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LA CEO

LA CEO

Status: Terminada
Genre:Completas / Auto superación / Dominación / Amor-odio / Melodrama
Popularitas:736.5k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Luna Azul

*Han pasado exactamente dos años desde que me dejaron prácticamente en el altar.

Me llamo Montserrat Diaz, CEO de MONSE COMPANY.

Sentada en mi sillón de color rojo, con una copa en mi mano, mirando el vacío que ofrecía mi ventana, me puse a llorar.

"Maldita seas Enrique, maldita seas Victoria" maldecía a las personas que más odiaba en el mundo, mientras leía en una página de chisme, que ellos dos se habían casado en Hawaii.

Mi vida da un giro al conocer a Aaron Palacios, un joven que al igual que yo, lo han traicionado, mientras yo lo quiero cerca como un juguete, él solo quiere estar lejos de mi.

NovelToon tiene autorización de Luna Azul para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

11.

MONTSERRAT DÍAZ

Después de la última vez que estuve con Aarón, ha pasado un mes y medio. Últimamente, me he sentido triste, sin apetito, sin ganas de ir al trabajo.

— Montse, Aarón esta aquí— Ivet me llamó.

— No quiero verlo.

Verlo significaba remover un poco mis sentimientos confundidos por él.

Cinco minutos después, Ivet entró a mi oficina.

— Me disculpo primero porque seré un poco metiche. Deberías decirle que lo amas. ¿Sabes que se nota? Aarón se va del país, venía a despedirse.

— ¿Sé va? Y eso en que me afecta.

— Eres una mujer inmadura. No puedo creer que la gran CEO sea una mujer..— Ivet se calló.

— ¿Dónde está?

— Con Madi y Marvin. Se está despidiendo de ellos.

Ivet salió de la oficina. Me tomó un par de minutos decidirme. Si ya se iba, solo vería una vez más.

Fui a la sección de finanzas a buscarlo.

—Me dijo Ivet que te vas del país. Que venías a despedirte.

— Sí.

— Vamos a mi oficina un momento— Caminamos hasta la oficina.

— ¿Por qué no querías recibirme? — me preguntó mirándome a los ojos.

— No quería verte más, pero solo será esta vez. Posiblemente, cuando regreses, yo esté casada y feliz.

— Es una posibilidad. A cómo también, hay una pequeña posibilidad de que no regrese. Solo quería despedirme y verte una última vez.

Mi cerebro quería procesar mis emociones, sentía un dolor en mi corazón, angustia, tristeza, era como si apenas me daba cuenta de que amaba a Aarón.

— ¿Puedo darte un último beso?— Aaron me preguntó.

Moví mi cabeza diciendo que no. No podía hablar, sentía un nudo en mi garganta.

— Me voy— Aaron me extendió su mano y yo la tomé, era una despedida. Aarón se acercó a mi mejilla y me dio un beso. Podía sentir su aliento, él me beso y yo no respondí.

Cuando él salió de la oficina, me senté en mi silla.

Tengo 25 años y aunque he salido con muchos chicos, mis padres no han dicho nada. ¿Por qué? Porque son hijos de familias ricas, y esperan que me case con algunos de ellos, pero si le digo que estoy enamorada de Aarón, un chico sin recursos económicos, que recién se gradúa de la universidad. ¿Qué me dirían? ¿Qué harían mis padres? Soy adulta, puedo tomar mis decisiones, pero nunca he salido de la protección económica de ellos. —Todos estos pensamientos me tenían mal, porque yo conocía muy bien a mis padres. Nacer en una familia de ricos, en cuna de oro, es seguir algunas reglas sociales y al final uno se termina casando con alguien de tu mismo nivel económico. Enamorarse de alguien por debajo de tu nivel, no está permitido. Puedes jugar un rato con ellos, pero eso es todo.

Debería dejar así las cosas. Todo pasa. En estos momentos me siento así, pero después, todo será un recuerdo.

Pasaron dos semanas.

— Ivet ven a mi oficina— Ella entró inmediatamente.

— Dígame jefecita.

— ¿Puedes ir a comprar un poco de helado? Siento que quiero algo dulce. No desayuné hoy y siento que el estómago me gruñe, como un tigre.

— Está bien. Voy de inmediato. No te andes saltando las comidas. Te ves muy delgada— Solo sonreí.

A decir verdad, después que vino Aarón a despedirse, estas dos semanas han sido bastante difíciles, me he sentido un poco deprimida, he tenido mucho dolor de cabeza e insomnio.

Ivet entró a la oficina con mi pedido.

— La ventaja de tener un supermercado cerca— Ella mostró el helado en sus manos.

— ¿Puedes acompañarme a comerlo?— Ella se sentó— No quiero que solo me veas. Ve por dos vasos y dos cucharas.

Nos comimos todo el helado y la verdad me mejoró un poco el ánimo.

— Siempre es bueno comer un helado para recargar energía.

— Te ves un poco cansada, deberías ir a descansar. Creo que cada quien está aquí, ya sabe su trabajo. Si nuestra CEO se enferma, ahí si estaremos mal.

— Tienes razón. Esta vez te haré caso. Necesito descansar. Siento como si una manada de toro me hubiese pasado en mi cuerpo.

Ivet salió de la oficina. Yo tomé mi bolso y me fui a mi departamento. En cuánto llegué, pasé directo al baño, a vomitar todo el helado.

Me fui a la cama. Tenía un poco de dolor abdominal.

'Seguramente es mi menstruación que ya viene'

Me levanté de la cama y fui nuevamente al baño a ver si tenía toallas sanitarias y algunas pastillas para el dolor. Me sentía el vientre inflamado. Me tomé dos pastillas.

Andrea me llamó.

— Hola primita. Te quería invitar a una fiesta de piscina. Vendrá Edgar.

— Por esta vez paso.

— No seas aguafiestas. Edgar viene por ti. El va pedirte que seas su novia. No puedes faltar.

— ¿Novia? Lamento esto, pero no iré. No quiero ser novia de nadie en estos momentos. Él es un chico educado y genial, pero solo es eso. Además, tu sabes que si salí varias veces con él, fue para los tabloides y para que Enrique se diera por vencido conmigo.

— Montserrat Diaz. No me hagas esto. Esta fiesta es para ti.

— Andrea ya. Por favor— Colgué la llamada.

Puse el celular en silencio y me acosté.

En la noche, a eso de las 9, sentía como mi estómago se revolvía. Vomité las bilis, dado que lo único que había comido en todo el día fue el helado y eso ya lo vomitado.

'¿Será que ando indigestión? Si he comido poco en estos días. Maldito helado'

Me acosté y traté de dormir.

En cuanto amaneció fui a la clínica para que me dieran algo para la indigestión.

— Me gustaría que te hicieras un chequeo completo— la doctora escribió en un papel los exámenes que iba a realizarme.

— ¿Es necesario? Solo es una indigestión.

— ¿Cuándo fue la última vez que te bajó tu menstruación?

— Ayer sentí un dolorcito, como que me va a bajar.

— ¿Cuándo fue la última vez que tuviste relaciones sexuales?

— ¿Por qué me pregunta esto? Ya le dije que solo me dé algo para la indigestión.

— Tranquila joven. Son preguntas de rutina. A mi parecer usted está embarazada.

— Hace dos meses más o menos— le contesté a la doctora— Es imposible estar embarazada, yo me he tomado las píldoras religiosamente. Además, el mes pasado si me bajó mi menstruación.

— Entonces no hay problema. Le enviaré un examen de embarazo para descartar. Y así solo dar la medicina adecuada.

Llevé las órdenes de los exámenes al laboratorio de la misma clínica. Me hice todos los exámenes. Regresé al consultorio de la doctora.

— En cuanto estén los resultados, yo la llamo para que venga nuevamente.

— ¿Cuánto tengo que esperar?

— Dos horas o menos. Puede sentarse a esperar.

—Está bien doctora — Salí del consultorio.

Me senté a esperar. Mi corazón palpitaba cada vez más fuerte cada vez que veía el reloj del celular. No quería pensar que pasaría si estuviera embarazada.

Una enfermera entró con un sobre. La doctora salió y me llamó.

— Ya recibí los resultados. Puedes sentarte.

Miré a la doctora muy seria.

— Estás embarazada— fruncí el entrecejo.

— Usted está equivocada. Esos resultados son de alguien más. Yo le dije que menstrué el mes pasado y que siempre me tomé las píldoras. No puedo estar embarazada. — me sentía asustada.

— Podemos realizar un ultrasonido para comprobar si está o no embarazada. Ya que duda de estos resultados.

— Siii. Quiero hacerlo.

La doctora me llevó a la sala de Radiología. Ahí me atendió otra doctora que me hizo el ultrasonido.

— Evidentemente, usted tiene 7 semanas y 4 días de embarazo.

Escuchar esas palabras de la doctora "7 semanas y 4 días de embarazo" hizo que se me bajara la presión y me desmayara.

Cuando abrí los ojos, quería que todo fuese un sueño, pero no, estaba en el hospital, y mis padres estaban ahí, enfurecidos.

1
Martha Martina
Excelente
naiker mayala osain monasterios muñoz
A pesar de ser corta me gustó mucho la novela, quedé encantada con ella! Felicidades
Stella Marys Pereira
Excelente
Stella Marys Pereira
Bueno
Amanda Miles
Excelente
Siileth Contreras Bautista
A las víboras se les da por la cabeza, a está serpiente resbalosa le dieron fuerte🤭🤭🤭
Siileth Contreras Bautista
Excelente
Siileth Contreras Bautista
El es hombre difícil, no se va dejar subir al carro con un desconocida... que tal si resulta ser una asesina🤣🤣🤣🤣
Veronica Alejandra Valdivieso Garcia
Excelente
Luz Dary Riascos
Muy malo
Luz Dary Riascos
Malo
elsa fernandez
muy linda novela hay un detalle que pasaste por alto cuando nacieran tus mellizas te harias anular las trompas para no tener mas hijos pero tuviste parto normal y para ligar las trompas tienes que tener cesárea para poder ligarlas mi consejo que te asesores cuando escribas otra novela te deceo mucha suerte cariños 🤗🌺🌻💐
Maria Elena Jimenez
Me encanta la historia corta y precisa te felicito Dios te bendiga y seguiré leyendo tus historias
Olga Garcia
Excelente
Ana Rosa Fernández
Normal
Amada Martinez
Super excelente, me encantó, felicitaciones.
Marianela Luquez
Excelente me gustó mucho, corta precisa, con mucho sentimiento.🤗❤️🌹
Mary Canche
Excelente. me encantó!! muchas felicidades y bendiciones
Amada Martinez
Hola autora me encantó mucho la.novela, es cortal y eso me gusta mucho, porque no hay tantos enredos, felicitaciones 👏.
Ylsi Alvarez
Excelente
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