Anastasia alegre, espontánea y feliz... En su segunda vida conocerá al Gran General, un hombre recto, estricto y de pocas palabras.
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Pastelería
Anastasia se paseo por la Plaza y después entro a su pastelería favorita. Allí la recibió la misma señora, que la atendía siempre que ella iba, aunque por su apariencia, no pudo reconocerla.
- Buenos días, que necesita
- Buen día, me da un pastel de fresa y un te, gracias
- ¿Es nueva en el pueblo?
- No, la verdad es que vivo lejos, a la salida del pueblo
- Por eso conocía nuestros pasteles
- Si, a veces les pido a mis sirvientes que vengan, me gusta el de fresa y el que tiene relleno de mora
- Que bien, veo que conoce nuestros pasteles
- Sí, son mi pasteleria favorita.
- Bien señorita, enseguida regreso
- Gracias, pero soy casada
- Oh, que bien
- ¿Y su esposo, la acompaña?
- No, no pudo, quizás le lleve algunos pasteles después.
- Bien madam, regreso enseguida
Unos minutos después, Anastasia recibió su pedido
- Madam, aquí tiene
- Muchas gracias
- Y cuénteme esta sola en el pueblo
- La verdad es que no, pero espero volver pronto a mi casa
- Ah, que bien, disculpe es que soy muy observadora
- Que bien, me imagino que debe conocer a mucha gente
- Si, por ejemplo, ¿conoce usted al joven que entro?
- ¿Quién? ¿El de uniforme militar?
- Si, es el General Aragón, esta pronto a casarse con su novia
- ¿Novia?
- Claro, permítame contarle…
[Así, que el soldadito tiene novia, cuando todo esto termine, lo voy a matar, se la voy a cortar…]
- Claro, dígame
- Todo el pueblo, ya lo sabe, el General seguramente se casara este año, o quizás en primavera, su novia es muy querida por sus sirvientes y por supuesto, al igual que él es de una buena familia…
- Oh ya veo… ¿Y quien es la afortunada?
- Lady Hamilton
- ¿Quién?
- La hija menor del Duque Hamilton
- Oh…
- Bien, me retiro, cualquier cosa me llama
- Ya muchas gracias
[La gente es muy chismosa, ya dicen que el soldadito pervertido es mi novio, mi padre habrá escuchado esos rumores…]
Anastasia, divagaba en sus pensamientos, y los minutos avanzaban y aun no recibía señales de los hombres.
[Maldición, que voy hacer, sino aparecen…]
- Mi lady, ¿Cómo estuvo el pastel?
- Muy rico como siempre…
- Que bien, mire las aves van al norte…
- ¿Cómo? Oh… [¡Rayos! La amable señora es de esa horrible organización]
- Si, van el norte…
- ¿Y por que?
- Porque…
- ¿Quiere el producto?
- Quizas usted me entienda, nos casamos hace tres años y aun no… usted entiende
- Oh ya veo, eso supuse…
- Ahora espere aquí, ya regreso…
Anastasia, se dio cuenta, que su pulsera, estaba parpadeando…
[Maldición, no ahora, ¿Qué hago?... Si me voy, nunca más estaremos tan cerca, además no tenemos pruebas para arrestar a la pastelera malvada…]
Ella se levanto de su asiento y fue al baño…
[Alexander se pondrá furioso, pero esta información es muy importante]
Y bebió una segunda dosis de la poción. Cuando volvió se sentía algo mareada, pero logro manejarlo…
- Madam aquí está la cuenta.
- Gracias y cuénteme como…
- Tranquila, hospédese en el hotel que esta frente a la fuente y allá le llegaran noticias
- Pero, cuénteme, es algo seguro…
- ¿Por qué las preguntas?
- Confiare en usted y le contare la verdad…
- Dígame madame
- Necesito mas información… porque tengo que irme a la casa de mis padres para disimular y no aparecer de repente…
- Claro, por ahora ya puede usar ropa ancha o una almohada, si le preguntan dígales que no lo conto antes, por miedo
- Entiendo, me iré ahora
- ¿Se siente bien? Se ve algo pálida
- La verdad es que no mucho, he esperado mucho esto, debe ser eso
- Tranquila, todo saldrá bien.
Anastasia salió de lugar y todo le daba vueltas, avanzo un poco mas y se sentó en una banca.
Hubo un altercado cerca de ella y toda la gente se acercó, fue en ese momento, que Alexander usando la poción la saco del lugar. Cuando ella lo vio, solo alcanzo a sonreírle y cayo desmayada.
