Una joven cae bajo los encantos de un hombre misterioso que resulta ser un vampiro. Ana Fridman de 17 años, que ni en sus mas alocados sueños imagino enamorarse y menos de su profesor y sin olvidar que es un Vampiro, ahora sabra lo que se siente y debe aceptar luchar por ese amor al no ser aprobada por la familia de el apuesto, frio y arrogante Lord Kim Liam y por la sociedad de que una joven se enamore de su profesor.
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Capitulo 10
¿ESTAS LISTA PARA RECIBIRME?
(*Ana)
Escuchar la manera en que Liam era tan confidente conmigo me conmovió, nunca lo vi de este modo, tan intimos.
-Sabes... Quisiera darte las gracias. Le digo suspirando.
-Y ¿Por qué?. Me dice.
-Eres el primero que me ve realmente como soy... E hiciste algo para liberarme de ese lugar que sentia me ahogaba... Solo comía por comer, me costaba conciliar el sueño, y cuando lo lograba me costaba levantarme, sonreía forzada porque no queria que crean que era mal agradecida... Pero la verdad me pesaba vivir...
Me mordí los labios, al ver su bello rostro, era un deleite, por primera vez notaba sus facciones, mis latidos se aceleraron y un cosquilleo invadió mi cuerpo.
-Puedo entenderte... Te sentías perdida... Como si no encontraras la salida. Me comenta pensativo.
Nos quedamos en silencio contemplandonos, él suspira pesado e intenta levantarse. Pero no quiero que se vaya le doy un beso timido que apenas rozo sus labios. Su mirada se intensifica y se coloca sobre mi deslizando su mano sobre mi rostro bajando por mi cuello, su mano se siente fria.
-Hueles tan bien. Me susurra y siento su aliento en mi oreja.
Se aproxima a mis labios y me besa colando su lengua que juguetea con la mia, sus besos son intensos. Puedo sentir su exitación golpear mi vientre a través de su pantalon. Mis latidos se intensifican en cada roce de sus labios contra los mios, sus manos cuela bajo mi blusa recorriendo mi figura.
-No... No puedo. Se aleja de golpe.
-¿Por qué no?. Le pregunto besando su pomulo, lo rodeo con mis brazos al sentarme sobre él, rodeando sus caderas con mis piernas.
-Sabes que no hay marcha atras... Si te hago mia... Solo me perteneces a mi. Me dice sujetando mi cintura.
-Es lo que quiero. Le respondo al besarlo, quiero sentir nuevamente esa calidez que me hizo sentir.
Me corresponde mas intenso como sediento por mis besos. Sus caricias recorren mi torso haciendo que moje mi zona baja. Puedo sentir su pecho firme, sus musculos marcados en sus brazos y espalda. Su aroma suave que trato de descifrar que es una combinación de madera y citricos que me encanta. Sus ojos se tornan de un color rojo fuerte, lo escucho gruñir contra mi pecho al despojarme de mi remera saboreando mi piel. Es una sensación unica, un cosquilleo que recorre mi cuerpo. Su lengua humeda desliza sobre mi haciendo que se me erice la piel, de manera involuntaria de mi boca brotan gemidos.
-Si... Sigue asi. Me impulsa a que siga jadeando de manera sonora. Me aprieta con ganas cada curva de mi cuerpo marcando sus dedos en mi. De un jalon me libera de mis prendas bajas, cuela su cabeza entre mis extremidades bajas. Puedo sentir su lengua saborear mi flujo que cae en cascadas y la hunde mas exigiendo que le de todo de mi, me arquea mis caderas para tener mejor acceso. Ascendió, trazando un camino de besos, es intenso, lujurioso, el fuego que siento en mi interior esta al rojo vivo. Se pone a mi altura mirandome directo con llama en sus ojos.
-¿Estas lista para recibirme?. Me consulta jadeante.
-Si. Le respondo en un susurro.
Se apodera de mis labios comiéndome la boca. Al sentir que se abre paso en mi con su masculinidad firme, dura como poste, gruesa que me hace temblar por lo que al sentir esa molestia que me invade le muerdo los labios y hundo mis uñas en su piel.
-Tranquila... Ire despacio. Me susurra con una voz grave. Su manos aferra a las mias entrelazando los dedos e inicia su movimiento de atras hacia delante, mientras me besa de manera desaforada.
(* Liam)
Quise retirarme al no querer invadirla, porque se si la hago mia, ya no sera de nadie mas. Pero sentir sus labios contra los mios, ver en sus ojos el deseo de sentir me impulso a no poder apartarme de ella. La recorrí saboreando en su piel, y en ella, el calido sol, senti el calor de su figura, esa tibieza que hace mucho no sentia. Todo en ella es puro, cuando mas la saboreo mas conozco de su vida, mas puedo ver sus dias y noches. Soy el primero en todo sentido, jamás se fijo en nadie, nunca tuvo un amor. Contengo a la vestia en mi al sentir su aroma, al saborear su piel, trato de mantener un ritmo por ser su primera vez, pero ese intento se desvanece cuando siento que me clava sus uñas y muerde mi labio inferior, se desata la lujuria y la sed de poseerla totalmente, mi ritmo se intensifica y sus gemidos me exitan mas. Verla asi es mi mayor placer, escucharla como disfruta y saber que solo yo ocupo su mente, no piensa en nada ni en nadie, esta su atencion en sentirme y gozar lo que compartimos. Otras veces bloqueo los pensamientos de con quien estoy para no escucharlos, pero con ella no debo usar ninguna persuasión, la disfruto completa, en cuerpo y alma. Pasamos toda la madrugada enredados sobre las sabanas sin separarnos. Ella en un momento se duerme entre mis brazos y eso me encanta. Contemplo su figura tan exquisita con las medidas justas y son naturales, ella es unica e incomparable. La cubro con la manta dejándola dormir.
Me alisto para salir, al sentirme tentado por ella, debo saciar mi sed, y con ella no quiero hacerlo, es muy joven, no podria llevarla a mi oscuridad.
***
***
Ana se presento en el colegio para dar su examen final despues de semanas de no ser vista.
-Ana... ¿Cómo has estado?. Le pregunta Claudio ni bien la ve, abrazándola.
-Bien... ¿Y ustedes?. Le pregunto.
-Ya no es lo mismo sin ti... Mateo consiguió un empleo de medio tiempo y se mudo a un departamento... Casi no aparece por casa... Pablo también pasa mas tiempo afuera con su junta. Le cuenta acongojado.
-Ana. Aparece Francisco que se le abraza. - Se te extraña... No son lo mismo los viernes de películas sin ti. Le dice.
-Ustedes siempre miraban lo que les gustaba... Solo estaba para compartir ese momento con ustedes no porque quiera ver películas de guerra. Le comenta.
-Nos gustaba ver tus caras. Le dice Claudio.
-Asi que era para divertirse a mi costa. Le comenta haciéndose la ofendida.
-Ten esta radio... Asi nos mantenemos en contacto. Le dice Francisco entregándole en la mano.
-Bueno. Le responde Ana. - Debo presentarme a rendir. Les avisa.
*
*
-Lord Kim sabemos que tiene una compañera... ¿Cuándo nos la presentara?. Le preguntan los demas del clan.
-Todo a su tiempo. Le responde serio.
-La queremos conocer en la proxima reunion. Le piden serios.
-Querian que tenga una compañera... La tengo. Les responde serio el señor Kim.
-No sera que no nos la quiere presentar al ser humana. Comento uno.
-¿Es cierto eso?. Le pregunto otro.
-Sabe que no aceptamos humanos.
-Salvo que se convierta en uno de nosotros. Dijo otro mientras el señor Kim los miraba serio sin responderles.
-No tienen otro asunto que tratar... Que solo platican de mi vida privada. Les consulta molesto.
-No se ofenda... Pero conoce nuestras leyes. Le dice uno serio.
-Me retiro. Comento molesto sin responderles.
***
***
Ana termino de rendir saliendo del salon se encontro con Pablo, que la miro sorprendido, se le hacia mas bella que de costumbre, tenia un brillo diferente en la mirada y su cabello brillaba bajo la luz.
-Ana. Le dijo al verla.
-Pablo... ¿Cómo andas?. Le pregunto Ana.
-Cómo si eso te importara... Te fuiste sin despedirte. Le dice serio.
-Considere que no te importaba... Al contrario que eso te alegraba. Le responde Ana.
-Vivimos mucho tiempo juntos... Una despedida no te hubiera costado. Le dice serio.
-PASEN AL SALON. Anuncio el profesor al llegar.
Ana al querer irse fue arrastrada por Pablo a un costado.
-¿Qué te pasa?... Me debo ir. Le dice ella molesta.
-Quiero saber porque te fuiste. Le exige.
-Por mi futuro... Sabes que me gustaría ser. Le responde.
-He escuchado cosas extrañas en torno al señor Kim. Le dice Pablo.
-Solo son rumores... Ya sabes como son las personas. Le responde Ana.
-Tiene multiples parejas... Y que tiene fiestas donde todo vale. Le comenta Pablo.
-Eso que... A mi me contrato para ser su asistente. Le dijo Ana disimulando que no le importaba.
Ante otro llamado del profesor ella aprovecho a alejarse de él cuando desvio la mirada.
Llego al departamento suspiro pesado pensando en lo que le dijo Pablo. Tomo el movil para llamarlo y saber donde estaba. Pero no atendió solo recibió un mensaje que decia "En este momento estoy ocupado, te llamo luego".
"Sera que esta con otra"
"No lo vi en el colegio", pensaba sintiéndose frustrada.
***
***
Los Fridman cuando se fueron a retirar el bono que siempre recibían del banco por Ana, fueron sorprendidos por lo que le dijo la administrativa al atenderlos.
-Hemos recibido información de que Ana ya no vive con ustedes... Y como cumplió dieciocho años se le habilito la cuenta para que ella cobre de ahora en mas.
-¿Cómo?... Nosotros somos sus tutores. Expreso la señora Fridman nerviosa.
-Es la información que puedo brindar. Le respondió seria.
-¿Ella declaro su nuevo domicilio?. Le pregunto el señor Fridman.
-Esa información no se le puede otorgar. Le respondió.
-Pero...
-Vamos querida... Ya escuchaste. Le dijo el señor Fridman llevando a su esposa para que no arme un escandalo.
-¿Qué vamos hacer?. Le pregunta afligida.
-No te preocupes... Encontraremos la manera de que ese fondo sea permanente para nosotros. Le dijo el señor Fridman a su esposa.
***
***
El señor Kim llego al departamento recibido por Ana.
-Tardaste... ¿Dónde estabas?. Le pregunto.
-Completando unos tramites...Este es el número de cuenta donde tienes los fondos que te dejaron tus padres. Le dice entregándole en la mano.
-Ah... Gracias... Te tomaste la molestia de hacerlo. Le dice Ana.
-Es tuyo... Nadie mas debe tenerlo... Ahora alístate... Te llevare a cenar. Le dice.
-De acuerdo... Puedo saber donde. Le consulta Ana.
-Es tu cumpleaños... Te llevo para festejar. Le dijo el señor Kim.
-Por mi cumple. Murmuro sorprendida, antes no tenia festejos, salvo comer pizza con sus primos.
Se fue a la habitación y escucho que le dijo Liam.
-¡Fijate en la comoda!... ¡Hay una caja roja!. Le dijo hablando fuerte.
-Bueno. Le respondió Ana revisando el cajon encontrándose con la caja, al abrirla se encontro con un hermoso vestido en color negro con brillos, ajustado arriba y suelto abajo, junto con unas chatitas negras con brillos, ademas de un conjunto de lenceria del mismo tono. Ella miro poniéndose colorada, la lenceria era transparente de encaje y la parte de abajo era pequeña. Se puso contemplando en el espejo.
-Estas muy bella. La sobresalto la voz de Liam.
-Nunca vesti asi. Le dijo ella mirándose.
-Te dire que te sienta muy bien. Afirmo aproximándose rodeando su cintura con sus brazos brindándole un beso intenso.
-Permiteme. Le dijo tomando el cepillo deslizando por su cabello largo.
-Eso se siente muy bien. Dijo Ana suspirando.
-Eres muy bella. Le susurro besándole el hombro, ella se giro rodeando su cuello con sus brazos mirándolo directo.
-Vamos a cenar... Despues serás mi postre. Le dice con una voz grave que le eriza la piel.
-De acuerdo. Le responde Ana besándole en los labios cuando sintió que su vestido cayo al piso.
-Up... Se salio. Le dijo Liam con una sonrisa.
-Que podemos hacer. Le pregunto ella con una mirada picara.
-Aprendes rapido. Le susurro Liam alzandola en sus brazos. - Tenemos tiempo. Le susurro Liam contra sus labios recorriendola a besos.
La habitación se inundó de sus jadeos en coro. Sus cuerpos ardian en deseos. Él la saboreaba y disfrutaba moldeandola entre sus manos como arcilla, antes solo una vez estaba con la misma mujer, pero con Ana era diferente, la queria poseer una y otra vez sin cansarse. Le agradaba hacerla descubrir nuevas sensaciones, saber que era su dueño.