Mildred es una mujer que siempre se ha dedicado a su marido y a sus hijos, dejando su carrera en segundo plano. A cambio, su esposo se quedó con su mejor amiga, lo que le costó su amor y ahora lucha por reiniciar su vida. Ella todavía lo ama y lo que más desea es olvidarlo.
Valentín comenzó desde cero y se convirtió en uno de los mayores empresarios de Nueva York y de los Estados Unidos. Es un hombre frío, calculador y extremadamente sistemático. Le gusta aparecer con mujeres hermosas y jóvenes. Tuvo un romance de un año con una modelo considerada la más bella del país. Tuvieron un par de gemelos, pero antes de que nacieran los niños, ya no estaban juntos. Las mujeres dicen que no tiene corazón, que es frío, sistemático y temido. Sin duda, es una persona muy importante e imponente; se dice que trabaja con la mafia, y algunos incluso especulan que es parte de ella.
La Navidad se acerca y él necesita urgentemente ayuda con su familia; ella, por su parte, necesita dinero y una oportunidad para mudarse de ciudad. Sus destinos se cruzan y, de un lado, hay un corazón roto que quiere olvidar un amor; del otro, un corazón que nunca ha amado ni se ha dejado amar. Dicen que en Navidad suceden milagros, ¿será cierto?
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Capítulo 12
Mildred
Salgo y en mi cabeza pasan mil pensamientos, ¿estaré haciendo lo correcto?
Lo peor es que nadie puede saber que es una farsa, solo Ade y Leo, espero no haber hecho ninguna estupidez como dice el señor Gruñón.
Para Melinda, él y yo tendremos que ser novios de verdad, Dios mío ilumina mis palabras para que pueda usarlas de la manera correcta.
Voy a casa y Melinda está con Ester, ella empezó hoy.
Las dos están entretenidas jugando que ni me ven entrar, decido salir de puntillas e ir a la tienda a hablar con Ade y Leo, espero sobrevivir a esta conversación.
Entro y están exactamente donde me gustaría que estuvieran, en la pequeña oficina que hay en la parte trasera de la tienda.
Adelaide - Hola querida, ¿o puedo decirte loca? ¿Te crees, Leo, que fue a hablar con el señor Valentin Carters así, en chándal? (Riendo) ¿No te echó?
Mildred sonríe - No está loco o sabe que no tiene alas, porque si lo hiciera seguro que tendría que aprender a volar, porque lo tiraba desde arriba.
Leo y Ade se ríen con ella.
Mildred - En realidad, me pidió que fuera su novia de mentira.
Los dos juntos - ¿¿¿Qué????
Mildred riendo - Tranquilos, es mentira, pero por favor nadie puede saber que es una farsa, solo vosotros y los hombres de negro.
Leoni - ¿Hombres de negro?
Mildred - Los amigos que trabajan con él, son tres, por lo que he entendido uno es de finanzas, un abogado y uno de RRHH.
Adelaide riendo - ¿Y por qué hombres de negro?
Mildred - Porque todas las veces que los vi iban con traje negro e imagina, para trabajar con el Gruñón, perfectamente arreglados o podemos decir impecables.
Leoni - ¿Y tú fuiste en chándal?
Mildred - ¡Anda ya! Qué quisquillosos, estaba en casa y el muy estirado me hizo salir como una loca.
Se ríen.
Adelaide - Está claro que no aceptaste, ¿verdad, Mildred?
Mildred - Pues......
Adelaide - ¡¡¡Mildred!!!! No me digas que has aceptado una locura así.
Mildred - Es que sabe persuadir muy bien. Antes de matarme, escúchame. Me ofreció una sociedad y sigue hablando.
Leoni - ¿A cambio de salir con él hasta final de año?
Mildred - Sí, bueno, en realidad comprometerme con él en Navidad y empezar el año peleados, solo socios.
Adelaide - ¡No! Mille es una locura, aunque me encantaría tenerte aquí en Nueva York y más aún ver a Brian y Barbara lejos de ti y de la pequeña.
Leoni - Creo que hiciste un buen negocio, ¿qué son unos días...?
Adelaide - ¿Firmó algún contrato?
Mildred - Confío en él.
Adelaide - No lo hagas, ¿y si te engaña, si solo te utiliza?
Mildred riendo - He leído sobre él, odia los escándalos, las exposiciones en los medios de comunicación de esa manera y lo que es peor creo en el señor Gruñón.
Leoni riendo - ¿Gruñón?
Mildred - Es que todas las veces que he hablado con él estaba enfadado y muy gruñón, además de mandón, oh hombre al que le gusta que las cosas se hagan como él quiere y cuando quiere. Me irrita, pero es una oportunidad para cambiar mi vida y como sabéis no tengo ni experiencia ni dinero.
Adelaide - Espero que no haga nada malo, ¡porque lo mato!
Mildred sonríe - Yo también te quiero, Ade, pero tenemos que admitir que es una buena salida para mí.
Leoni - Para él también.
Mildred - ¿Cómo es eso?
Leoni - Mille, tú eres diferente a esas mujeres con las que él se relaciona, eres compañera y él sabe que vas a ayudarle, la gente se lo creerá porque no eres una niña o alguien con cara de querer dinero, él riendo aunque lo estés extorsionando.
Mildred - Dios mío, Leo.
Leoni riendo - Estoy bromeando, tonta.
Adelaide - Aun así no me gusta.
Leoni - Mille, ella te va a ayudar, conoces a nuestra Ade.
Mildred sonríe - Sí, es puro amor.
Adelaide - Os odio a los dos.
Mildred sonríe - Necesito mucho tu ayuda, Ade.
Adelaide - Ay Dios mío, habla ya.
Mildred - Es que esta noche quiere que vaya a cenar con él y sus amigos y dice el nombre del restaurante.
Leo y Ade - J*der es un restaurante muy famoso y carísimo.
Mildred - Por lo que he visto en Internet sí, pero he estado casada durante años y Winchester tiene unos 28 mil habitantes, es un huevito comparado con Nueva York, no tiene tanto lujo.
Así que no tengo ropa para ir y no salgo desde hace meses y años que no salgo como novia. Solo salí en serio con Brian.
Adelaide - Es solo por eso que todavía crees que le quieres, él siempre fue tu primero en todo, nunca te diste la oportunidad de conocer a otras personas o mejor dicho a otros hombres.
¿Sabes que aunque sea mentira, estoy empezando a pensar que te hará bien?
Mildred - Necesito comprar ropa e ir a una peluquería a arreglarme.
Ella muestra su tarjeta.
Adelaide - ¡¡¡J*der!!! Mille
Leoni riendo - Qué boca más sucia, Ade.
Adelaide - Cariño, el tipo está colado por ella.
Leo y Mille - ¿Qué?
Adelaide - Despertad los dos, le ha dado una tarjeta ilimitada, para que compre lo que quiera.
Tío, es sistemático, frío, calculador e incluso desesperado no tiene el perfil de quien le daría una tarjeta suya a una mujer que apenas conoce.
Se ha encaprichado de ti, Mille.
Mille riendo - Deja de decir locuras, Ade, es muy rico y me dio la tarjeta porque le estoy ayudando y necesito parecer la novia del famoso Valentin Carters, es decir, estar bien vestida, arreglada.
Adelaide - Vale, pero podría haber mandado a alguien contigo, haberte mandado algo de ropa, haberte dado una cantidad de dinero en efectivo o haberte dado acceso a alguna tienda.
¡Pero el tipo te ha dado una tarjeta suya! ¡Y encima ILIMITADA!
Mildred - Nada que ver, solo necesita ayuda y le estoy ayudando.
Leoni - Mille, tengo que estar de acuerdo con Ade, creo que se ha encaprichado y además te tambaleas cuando hablas de él.
Mildred - Están locos los dos, Ade, por favor.
Adelaide ni siquiera la deja terminar - Te voy a ayudar, ¿a qué hora es la cena?
Mildred - 19 horas.
Adelaide - ¡Dios mío! Mille tenemos que correr, vamos a pasar a reservar en la peluquería, conozco una y lo consigo.
Después iremos al centro comercial, necesito dejarte impecable.
Mildred - Vaya, parece que doy pena.
Adelaide - ¡No! tenemos que parecer la novia del famoso Valentin Carters y prepárate para ver el milagro que hacen ese nombre y esa tarjeta.
Antes de que se fueran
Mildred - Solo por favor, nadie más que ustedes y los hombres de negro pueden saber que es una farsa.
Leoni - Tranquila, mi cuñada es la novia del famoso Valentin Carters y para nosotros será genial.
Adelaide - ¿Cómo que Leo?
Leoni - Imagínate, Ade, mañana todo el mundo sabrá que están saliendo y ella es tu hermana, tenemos una tienda y nuestras ventas van a aumentar mucho. Valentin Carters es un tipo muy famoso e influyente.
Adelaide sonríe - No había pensado en eso, me está encantando esta farsa.
Vamos, Mille.
Se van.