumbra y el susurro inquietante del viento entre los árboles.

Cada paso resonaba en el silencio, y el crujir de las hojas bajo mis pies parecía amplificarse en la soledad de la noche. Me sentía solo, pero al mismo tiempo, había una presencia palpable en la oscuridad, una expectativa que se cernía sobre mí. La casa de Nyx estaba cerca, y con cada metro que me acercaba, sentía cómo la tensión en mi pecho se intensificaba.

Finalmente, la silueta de la cabaña surgió entre los árboles, envuelta en sombras, con una única luz tenue brillando en la ventana. Parecía un faro en la oscuridad, atrayéndome hacia lo desconocido. Mi corazón latía con fuerza, y por un instante, dudé. ¿Realmente estaba dispuesto a cruzar ese umbral? ¿A entregarme completamente a lo que Nyx me ofrecía?

Pero la duda duró solo un instante. Sabía que no había vuelta atrás. Nyx me había arrastrado a su mundo, y aunque me aterrorizaba, la fascinación que sentía por ella me empujaba hacia adelante. Apreté los puños y di los últimos pasos hasta la puerta, levantando la mano para tocar.

La madera fría y áspera bajo mis nudillos me ancló al presente. Golpeé suavemente, una, dos, tres veces, y luego esperé. El silencio se extendió por lo que pareció una eternidad, y cuando finalmente escuché pasos acercándose desde el interior, sentí un escalofrío recorrerme la espalda.

La puerta se abrió lentamente, revelando a Nyx, de pie en el umbral, con su habitual expresión impenetrable. Pero había algo diferente en sus ojos, un brillo que no había visto antes. No dijo nada al principio, solo me observó en silencio, evaluando, como si estuviera decidiendo algo.

—Has venido —dijo finalmente, su voz suave pero cargada de significado.

Asentí, incapaz de confiar en mi propia voz. Los sentimientos de miedo y fascinación se entrelazaron, dejándome sin aliento mientras daba el primer paso hacia el interior de su mundo. Con ese gesto, supe que todo estaba por cambiar, y no había vuelta atrás.

Nyx se hizo a un lado para dejarme pasar, y al cruzar el umbral, sentí cómo la oscuridad de la noche se cerraba a mi alrededor, abrazándome con una promesa de peligro y deseo.

La cabaña estaba envuelta en una penumbra espesa, iluminada únicamente por la tenue luz de unas pocas velas que proyectaban sombras danzantes en las paredes. Nyx y yo estábamos reunidos en el centro de la habitación, rodeados por un aura de expectación y misterio.

—Antes de hacer cualquier cosa, necesitamos decidir a quién vamos a secuestrar —dijo Nyx con una determinación fría mientras se acercaba a la mesa donde se encontraban esparcidos varios papeles y recortes de revistas. Sobre la mesa, había una lista de nombres y direcciones que Nyx había recopilado.

Me acerqué a la mesa, observando los papeles con una mezcla de curiosidad y nerviosismo. Nyx comenzó a revisar las opciones, sus dedos deslizándose por los nombres mientras pensaba en voz alta.

—Queremos a alguien que pase desapercibida —comentó, su tono calculador—. Alguien que no tenga un perfil alto. No queremos atraer demasiada atención.

Miré los papeles con atención. Había una variedad de nombres y rostros, pero lo que buscábamos era una mujer que no estuviera en el centro de las noticias ni tuviera conexiones que pudieran complicar nuestro plan. Finalmente, Nyx se detuvo en una foto de una joven que parecía común, una mujer de cabello castaño y ojos oscuros, con una expresión que parecía de tranquilidad cotidiana.

—Ella —dijo Nyx, señalando la foto—. Su nombre es Emily. Vive en el vecindario, y no parece tener ninguna conexión que pueda complicarnos. Perfecta para lo que necesitamos.

Asentí, sintiendo una mezcla de alivio e inquietud. No estaba seguro de por qué me sorprendía la decisión de Nyx, pero sabía que no había lugar para cuestionamientos.

—¿Cómo planeamos hacerlo? —pregunté, tratando de centrarme en los detalles del plan.

Nyx se dirigió hacia un tablón de corcho en la pared, donde había comenzado a organizar la información en una especie de esquema. Con gran precisión, comenzó a explicar el siguiente paso.

—Primero, tenemos que observar sus rutinas —dijo, señalando la foto de Emily—. Necesitamos conocer sus horarios, los lugares que frecuenta. Yo me encargaré de la vigilancia durante unos días para asegurarnos de tener toda la información necesaria.

—¿Y luego? —pregunté, sintiendo la presión de lo que se avecinaba.

Nyx sonrió, esa sonrisa fría y segura que solía mostrar en momentos como este.

—Luego, planearemos cómo interceptarla. Necesitamos un lugar adecuado, uno que sea discreto pero accesible. Yo me encargaré de preparar el lugar, mientras tú te encargarás de la parte final. Una vez que tengamos a Emily en el sitio, te asegurarás de que no haya testigos y de que el proceso sea lo más limpio posible.

La claridad con la que Nyx describía el plan me hizo sentir una mezcla de ansiedad y determinación. Estábamos dando los primeros pasos hacia algo irreversible, y la minuciosidad de Nyx dejaba claro que todo debía ser perfecto.

—Lo entiendo —dije finalmente—. Comenzaremos con la vigilancia y luego pasaremos a la fase de ejecución.

Nyx asintió, satisfecha con nuestra planificación inicial. Se acercó a mí, sus ojos brillando con una mezcla de aprobación y expectativa.

—Exactamente —confirmó—. La vigilancia comienza mañana. Mientras tanto, prepárate. Este es solo el principio.

Con una última mirada al esquema y a la foto de Emily, me di cuenta de que el plan estaba en marcha. La decisión estaba tomada, y pronto, Emily se convertiría en el centro de nuestro oscuro juego.

Salí de la cabaña, la fría brisa nocturna golpeando mi rostro mientras pensaba en los días que se avecinaban. La vigilancia, la planificación, y finalmente, la ejecución. No había vuelta atrás. Había tomado un camino del que no había retorno, y con cada paso que daba, me acercaba más a la oscuridad que Nyx había diseñado para mí.

La semana que paso fue una mezcla de vigilancia meticulosa y creciente ansiedad. Cada mañana, me encontraba revisando la información que había recopilado sobre Emily, mientras Nyx seguía con su vigilancia desde su propia posición. A pesar de la aparente normalidad de mi vida diaria, sentía una presión constante, como si cada momento de incertidumbre y tensión me acercara más a un destino ineludible.

Durante las noches, Nyx y yo nos manteníamos en contacto constante, intercambiando actualizaciones sobre la rutina de Emily. Usábamos mensajes codificados para mantener nuestra comunicación discreta, sabiendo que cualquier error podría poner en riesgo nuestro plan.

Una noche, mientras revisaba mis notas en casa, mi teléfono vibró con un mensaje de Nyx.

Nyx:_"He observado que Emily suele ir al gimnasio a las 6 p.m. y regresa a casa alrededor de las 7:30 p.m. Parece tener una rutina bastante fija. ¿Alguna novedad en tu observación?"

Respiré hondo antes de responder, sabiendo que cada detalle contaba.

Jasper: _"Sí, la he visto ir a la tienda de comestibles a las 8:30 p.m. en algunas ocasiones. Parece una oportunidad para abordar a alguien sin levantar sospechas. ¿Qué opinas?"

La respuesta de Nyx llegó rápidamente, mostrando su eficacia en la planificación.

Nyx:_"Buena observación. Podemos considerar esa ventana como una posible oportunidad. Sin embargo, el gimnasio es nuestro objetivo principal por ahora. Mantén un ojo en sus horarios y en cualquier cambio en su rutina. La precisión es crucial."

Paso una semana más y mi rutina se convirtió en una vigilancia casi obsesiva. Mantenía mis distancias pero aseguraba observar cada movimiento de Emily con precisión. Cada vez que me encontraba con Nyx, revisábamos nuestras notas y discutíamos los detalles del plan.

Una tarde, nos encontramos en la cabaña para una de nuestras reuniones, donde Nyx había extendido un nuevo esquema sobre la mesa, revisando las notas que le había proporcionado.

—Emily ha sido consistente en su rutina, pero hay algo que debemos tener en cuenta —dijo Nyx, señalando un punto en el esquema—. He notado que se ha reunido con una amiga en la cafetería cerca del gimnasio. Esto podría complicar las cosas si planeamos actuar en ese horario.

—Entonces, ¿deberíamos considerar otra hora? —pregunté, tratando de ajustar el plan según la nueva información.

Nyx asintió, su expresión pensativa.

—Sí. Podemos mantener el gimnasio como nuestro objetivo principal, pero prepararnos para un cambio de horario si es necesario. Además, debes asegurarte de que el lugar donde la interceptemos sea lo suficientemente discreto y rápido. La idea es evitar cualquier tipo de complicación que pueda alertar a terceros.

Su nivel de detalle y control me impresionaban, y al mismo tiempo, me llenaban de una inquietud que no podía sacudirme. La responsabilidad de coordinar todo este plan se sentía cada vez más pesada, pero también había una extraña fascinación en la forma en que Nyx manejaba la situación.

Al final de cada jornada de vigilancia, enviaba mis informes a Nyx, quien los analizaba con una precisión casi clínica. Nuestros intercambios eran constantes, siempre ajustando el plan según la información más reciente.

Jasper: _"Emily salió del gimnasio a las 7:40 p.m. Hoy fue puntual. El tiempo que pasa en la tienda de comestibles varía, pero se mantiene en el rango de 8 a 8:30 p.m."

Nyx: _"Bien, mantenemos la tienda de comestibles como una opción secundaria. Revisa si hay algún patrón nuevo y mantén el seguimiento en su horario de salida del gimnasio. La vigilancia debe ser constante."

El ritmo de nuestras comunicaciones y la planificación se volvieron más intensos a medida que nos acercábamos al momento crítico. Sabía que la ejecución del plan estaba a la vuelta de la esquina, y con cada actualización, la realidad de lo que estaba a punto de hacer se hacía más palpable.

Cada mensaje intercambiado, cada detalle afinado, me acercaba más al oscuro destino que Nyx había diseñado. La vigilancia se convertía en una rutina inquietante, una preparación meticulosa para un evento que, en mi mente, se tornaba cada vez más inevitable.

Los días transcurrieron con una precisión casi militar. La vigilancia se volvió una rutina diaria para mí, y las noches se llenaban de conversaciones meticulosas con Nyx. Cada intercambio de información revelaba un nuevo ángulo del plan, afinando los detalles que llevarían a la ejecución final.

Una tarde, mientras estaba en la cabaña con Nyx, la tensión era palpable. Nyx había extendido un diagrama detallado de la ruta que Emily tomaba desde su gimnasio hasta su casa. Estábamos sentados frente a la mesa, rodeados por las notas y los planos que habíamos recopilado.

—He revisado todo lo que me has enviado —dijo Nyx, señalando el mapa con un dedo—. La tienda de comestibles sigue siendo una opción viable, pero el gimnasio sigue siendo nuestra mejor oportunidad. Aquí es donde debemos actuar.

—Sí, lo he notado —respondí—. He calculado que hay una ventana de unos 20 minutos entre el gimnasio y la tienda. Si actuamos en ese intervalo, podríamos minimizar el riesgo de ser vistos.

Nyx asintió, su expresión concentrada mientras tomaba notas en un cuaderno.

—Exactamente. Necesitamos asegurarnos de que el lugar donde la interceptemos sea discreto y lo suficientemente cercano para no levantar sospechas. Estoy pensando en un callejón cercano al gimnasio. Es lo suficientemente aislado como para no ser visto, pero accesible para nosotros.

—Puedo coordinar para estar en el callejón en el momento adecuado —dije—. Solo necesitamos un plan para manejar la situación una vez que la tengamos. No podemos dejar nada al azar.

Nyx se levantó y caminó hacia un rincón de la cabaña donde había una caja con varios equipos. Sacó una serie de herramientas y suministros, mostrándolos mientras hablaba.

—Tengo varios dispositivos que podríamos usar para asegurar la situación. Un par de cintas para inmovilizar, y algo de equipo para asegurar que no haya ruidos. El objetivo es hacer esto de manera rápida y silenciosa.

Miré los objetos con una mezcla de inquietud y aceptación. Cada herramienta era un recordatorio de la seriedad del plan y de la falta de retorno una vez que empezáramos.

—¿Qué más necesitamos? —pregunté, tratando de anticipar cualquier posible complicación.

Nyx revisó sus notas antes de responder.

—Necesitamos coordinar el momento exacto para actuar. Te proporcionaré un pequeño dispositivo de localización para que puedas mantenerme al tanto de tu ubicación en tiempo real. Esto nos permitirá reaccionar rápidamente a cualquier cambio en el plan. Además, asegúrate de que el vehículo esté listo para moverte rápidamente una vez que la tengamos.

A medida que la noche se acercaba, la sensación de nerviosismo se hacía más intensa. Cada detalle del plan estaba en su lugar, y la precisión se volvía cada vez más crucial. El callejón estaba listo, los equipos preparados, y mi papel como ejecutor se sentía inminente.

—Tengo todo listo para mañana —dije finalmente—. La vigilancia ha sido consistente, y creo que estamos preparados para actuar en la ventana de tiempo que tenemos.

Nyx sonrió, una sonrisa que combinaba satisfacción y frialdad.

—Excelente. Confío en que todo saldrá bien. Recuerda, la clave es la rapidez y la discreción. Una vez que tengamos a Emily, lo siguiente será manejar la situación con la máxima eficiencia.

Nos dirigimos hacia la puerta de la cabaña, y Nyx me dio una última mirada llena de expectativa. Me sentí abrumado por la seriedad del momento, pero sabía que no había marcha atrás. Todo lo que había hecho hasta ahora me había llevado a este punto.

—Nos vemos mañana —dijo Nyx, su voz un susurro firme en la penumbra.

Asentí, saliendo de la cabaña con el peso del plan y la responsabilidad sobre mis hombros. La noche estaba en su apogeo, y con cada paso que daba hacia mi casa, sentía cómo el momento decisivo se acercaba. La vigilancia y la planificación habían llegado a su fin, y ahora solo quedaba ejecutar el plan.

La noche había caído sobre la ciudad, y la oscuridad envolvía el gimnasio en un manto de silencio. Dentro de la cabaña, el ambiente estaba cargado de una tensión palpable mientras Nyx y yo nos preparábamos para el operativo nocturno.

Nyx revisaba los detalles del equipo una última vez. Sus movimientos eran metódicos, pero su expresión revelaba la seriedad de la misión. Me ajusté el traje de plástico y la máscara, sintiendo el peso de la responsabilidad que llevaba sobre mis hombros. Cada pieza del equipo estaba cuidadosamente revisada y colocada en su lugar.

—Recuerda, Jasper, este es el momento crítico —dijo Nyx con una voz baja y controlada—. La discreción es clave. No podemos permitirnos errores.

Asentí, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en mi estómago. El traje se pegaba a mi piel, y el silencio de la cabaña contrastaba con el bullicio que había fuera, en el gimnasio.

Salimos hacia el coche, y el trayecto hacia el gimnasio se sintió interminable. El paisaje urbano estaba envuelto en una penumbra inquietante, con luces de la calle proyectando sombras largas y erráticas. La ansiedad me mantenía en vilo, y cada pequeño ruido parecía amplificado en la quietud de la noche.

Al llegar, aparqué en un lugar discreto, a una distancia prudente del gimnasio. Las luces de los postes de la calle parpadeaban, y el estacionamiento estaba relativamente vacío. La mayoría de los coches pertenecían a personas que todavía estaban dentro, lo que brindaba cierta cobertura.

Me dirigí al callejón, que estaba oculto en una penumbra profunda, casi impenetrable. Cada paso que daba parecía resonar en la quietud, y la oscuridad del callejón me envolvía como una manta opresiva. Me aseguré de que el equipo estuviera listo y de que todo estuviera en su lugar. La mochila con las cintas y la cuerda estaba a mi lado, lista para usarse.

Miré el reloj: eran las 7:25 p.m. Emily debía salir en breve. La espera se sentía interminable. Los minutos parecían arrastrarse, y cada coche que pasaba me ponía al borde del pánico, temiendo que uno de ellos pudiera distraerme o alertar a alguien.

Finalmente, vi la puerta del gimnasio abrirse, y Emily salió, su figura iluminada brevemente por la luz de los postes. La vi caminar con tranquilidad hacia el estacionamiento, ajena a lo que se avecinaba. El momento de actuar se acercaba, y mi corazón latía con fuerza en mi pecho.

Salí de las sombras del callejón, moviéndome con cautela para evitar hacer ruido. Emily se acercaba al coche con paso relajado, y mi tensión aumentaba con cada segundo que pasaba. Mientras se aproximaba a su vehículo, me preparé para actuar.

La oscuridad del callejón me envolvía mientras me acercaba a ella. La adrenalina corría por mis venas, y cada movimiento parecía ralentizado por la ansiedad. En el último momento, cuando estaba lo suficientemente cerca, me lancé hacia ella, sacando la cuerda y las cintas de la mochila con manos temblorosas pero firmes.

Emily se giró, su rostro se contorsionó en sorpresa y miedo. Trató de gritar, pero rápidamente la inmovilicé, envolviéndola con la cuerda y asegurándola con las cintas. Cada movimiento era rápido y calculado, pero la presión de hacerlo bien mantenía mi concentración al límite.

Su resistencia fue mínima, y en cuestión de minutos, estaba bajo control. El callejón parecía más oscuro y más opresivo a medida que avanzaba el plan. Emily estaba inmovilizada, y la mochila con el equipo estaba lista para ser llevada al coche.

—Todo bien —dije, mi voz temblando ligeramente mientras me aseguraba de que Emily estuviera bien asegurada—. Ahora la llevamos al coche.

Nyx apareció en el callejón, su presencia fue un alivio en medio de la tensión. Empezamos a mover a Emily hacia el coche, manteniendo una vigilancia constante en los alrededores. Cada paso era una mezcla de temor y determinación, con el riesgo de ser vistos siempre presente.

Una vez que Emily estaba en el coche, la tensión no disminuyó. La distancia al lugar de la cabaña se sintió interminable, y el silencio del viaje se convirtió en una carga pesada. La adrenalina seguía corriendo en mis venas, cada minuto sintiéndose como una eternidad mientras transportábamos a la víctima.

Finalmente, llegamos a la cabaña. La noche seguía tranquila, y el silencio era casi ensordecedor mientras asegurábamos a Emily en el lugar preparado. La sensación de alivio al llegar era palpable, pero la tensión seguía presente.

Todo estaba listo para la siguiente fase del plan, y mientras nos preparábamos, la sensación de haber superado el primer gran obstáculo se mezclaba con la creciente anticipación de lo que estaba por venir, y yo no sabía y yo lo estaba.

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Kaidenn
Me encanta como escribes, me hace sentir parte de la historia. Espero poder seguir leyendo más de tus obras.
Daniel: Muchas gracias por el apoyo 🫂😊 me da gusto saber que en algun lugar del mundo hay alguien a quien le gusta mi manera de contar las historias.

Espero no defraudarte y seguir contando con tu apoyo 🫂
total 1 replies
Tsubasa Oozora
Interesante, porfi no tardes en actualizar
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