Seducción Y Pecado.

Hoy seria la coronacion y estaba nerviosa, ademas hoy llegaría mi invitado especial, mi esposo estaria muy sorprendido. Cuando baje a desayunar me conseguí a mis queridas hermanas en el pasillo. Se acercaron a mi corriendo con mala cara.

- Tu, que le hiciste.

- Donde esta el principe, habla maldita.

- Señoritas que es este escándalo, una dama jamas debe perder la compostura ni ir corriendo y gritando por los pasillos, pretender dejar en vergüenza a la familia real, que diria mi esposo si las ve.

Las dos se veian avergonzadas comenzaron a arreglarse la ropa y el cabello.

- Ademas no le e hecho nada a mi esposo, solo llego anoche borracho a mis aposentos, lo deje dormir en mi habitación y yo dormi en otra fin de la historia. Deberian de estar mas pendiente de el, no se supone que ustedes son esposas devotas que lo aman y dan todo por el

Las dos parecian que iban a estallar de la rabia y cuando iban a hablar apareció remus.

- Buenos días esposa, señoritas. Acaso me estaban esperando para desayunar

- Buenos dias esposo espero que hayas dormido bien.

El me miro y sus mejillas se sonrojaron, acaso estaba apenado, Ja esto es nuevo.

- Tus queridas Concubinas solo vinieron a reclamar estaban seguras que yo te habia hecho algo.

El puso cara molesta y las vio.

- Jamas vuelvan a pensar asi de mi esposa, solo quise pasar la noche en sus aposentos. Ahora vayamos a comer.

Ellas se iban a acercar a tomar su brazo, pero el me miro y me ofrecio el brazo.

- Esposa vamos?

- No esposo no dejes solas a tus concubinas estaban preocupadas por ti, ya yo tuve suficiente de ti anoche.

Les pase a un lado y segui mi camino hacia el comedor, los escuchaba venir detras de mi. Era la primera vez que no era yo la que venia detras de ellos y se sentia muy bien, cuando llegamos al comedor, Abrieron las puertas y nos presentaron.

- Viene entrando la Segunda princesa Alicia Louis de Xion

El guardia seguiría con su presentación y yo solo pase, no me quedaría a esperar por ellos nunca mas.

Buenos dias, Padre, Madre, Alteza.

Ellos se levantaron y hicieron una reverencia, la emperatriz como siempre me miro mal.

- Niña mal educada por que no esperaste la presentacion de tu esposo y hermanas.

Yo solo la mire y sonreí cálidamente.- No vine con ellos asi que no debo esperar por nadie Su majestad.- Camine hacia el asiento mas lejano de ellos cuando llego Remus con mis hermanas.

- Buenos dias madre, padre, Hermano.

Mis hermanas saludaron tambien y fueron a sentarse, remus se acerco a mi y hablo.

- Esposa porque no te sientas en tu lugar.

Su manera de hablar tan cariñosa me repugnaba, pero que le pasaba a este idiota.

- Este es mi lugar esposo, siempre me siento aqui.

- Ok entonces me sentare contigo si no tienes problema.

Obviamente tenia problemas pero no podia decirlo aqui.

- Esta bien esposo.

El se sento a mi lado y comenzaron a traer la comida, todos hablaban de la coronacion.

Cuando sirvieron la comida, Remus comenzo a servirme en mi plato tan cariñosamente, lo mire a la cara extrañada, pero que le pasaba a este idiota, sera que ya sabia lo que planeaba hacerle.

Cuando termino de servirme toda la mesa estaba en silencio, todos nos veian.

- Sucede algo.

- no no hijo nada.

Todos siguieron la comida, hablaban de la coronacion pero yo ya no estaba escuchando, seguia pensando que carajos le sucedía a remus.

Cuando termino la comida me retire a mis aposentos, estaba en mi estudio cuando tocaron la puerta, entro clara con un arreglo floral con azucenas, eras las flores favoritas de mi padre y crecían en el marquesado, las odiaba, quien mierda habia enviado esto.

- De donde salio esto clara

- Las trajo para usted el asistente del segundo principe.

- Que dice en la nota.

Ella la tomo y leyó en voz alta.

- Lo siento... Es lo unico que dice Princesa

- Ja y que es lo que siente este idiota, haber venido a molestar borracho o haber sido un mal esposo por mas de una decada. Jumm vota esas flores clara no las quiero ver aqui.

La tarde paso rápidamente y llego la hora de la coronacion, ya estaba lista para partir, iba caminando hacia la salida del palacio donde me estaba esperando mi carruaje y hay estaba remus con mis dos hermanas, ellas se veian molestas, cuando escucharon mis pasos voltearon hacia mi viendome sorprendidos, mi vestido de hoy era excepcional, lo habia confeccionado yo misma con mi magia de hielo, la falda era de finas capaz de hielo como pequeños cristales de hielo unidos en uno solo y llevaba una pequeña corona de hielo como diamante celeste. Cuando llegue a ellos hice una reverencia.

- Buenas noches esposo, hermanas. No sabia que me estaban esperando.

Ninguno decia nada seguian viendome sorprendidos

- Bueno mi carruaje ya me esta esperando.

pase a su lado y camine a hacia mi carruaje cuando remus tomo mi mano.

- Alicia.- el miro mi mano sorprendido.- Estas congelada, tienes frio?.

Se acerco a mi, iba a quitarse su saco pero lo detuve.

- Esposo no, no tengo frio, mi cuerpo siempre está asi.

- Estas segura, podrias enfermar.

Parecia genuinamente preocupado y me asqueaba.

- Estoy segura, podrias soltar mi mano

el me solto avergonzado y hablo.- Quiero que vengas conmigo Alicia en mi carruaje.

Mis hermanas se acercaron rápidamente.

- Pero esposo donde iremos nosotras.

- No cabemos todos en el carruaje.

- ustedes pueden irse en el que se iba a ir Alicia, mi esposa vendra conmigo.- El me miro y estiro su mano y dijo.- Vienes esposa?

Queria gritarle que no pero al ver la cara de molestia de mis hermanas me decidi a joderles la noche como me la habian jodido a mi incontables veces.

- Esta bien esposo.- Tome su mano y voltee a ver a mis hermanas. - Buen viaje señoritas.

Ellas me miraron molestas y yo solo sonrei y camine hacia el carruaje con remus, nos montamos y el carruaje arranco.

- Mm te gustaron las flores que te envié esposa.

- No me gustan las azucenas esposo asi que no, no me gustaron.

Su mirada cambio a una afligida, me molestaba tanto que siguiera actuando de esa manera.

- Oh yo... No lo sabia, pense que como en el marquesado...

- Pensaste que asi como a mis hermanas a mi tambien me gustaban porque son las flores favoritas de mi padre no? Pues no es asi las odio, me recuerdan a todo lo que odio de mi familia y todos los años de tortura que vivi en el marquesado, asi que te agradezco que no vuelvas a enviarme esas flores esposo.

- Yo lo siento tanto alicia, no lo sabia, yo no sabia que...

- No sabes nada de mi esposo es entendible, simplemente no vuelvas a hacerlo.

El solo se quedo callado, ya casi llegabamos cuando volvio hablar.

- Cual es tu flor favorita esposa?

- La mimosa, una flor que crece en el duro invierno.

El solo se quedo callado pensativo.

- Tu... Tienes magia esposa?

Justo cuando iba a contestarle el carruaje paro y avisaron que ya llegamos, abrieron la puerta y el bajo primero y me ofrecio su mano. La tome y baje con su ayuda, me tome de su brazo y entramos al templo, todo el mundo nos veia y era normal, nunca habiamos llegado a ningun evento juntos. Nos sentamos en los primeros puestos en Silencio, cuando se acerco mi querido padre

- Principe remus es un gusto verlo, me preguntaba donde dejo a mis hermosas hijas.

- Bueno estoy aqui con una de ellas quien es mi esposa, mis concubinas vienen en otro carruaje como comprendera, no entramos todos en uno solo.

Casualmente en ese momento ellas llegaron, saludaron a mi padre con miradas lastimeras y se sentaron al lado de remus. El parecia incomodo.

- Me parece que no debio dejar a mis hijas venir solas, dos damas no deberían llegar a ningun evento sin su esposo.

- Bueno mi esposa tampoco deberia llegar sola asi que creo que hice una buena elección.

Mi padre lo miro mal y se retiro, Patricia hablo en el oido de remus en silencio creyendo que no la escucharia seguro

- Hemos hecho algo malo esposo.- El solo respondio.- Hablamos en el palacio.

De repente las trompetas sonaron y las puertas se abrieron, todos nos levantamos y miramos a la puerta, Ahi estaba el, mi corazon latia desbocado con solo verlo, solo el podia provocar esto en mi. Tenía un Traje Blanco con dorado que se ajustaba perfectamente a su figura, comenzo a caminar hacia adelante y sus ojos se posaron en mi, podia sentirlo como escaneaba todo mi cuerpo, me miro a los ojos y despues miro hacia al frente, llego hacia al altar y todos nos sentamos, el se arrodillo su padre dio un pequeño discurso y puso la corona en su cabeza el se levanto y se dio la vuelta, la corona le quedaba preciosa, todos gritaron jurando lealtad al nuevo emperador Alejandro Xion.