Shopia estudiante de enfermería es engañada por su gran amor, sin querer conoce a un familiar de su ex, con quien conocerá la otra cara del amor.
NovelToon tiene autorización de Lilian Ortega para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Futuro
Durante unos segundo mi mente no registraba ningún pensamiento, hasta que mi madre llamó a la puerta y entró a mi cuarto.
— Amor, la mamá de Ezequiel llamó y me dijo que no fuiste a verla, ¿pasó algo?— preguntó.
— Mamá, terminé con Ezequiel hace dos semanas más o menos.
— ¿Cuál fue el motivo de la ruptura?, se veían tan bien juntos. Ahora entiendo por qué te sentías mal.
Era el momento de hablar con mi madre y contarle de los temores con los que convivía hace días, antes de empezar a hablar me dio un mareo leve.
— Hija, esas náuseas y mareos no son normales, hace días que estás así, tienes que ir al médico.
— Ya fui al médico mamá.
— ¿Qué te dijeron?
— Estoy embarazada mamá— se lo solté de una, lo tenía en la garganta.
—¿Qué?...
—Si, mamá, escuchaste bien, estoy embarazada.
— ¿Por eso terminaste con Ezequiel?, ¿no quiere asumir con su responsabilidad?— se alteró un poco.
—¡No mamá!, el papá del bebe no es Ezequiel.
— ¿Entonces de quien es Shopia?
Se me hacía difícil contarle todo a mi madre, me había mandado una cagada, y me avergonzaba contarle todo, pero tenía que hacerlo.
— Mamá, vi a Ezequiel besándose con Diana, me dio tanta rabia que me enfureció ver esa escena, no lo pensé dos veces y me fui a un bar y me enrede con un tipo, y este tipo resultó ser el tío de Ezequiel— lo tenía en la garganta y se lo dije.
Mi madre quedó paralizada con todo lo que había escuchado, gracias a Dios no le dio un infarto, pero se tomó unos segundos para asimilar cada palabra que le había dicho. Sus ojos comenzaron a cristalizarse, una angustia la invadía.
— Perdón mamá, no quise causarte una preocupación, fui impulsiva y no medí las consecuencias. Tu hija no es tan perfecta como Alex, estoy cansada de que siempre tengan que imponerme las cosas, a veces tengo que caerme y levantarme por mi misma. Voy a asumir con mis obligaciones. Pero necesito saber si estarás a mi lado para guiarme con esta pesadilla mamá, tengo miedo, pero sé que a tu lado puedo reencontrarme si me pierdo en el camino.
Mamá en ese momento me cubrió en sus brazos, y me dijo que siempre estaría a mi lado y que me amaba, que de los errores se aprende. Cuando ya me sentía bien, por la noche cuando mi papá llegó del0 trabajo mi madre le había contado todo, quiso explicarle y hacerle entrar en razón, pero estaba como una fiera, vino a mi cuarto, y me cacheteo con toda su fuerza, caí al suelo haciéndome llorar.
— ¡Te das cuenta en todo el lío que nos has metido!— grito tirando todas mis cosas.
— Pa... lo siento...
— A tu problema hay solo dos opciones, ¿te casas con ese tipo o abortas?. Tú eliges... — tiro la puerta cuando se fue.
Sabía que había decepcionado a mi padre, la sensación de culpa me ahorcaba lentamente, "tú no tienes la culpa de nada", le dije al pequeño ser que se estaba desarrollando en mi interior. No había forma de cambiar el pasado, era momento de ver al futuro, pero dejando muchos sueños atrás.
Me tomé unos días para pensar, me levanté con decisión del sofá de la sala de mi casa, y me dije, no necesitó de una historia de amor para brindarle felicidad a mi hijo, pero si necesitaba que su padre sepa de su existencia y llegar a un acuerdo, necesitaba darles algo de paz a mis padres también.
Salí a caminar, pensando en tantas cosas que tenía en mi mente que me atormentaban, hasta que llegue a un lugar donde se robó mi atención, era un parque maravilloso, donde la risa de los niños sonaban como melodías de pura felicidad, me senté a meditar y observar que para ser felices hay que tocar puertas y abrirse a sentimientos no existentes, pero esta vez tenía las cosas más claras mi felicidad estaba centrada en el sentimiento por mi hijo, ya amaba a esa pequeña criatura, y por él me sacrificaría, sin importar lo que el resto diga.
Me subí a un taxi, sabía dónde encontrar al padre de mi hijo, llegué al hospital, le pregunté a una recepcionista dónde podía encontrar al doctor Derek Costa, me dieron su área de trabajo y fui tras él, cuando estaba por llegar a su oficina apareció por un pasillo tras de mí.
— ¿Buscas a alguien? — me preguntó por la espalda.
Cuando escuché su voz, di la vuelta para estar frente de él, se veía hermoso con ese ambo blanco, con su cuerpo bien definido y una sonrisa atrayente.
— Te buscaba a vos, podemos hablar unos segundos por favor— conteste serenamente, ya que estar frente de él me causaba algo de mal estar a pesar de su belleza.
— Sí, dime, ¿que se te ofrece?, pensé que ya no te volvería a ver.
— Deseaba no verte más en realidad, pero el destino nos tiene un juego preparado, ¿qué podemos hacer ante estas circunstancias?, ¿Podemos ir al café de la esquina?, no me siento a gusto hablando en este pasillo.
— Si te sientes mejor hablando haya, vamos,¿No me quieres ir adelantando algo?— dijo mientras bajábamos las escaleras.
— ¿Por qué nunca me hablo Ezequiel de tu existencia?— pregunté, para romper un poco el hielo.
— ¡Es por eso que quieres hablar!... puedes quedarte tranquila, nunca mencionaré lo que pasó entre nosotros, será nuestro secreto, si te gustó, es más lo podemos repetir sin que nadie se entere.
— Ja, ja, ja... ¿Tienes miedo que los demás se enteren?
— Lo digo por vos, yo problemas ya tengo, una más no me afectaría en absoluto.
— ¿Estás seguro de eso?, con la bomba que te voy a tirar, espero que tu argumento sea el mismo.
Altere sus sentidos cuando dije eso, se quedó pensado, dejo su sonrisa a un lado para ponerse algo más serio.
— ¿Qué paso?, dejaste de sonreír.
— Recordaba aquella noche, y ahora que lo pienso bien, de todas las amantes que tuve, sos la más novata—dijo para elevar su ego de hombre.
— Que bueno que aún recuerdas esa noche, porque es de eso que vamos a hablar.
Llegamos al café, luego de unos segundos, el camarero comienza a traer lo que pedimos, yo un jugo de naranja y el un café late. Me mira con curiosidad, esperando que suelte de una vez las palabras, pero me tomó un tiempo, no había apuró.
ojo...no estoy diciendo que te da la paz que el alma necesita...pero si te calma la furia encendida que no deja ni respirar