RESILIENCIA

(Mar)

No, no de nuevo, no me toques... no me ates, las cuerdas me lastiman.

Me da asco, sentir estas manos sucias, sobre mi cuerpo.

Tú, eres un monstruo, eres perverso, eres un demonio...

No quiero, tengo náuseas, déjame ir por favor... Suéltame...

Sentir su asquerosa boca sobre mis pechos, mientras con una mano sujeta una de mís piernas, para que le de acceso y con la otra toca mi intimidad, eso me da repulsión.

Lo hace bruscamente, yo detesto como introduce sus dedos, no por favor, no me toques así, es asqueroso, como puedes decirme que me quieres, si me tomas por la fuerza, como puedes decir que yo quiero estó, que yo lo provoqué, si me drogaste para hacerlo cuando yo tenia 13 años, como puedes decir que te provoco con mi belleza, ¿acaso yo pedí nacer así?. no, no te introduzcas en mí, me duele, me haces daño, mejor matamé de una vez, prefiero morir... pero ya no me hagas esto, me duele, me duele, no lo hagas, te suplico que no lo hagas, no, no, Noooooo...

—Mar, bonita despierta, Mar, MAR.—Escucho la voz de alguien que me habla, dice mi nombre...

Me despierto asustada, Mis lágrimas no piden permiso para salir... mi corazón late tan fuerte, mi respiración está tan acelerada, mi pecho duele, el alma me duele, tengo ganas de vomitar, mi cuerpo tiembla de miedo...

Levanto mi vista, estoy al aire libre... veo a la Mujer, se le ve preocupada.

—¿Quién eres tú?, ¿qué hago aquí? ¿Quién eres?...—Le digo alterada y la mujer se queda viendo sorprendida.

Su mirada esta fija en mí, pero es una mirada serena.

—Mar, cariño soy Esperanza, "Anzi" Tú me dices así, nos conocimos ayer en la mañana en el autobús, ¿recuerdas?

Estamos en la Capital, estamos juntas, tratamos de escapar del pasado... Ahora, vamos a comprar unos instrumentos musicales y te enceñaré a tocar, lo haremos para ganar dinero y nos iremos de este pais, ¿recuerdas?—Escucho cada palabra de la mujer y mi mente se aclara, veo a mi alrededor, estamos a la intemperie, debajo de un arbol, las calles están vacías, solo algún vehículo que pasa a rápida velocidad.

Respiro a profundidad...

Mi conciencia vuelve a mí, veo a Anzi, esta sentada, viéndome, esperando que yo reaccione.

Recuerdo, todo lo de ayer, recuerdo su historia, suspiro y despacio vuelvo a recostarme con la cabeza en sus piernas, ella acaricia mi cabello, pues la gorra que traía puesta, se cayó de mi cabeza.

Le, sonrió y ella devuelve la sonrisa.

—Lo siento Anzi, por favor discúlpame, era una pesadilla, son muy reales, es una tortura continua.—Le digo, mientras me levanto y me lanzó en sus brazos, llorando y temblando por esta ansiedad que siento, ella me abraza tan fuerte, tan cálidamente que en ese momento siento, como la tranquilidad empieza a llegar a mi mente, respiro y la frescura del aire, llega a mis pulmones y ese ambiente me da esperanza, su abrazo me da esperanza...

—Lo sé Mar, sé que es muy doloroso, era una pesadilla, pero ya paso estás aquí, estás conmigo...Mar mira el cielo, mira que hermosas son las estrellas, mira la luna, es algo fuera de serie, mira donde estamos, no estamos en una casa, estamos en la calle, no tenemos comida para mañana, pero tenemos esperanza, olvida la pesadilla, ya no estas en San Diego, piensa en que ya estás lejos, lejos de ese monstruo y que Él nunca mas te tocará, piensa en eso, que ya no va a pasar nunca más.

Piensa en cosas lindas, mira este arbol de flores rosadas, mira aquel de alla, tienes flores amarillas, Mar, mirate tú eres muy bella, mira tu cabello es espectacular, te podrian contratar, para hacer un comercial de shampoo, ¿nunca lo has cortado?, es como mandado a diseñar y tu rostro es tan hermoso, pareces una princesa, Mar eres preciosa...

—Gracias Anzi, todos siempre dijeron eso, nadie se explica por qué salí así, mi madre solía decír que me parezco a ella, pero no es cierto, mi abuela decía que yo soy idéntica a la abuela de mi Padre, que ella tenía los ojos color miel, como los míos, el cabello claro y la piel blanca.

Mi abuela decía que no entendía por qué mi Padre se fue, si hasta los 3 años yo era su adoración, y la de mis abuelos.

No entiendo tantas cosas Anzi, no entiendo qué sucedió en mi vida...

Pero, quiero olvidar...

Por cierto tú también eres muy bella. ¿cuántos años tienes?.

—Cumpliré 38, en dos semanas...

—En serio, pues lo celebraremos juntas, te quedaras conmigo siempre ¿verdad?.—Le digo a la hermosa pelinegra.

—Siempre Mar, quiero adoptarte como hija, ¿quiere ser mi hija?...

—Me encantaría, ser tu hija.—Le digo a la mujer, con la mirada más sincera que he conocido jamás.

Dicen que el amor a primera vista existe, yo podría decir que sí, no solo para una relación de noviazgo, sino tambien se da en el caso nuestro.

Quizá la compasión que sentimos la una por la otra, por el sufrimiento que hemos vivido, por qué las dos hemos tenido una trágica vida, por ser víctimas del abuso, quizá la necesidad de tener compañía, o porque tenemos un objetivo en común; no sé por qué razón sea, pero entre Anzi y Yo se está formando un lazo de amor, tan grande como el de una madre y su hija y eso me hace sentir, feliz por primera vez en mucho tiempo.

Saco mi tel. y veo la hora, Dios son las 4: a. m.

Habíamos quedado en turnarnos y solo yo he dormido.

—Anzi debes dormir, no me despertaste, para que yo cuidara, si no es por la pesadilla, no me hubieras despertado.—Le digo y ella sonríe.

—Pues, fue bueno verte dormir, aparte de eso he reflexionado mucho, y organizado algunas ideas de mi vida.

Dormiré y en dos horas, nos levantaremos a una nueva vida Tu y Yo, y para eso vamos a ser muy valientes.—Me dice y yo muevo mi cabeza, para afirmar.

Le sonrió y veo dormir a La mujer, muy pegada a mí. Y así como ella lo hizo conmigo yo también acaricio su cabello.

Ella es muy bonita, tiene exactamente el color perfecto, un moreno tan lindo, unas largas pestañas y su cara tan bien cuidada, su largo y liso cabello le hace ver más hermosa.

Verla aquí, a mi lado me hace sentir tranquilidad, porque sé que no estaré Sola.

De nuevo veo al cielo, y pregunto.

...Hola, ¿estás allí?...

Bueno si estas allí, solo quiero decir, gracias por lo que estás haciendo...