La Venganza De Leia

Cuando llegaron a la mansión Donnely.. Leia se recostó contra el respaldo del sofa, la luz de la tarde entrando en la habitacion como si alguien hubiera abierto una cortina de oro.. sonrió de esa manera que le salia sin pedir permiso, mitad chiste mitad verdad, y lo miró al Duque con una calma que a veces daba mas miedo que la rabia.

Leia: ahora que vamos a vivir juntos debemos hablar con honestidad..

Duque: por supuesto..

Leia: me gustas, y si no tuviera estas marcas de las amarras, esa huella ridicula que me dejaron cuando usted ordenó traerme... quizas hasta creeria que usted tambien siente algo por mi..

el Duque se quedó un instante sin palabras, como si la frase hubiera sido una piedra arrojada en su pecho. sus ojos se clavaron en ella, buscando una traicion, una ironia, cualquier cosa que le permitiera no responder con el temblor que sentia.

Duque: esas marcas.. fueron un error, Leia, no deberian haber ocurrido.. yo... no pense que te harian daño.. lo lamento

Leia: jajaja se que no me quieres.. o que al menos no lo asumes.. y no me mires asi.. es que si me quisieras de verdad no habrias mandado a que me amarren, no lo habrias planeado asi, y lo digo sin rencor solo con curiosidad cruel

Duque: y si te dijera que lo hice porque crei saber lo que era mejor para ti? que lo hice para protegerte aunque la forma haya sido equivocada

Leia: proteger.. una palabra bonita para control.. usted habla de proteccion y sin embargo actua como dueño de mis días..

Duque: quizas soy un tortuoso caballero con ideas antiguas.. pero no soy un monstruo, Leia. si alguna vez me acerque demasiado fue porque no queria perderte

Leia: perderme? usted me secuestra, me encierra, y despues pretende hablar de perder cosas como si yo fuera un objeto que pudiera extraviarse..

Duque: y sin embargo aqui estamos.. tus ojos me hacen querer cosas que no supe nombrar antes, y las marcas en tu piel me dolieron mas que cualquier orgullo

Leia: entonces.. si usted me dice que no fue intencionado, y si promete que nunca volvera a ser asi... ¿debo creerle?

Duque: asi es..

Leia: mmmm es que duque.. usted no es bueno, ¿sabe?

Duque: ¿y eso por qué?

Leia: porque si realmente quisiera ayudarme, ya habria conseguido todas las pruebas que le pedí. no tendriamos que casarnos, no tendria que depender de usted… y aun asi me detuvo.

el Duque respiró hondo, tratando de no dejar que la frustración y el orgullo se mezclaran en su voz.

Duque: eso no es del todo cierto.. ayudarte no siempre es tan sencillo como parece.

Leia: ¿no? vamos, duque, admítalo.. usted no me ayudó antes porque quería que fuera a buscarlo, ¿verdad? desde que lo besé, no ha podido olvidarme, ¿o me equivoco?

Duque: no lo voy a negar… desde ese momento, pensar en dejarte ir fue imposible.

Leia: entonces, ¿todo lo que hizo? dejarme sin ayuda, impedir que buscara pruebas, secuestrarme… todo fue para que yo viniera a usted?

Duque: sí, todo… para que vinieras a mi. no quería que nada ni nadie te pusiera a salvo antes de que pudiera protegerte yo mismo.

Leia: oh, duque.. entonces todo este tiempo he sido… su obsesion y ahora ya me tiene a su lado..

Duque: digamos que… si. y la parte que menos admite mi orgullo es que funciono perfectamente.

Leia: entonces yo debo admitir algo tambien.. me encanta que lo haya hecho, aunque sea solo para que me mirara de esa manera.

Duque: admitir eso… es muy peligroso, Leia. muy peligroso..

Leia: peligroso o no, duque.. yo también aprendí a jugar sus reglas, y no pienso perder.

Duque: eso lo veremos..

Leia: es que a pesar de que usted es un jinete del imperio, fuerte y poderoso, también tiene sus defectos.. por ejemplo hay algo en lo que es… cobarde.

Duque: ¿cobarde? ¿y eso por qué?

Leia: podría haber conseguido las pruebas, habernos enamorado incluso, y no estar atrapados ahora en este… matrimonio por contrato. pero fue cobarde con lo que usted sentía..

Duque: no era tan simple.. yo..

Leia: es que ahora todo está mezclado.. si mas adelante, durante este año usted cambia.. yo no sé si sera por amor o porque usted debe cumplir con un contrato.

Duque: Leia jamás quise que terminaramos así, dudando el uno del otro.. de verdad siempre he querido protegerte..

Leia se quedó mirándolo, con esa expresión entre curiosa y desafiante que lo hacía sentir que cada palabra suya era un examen que debía aprobar. apoyó una mano en el respaldo del sillón y lo observó con lentitud, como si estudiara su rostro antes de lanzar la siguiente flecha.

Leia: hay algo mas que tengo que saber, duque.. entonces si todo esto… es solo para protegerme, entonces no tiene sentido que vivamos juntos, ¿verdad?

Duque: ¿qué quieres decir, Leia?

Leia: si usted solo quiere protegerme, bastaria con que firmemos el matrimonio, con eso yo ya seria la duquesa Donnely, mi familia no podría acercarse y yo estaría segura.. así que… no hay necesidad de que vivamos juntos.

Duque: y eso te gustaría? ¿un matrimonio sin convivir?

Leia: no sé si me gustaría… pero sería lógico, ¿no? a menos que el duque quiera un matrimonio de verdad.

Duque: no sé qué tipo de matrimonio tendremos, Leia… pero te aseguro que no será una farsa.

Leia: entonces tendré que prepararme.. porque los matrimonios de verdad… suelen ser peligrosos.

Duque: sobre todo cuando la esposa es como tú..

Leia: jajaja echeme a mi la culpa.. aunque todo es es muy simple.. y seria mas fácil si usted aceptara que me quiere.. es que si usted no me quisiera… yo no estaría aquí, ¿verdad?

el Duque la miró fijamente, con el ceño fruncido, intentando descifrar si hablaba en serio o solo jugaba con él.

Leia: si no me quisiera.. usaría el camino facil para ayudarme.. me sacaria de la isla, entraría a la mansión Tudor, con su magia o sus guardias.. sacaría el documento de la herencia y… nunca más volveríamos a vernos.

el silencio llenó la habitación por un instante, mientras Leia lo observaba con una mezcla de desafío y diversión, esperando su reacción. luego rio, un sonido ligero y contagioso que parecía romper la tensión.

Leia: pero usted está loco.. completamente loco por mí.. por eso no usa el camino fácil..

el Duque apretó los labios, respirando hondo. la mirada de Leia, segura y directa, lo hacía sentir expuesto, vulnerable de una manera que no había sentido nunca.

Duque: y sí… tal vez lo estoy. y no pienso negar que me vuelves loco.

Leia: tendremos que ver quién de los dos juega mejor este juego de locura y venganza, ¿no cree, duque?

Duque: tengo la sensación de que ya estoy perdiendo

Leia: y lo mejor de todo… es que me encanta que sea así.