Renací en un mundo mágico para ser feliz
entre mis pociones...
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
** Todas novelas independientes **
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Renacer
El mar la devoraba con una calma cruel. no hubo gritos ni suplicas, solo el sonido monotono de las olas rompiendo contra sí mismas, como si el oceano repitiera un secreto que nadie más debía oír. Su cuerpo flotaba entre espuma y sal, con los cabellos extendidos como algas negras, atrapando destellos de luz que parecian querer retenerla. El frío la abrazó hasta borrarle los límites del cuerpo. Sintió como el aire se negaba a entrar en sus pulmones, como el agua se filtraba por su garganta con una lentitud torturante, llenandole el pecho, el alma, todo. El cielo giró sobre sí mismo, gris y ajeno, y justo antes del último impulso de su corazón.. el mar no la estaba matando… la estaba reclamando.
El silencio después fue absoluto. ni el rumor de las olas, ni el peso de su cuerpo cayendo al fondo. solo una oscuridad densa, líquida, que no dolía ni pesaba. Alli donde debería haber terminado, algo empezó.
Una sensación tibia recorrió su piel. No era agua, sino aire. El suelo bajo su cuerpo no era arena, sino hierba humeda. El olor salado se desvanecio, reemplazado por el perfume de flores desconocidas, y el rumor del mar se transformó en el canto lejano de criaturas que no pertenecían a ningún mundo que ella recordara. Cuando abrió los ojos, decenas de imágenes la golpearon con la fuerza de una tormenta. Voces, risas, fragmentos de recuerdos ajenos que se enredaban con los suyos, hasta que su mente comenzó a reconocerlos como propios.
Ya no era la mujer que había muerto en el mar.. Ahora era Ursula Rackman, la tercera hermana de la familia Rackman. Tenia dos hermanos mayores.. Ulises, de dieciocho, disciplinado y callado como una espada que no se muestra, y Uriel, de veinte, fuerte, orgulloso, con la mirada de quien nació para cargar el peso de un apellido.
Ursula.. o quien fuera que habitaba ahora su cuerpo.. estaba por cumplir catorce años. Lo supo porque la memoria de esa niña se desplegó como un libro abierto ante ella.. los días de estudio en la biblioteca familiar, las clases interminables sobre historia mágica y pociones, las comidas silenciosas en el gran comedor donde sus hermanos hablaban de batallas y ella apenas podía tocar su plato.
Cuando por fin despertó su don, a los catorce años, su magia se manifestó como una chispa tenue que apenas iluminaba una habitación y un susurro de energía que, al contacto, podía inducir sueño o calma. Nada más.
No podía cegar enemigos, ni invocar rayos, ni crear escudos.
Su luz no servía para luchar.
Y por eso, no la entrenaron.
“Las mujeres Rackman deben ser sabias, no guerreras”, le había dicho su madre, con una sonrisa tan dulce como una sentencia.
Así que mientras sus hermanos entrenaban en los patios de mármol con espadas bendecidas y hechizos de luz dorada, ella pasaba sus días entre libros y pociones..
Sin embargo, esa noche.. la primera desde su renacimiento.. mientras Ursula se miraba las manos en la penumbra de su habitación, notó algo que no pertenecía a los recuerdos de la niña.
La luz que surgía de sus dedos no era debil ni temblorosa. era profunda, liquida, como la del mar.
[soy como una luciérnaga mágica jajaja]
Cuando Ursula comprendió todo.. quien era, donde estaba y lo que había ocurrido.. un extraño silencio se apoderó de su mente. Por primera vez, no sintió miedo ni confusión.
Había muerto una vez, y volver a vivir le parecia un regalo demasiado valioso como para desperdiciarlo repitiendo los errores de la antigua dueña de ese cuerpo.
Pasó horas sentada junto a la ventana, observando el amanecer teñir el cielo de dorado y violeta. La luz bañaba las torres de la mansion Rackman y hacía brillar los emblemas familiares grabados en los muros.. un sol rodeado de espadas cruzadas.
Un símbolo de fuerza, pero también de prisión.. Recordó entonces todo lo que la joven Úrsula había aprendido.. Pociones. Era lo único que le apasionaba, aunque jamás se había atrevido a poner en practica lo que estudiaba. su madre decia que los brebajes eran un arte para alquimistas menores, un pasatiempo inofensivo para niñas curiosas. Y ella lo había creído… hasta ahora.
[Basta de miedo Esta vez haré las cosas a mi manera.]
Cuando el sol despuntó en el horizonte, el eco metalico de las espadas resonaba en el patio de entrenamiento. Ulises y Uriel practicaban bajo la mirada severa del maestro de armas, repitiendo los movimientos con precisión y fuerza.
Mientras tanto, Ursula se escabullo hacia el invernadero del ala este, donde el aire siempre olía a menta, resina y tierra húmeda.
Allí, sobre una vieja mesa de roble, comenzó su experimento.
Organizó frascos, raices, petalos y viales con la seguridad de quien por fin sabe quien es. Sus manos se movían con cuidado, midiendo, mezclando, triturando.
Cada chispa de su magia iluminaba brevemente el liquido que burbujeaba en los frascos, proyectando reflejos de color marino en las paredes.
Al principio, solo obtuvo humo y un olor insoportable a hierbas quemadas. Tosió y rió a la vez.
[Supongo que empezar de nuevo también huele a desastre]
Pero no se rindió. Repitio los pasos, cambió las proporciones, mezcló con paciencia.
Y entonces ocurrió algo que ningún libro de pociones había descrito jamás: al dejar caer una gota de su propia luz sobre la mezcla, el líquido se volvió translúcido y emitió un brillo constante, suave y cálido.
Cuando lo acercó al rostro, el vapor que desprendía tenía el aroma del mar.
El mismo mar que la había reclamado.. Sintió una corriente de energía recorrerla desde los dedos hasta el corazón.
Entonces lo supo. Su magia no solo servía para iluminar o dormir.
Podía despertar.. su magia hacia reaccionar a las pociones
Desde la puerta del invernadero, una voz grave la interrumpió..
Ulises: ¿Qué estás haciendo, hermana?
Úrsula se volvió lentamente.
Ulises la observaba con una ceja alzada, espada en mano y el ceño fruncido.
Ella sonrió, con una calma que nunca antes había tenido.
[Solo practicando mi luz]
Y el frasco en su mano brilló con fuerza, como si el propio océano respirara dentro de él.
ya no puede hablar, que disfrute al duque