Una mujer, una traición, un matrimonio sin amor.
¿Realmente valdrá la pena?....
Espero que esta carta te encuentre bien, aunque mi corazón late con dolor al pensar que ya no estaré aquí para verte sonreír. Si la estás leyendo, es porque mi tiempo se ha agotado y mi cuerpo ya no puede luchar más.
Quiero que sepas que te perdono. Te perdono por todo el dolor que me causaste, por todas las noches que pasé llorando por ti, por todas las mañanas que desperté con la esperanza de que regresaras a mí.
Te perdono por no estar allí para mí cuando lo necesité, por no escuchar mis súplicas, por no sentir mi dolor. Te perdono por dejar que el tiempo y la distancia nos separaran.
Aunque decidí rendirme y dejar de luchar por nosotros, nunca dejé de amarte. Siempre te amé, y siempre te amaré. Recuerdo cada momento que pasamos juntos, cada beso, cada abrazo, cada mirada...
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Capitulo 18
Elena ahora se encontraba en Estambul, mientras tomaba un café en soledad, sonrió al recordar los momentos importantes de su vida, los hombres que habían dejado una huella indeleble en su corazón.
"En la vida de una mujer, debe haber por lo menos tres hombres importantes", pensó.
El primer hombre que vino a su mente fue Lewis Hamilton, el amor de su vida. "Él fue el que me hizo sanar y volver amar", recordó. "Después de todo lo que pasé con Sergio, Lewis me mostró que el amor podía ser puro y verdadero". Su relación con Lewis había sido intensa y apasionada, y aunque no había durado para siempre, Elena sabía que siempre tendría un lugar especial en su corazón.
Luego estaba Max Verstappen, su alma gemela. "Él es mi otra mitad", pensó. "La persona que me complementa". Aunque su relación con Max no era romántica, Elena sabía que él era el único que la entendía completamente. Max había sido su roca en momentos difíciles, y ella sabía que siempre podría contar con él.
Y por último, estaba Sergio, su primer amor. "Él es mi desquiciado hombre, mi pecas", recordó con una sonrisa. "El hombre que me llevó al cielo pero me arrastró al infierno". Aunque su relación con Sergio había sido tumultuosa y dolorosa, Elena sabía que siempre tendría un espacio en su mente y corazón. "Aunque no estamos juntos y a veces llegué a odiarlo, sé que él fue una parte importante de mi vida", pensó.
Elena se dio cuenta de que cada uno de estos hombres había jugado un papel importante en su vida, y que cada uno había dejado una huella única en su corazón. "Son los tres hombres que me han hecho quien soy hoy", pensó. "Y aunque la vida me ha llevado por caminos diferentes, siempre los recordaré con cariño y gratitud".
Con una sonrisa, Elena se levantó y se miró al espejo. "Soy una mujer fuerte y feliz", se dijo. "Y sé que siempre tendré a estos tres hombres en mi corazón, como recuerdos de los momentos más importantes de mi vida".
Elena se volteo , saliendo de la cafetería mientras reflexionaba sobre su vida y su relación con Sergio.
"Es como si el destino nos hubiera elegido para jugar al gato y el ratón", pensó. "Por más que me aleje, siempre termino involucrada con Sergio de alguna manera".
Elena recordó todas las veces que había intentado dejar atrás a Sergio, pero siempre parecía que el universo los unía de nuevo. "Es como si estuviéramos condenados a repetir el mismo patrón", se dijo.
"El tira y suelta", pensó. "Sergio me atrae y me rechaza, me hace sentir vivo y me hace sentir muerta. Y yo, como una tonta, siempre vuelvo a caer en su juego".
Elena se rió amargamente. "Somos un chiste para el destino", se dijo. "Dos personas que no pueden estar juntas, pero no pueden estar separadas. Es como si estuviéramos unidos por un hilo invisible que no podemos cortar".
Pero a pesar de todo, Elena sabía que no podía culpar solo a Sergio. "Yo también tengo mi parte de culpa", se dijo. "Yo también he permitido que esto siga pasando. Yo también he vuelto a caer en su juego una y otra vez".
Elena se sentó en una banca en el parque y miró hacia el horizonte, hacia el mundo que la esperaba. "Es hora de cambiar", se dijo. "Es hora de romper este ciclo. Es hora de encontrar mi propia felicidad, sin Sergio".
Pero mientras miraba hacia el pequeño arroyo Elena no pudo evitar preguntarse: "¿Y si el destino tiene otros planes para mí? ¿Y si Sergio y yo estamos destinados a estar juntos, a pesar de todo?".
La respuesta, solo el tiempo la conocería. Pero una cosa era segura: Elena y Sergio eran un chiste para el destino, y su historia aún no había terminado.
Elena miró hacia atrás, recordando los últimos 8 años de su vida. Todo había cambiado después de conocer a Sergio. Su vida había sido un torbellino de emociones, decisiones difíciles y momentos de dolor.
Había conocido a Sergio cuando tenía 19 años, y desde entonces, su vida había sido un viaje de altibajos. Habían pasado por una relación tumultuosa, un embarazo que terminó en aborto espontáneo, una separación y una posterior reconciliación o eso parecía.
El dolor de perder a su bebé en su vientre aún era un recuerdo vivo en su mente. Elena había sentido una profunda tristeza y pérdida después de eso, y había llevado mucho tiempo superarlo.
Pero ahora, a los 27 años, Elena se sentía renovada y enfocada en su futuro. Su versión de 27 años solo quería dedicarse a hacer más dinero del que ya tenía. Había invertido en varias empresas y estaba terminando de construir un imperio empresarial.
La relación con Sergio había seguido siendo complicada, pero Elena había decidido alejarse de él de una vez por todas después de la noche que pasaron juntos en la habitación de hotel.
"Es hora de mirar hacia el futuro", se dijo. "Es hora de encontrar la felicidad que he estado buscando durante tanto tiempo".
Elena sabía que siempre tendría un lugar en su corazón para Sergio, pero estaba decidida a no dejar que su pasado la definiera. Estaba lista para seguir adelante y encontrar su propio camino hacia la felicidad.
Con una nueva perspectiva y una determinación renovada, Elena se enfrentó al futuro con una sonrisa, lista para lo que viniera después.