Después De La Venganza Tendré Un Amante

Las clases dieron inicio, y todos en el salón se limitaron a hacer lo que tenían que hacer, y la pequeña Isabella solo se limitaba a mirar y de vez en cuando daba algunas respuestas según su conocimiento.

En la hora del recreo, ella no salió de su aula, en dónde comió un sándwich que le habían preparado las empanadas de la mansión, mientras que Nina, se fue a su hora de descanso, a jugar con sus amigas, las cuales eran iguales de tonta que ella.

Después del recreo, nuevamente las clases comenzaron, y la niña se dedicó a dormir un poco, y la maestra la dejó tranquila, después de todo, ella ha estado muy débil.

Durante el resto de la clase la niña durmió mucho, y únicamente fue despertada, cuando el timbre de la escuela anunció la salida de todos.

Ella al despertar tomó sus cosas y salió de allí, fuera del aula estaba su padre, quien recién llegaba de hablar con el director, el hombre se sentía dichoso, y lo mostraba con una sonrisa amplia.

—Hija, mi pequeña, estoy tan feliz que soy capaz de ir al espacio sin cohete, tengo a la mejor hija y a la más inteligente del país— dice el hombre mientras carga a su pequeña hija, Nina solo ve con odio a Isabella, ya que ella nunca recibe elogios de nadie, y ahora Fabio la tiene en la mira al igual que su madre, por culpa de esa niña.

De parte de Isabella, ella solamente se avergonzaba de la forma de su padre e intenta bajarse de sus brazos, pero el hombre la tiene apretada como un koala.

Para evitar más vergüenza, ella mejor deja que Fabio la abrace hasta estar cansado, pero resulta que el hombre salió con ella en brazos, y la llevó hasta el carro así, por lo que decide protestar.

—Papá, soy grande, no debes tratarme como un bebé, ¿Qué dirán mis compañeros de mí? ¡Qué vergüenza! — se tapa ella la cara, y el hombre nada más sonríe por la acción de su hija.

—Nadie se atreve a buscar problemas con la heredera de la fortuna Valencia, no si quiere irse a la quiebra — expresa él con orgullo.

Fabio no se equivoca, nadie en ese país se atreve a meterse con su familia, sin sufrir las consecuencias.

Isabella ya no dijo nada, y únicamente se limitó a mirar a su padre con cara apenada.

La pequeña víbora a su lado, estaba reventando de la envidia, y jura por ella misma que se quedará con lo que tiene Isabella, así tenga que matarla.

Cuando todos salieron de la escuela, todos tenían diferentes pensamientos en sus cabezas.

Al llegar a la mansión, todo el mundo se ocupó de lo suyo.

Isabella se fue a descansar a su habitación, y cuando despertó, ya era un poco tarde, por lo que se levantó de su cama y se fue a bañar, cuando salió, su padre tocaba la puerta para entrar, y ella le da permiso para hacerlo, mientras se pone una bata de baño.

El hombre traía consigo una caja en las manos, la cual contenía un hermoso vestido.

—Hija, quise que usarás un vestido al estilo que te mereces, espero que esta noche puedas brillar como la estrella que eres— dice el hombre con los ojos llenos de felicidad.

La pequeña se acerca a él y va a abrir la caja, la cual contenía un cambio completo de ropa, tal parece que el hombre tiene buen gusto.

Ella solo agradece y se va a cambiar, mientras que su padre, sale de la habitación para darle su espacio.

La niña por su parte, solo se dedicó a cambiarse, y al tener el cabello bien cuidado, le fue fácil hacerse algo en él.

Cuando terminó de cambiarse, sale de la habitación, en dónde ve a su padre esperando por ella.

Él al verle llegar, toma una de sus manos y se va para la planta baja de la mansión, en dónde Nina y su madre esperaban, no porque irían al evento, sino para despedir a padre e hija.

¿Por qué no irán al evento?

Fácil, Fabio les prohibió hacerlo, por temor a que alguna de ellas arruine el momento especial de su hija.

Por lo que tras reunirse con ellas dos, le dejó en claro todo.

—Hoy es un día especial para mi hija, hoy es condecorada como genio del país, y ustedes no estarán a su lado, les sugiero que ambas se mantengan bajo perfil, y no hagan nada peligroso— dice Fabio y Roxana quiso protestar.

—Esposo, deja que mi hija y yo vayamos al evento, prometo que no haremos nada vergonzoso — dice la mujer un poco afligida, deseando que Fabio la lleve a ella y a su hija, pero este no acepta nada.

—Roxana, si no te he echado de casa, ha sido por lástimas, así que no me tientes a hacerlo, y será mejor que te comportes. Ya di mi palabra, ambas no irán a ningún lado— dice el hombre y se va dejando a la mujer furiosa.

Ella creía que después de que con artimañas le hiciera creer a Fabio que él fue el culpable de la pérdida de un supuesto embarazo que perdió y que la dejó estéril, el hombre estaría a su disposición, pero ni usando aquel hijo que nunca existió en primer lugar, el hombre hace lo que ella desea.

Tendrá que buscar otro método para engañarlo, y hacerlo hacer lo que ella diga, de lo contrario, la gallina de los huevos de oro se le va a terminar cuando ella menos lo espere.

Aquí están los personajes

Isabella

Fabio

La bruja mayor (Roxana)

La bruja menor (Nina)

***

Nos vemos mañana