Renací En La Villana De La Historia

............ Narrador.............

Esa noche, mientras Ashley se acomodaba en su habitación, la emoción del cumpleaños del príncipe comenzaba a burbujear en su interior. El gran evento estaba a la vuelta de la esquina, y la idea de estar en el mismo espacio que el príncipe y Adam la llenaba de nervios y expectativas.

Alfa, su fiel compañero, devoraba la carne que le había traído, lo que le daba a Ashley un momento de paz. Se sentó en el borde de su cama, acariciando suavemente su pelaje mientras pensaba en lo que podría suceder en la celebración. Las luces brillantes, los bailes elegantes y las miradas furtivas entre ella y Adam llenaban su mente.

Con un suspiro, se levantó para mirar por la ventana. La luna iluminaba el jardín, y sintió un impulso por salir a dar un paseo. "Tal vez un poco de aire fresco me ayude a despejar la mente", pensó. Así que se puso un abrigo ligero y salió sigilosamente.

Mientras caminaba por los caminos del jardín, se encontró con una figura familiar: Adam estaba allí, apoyado contra un árbol, mirando hacia las estrellas. Al verla, su rostro se iluminó con una sonrisa.

—No esperaba encontrarte aquí —dijo él, acercándose.

—Yo tampoco —respondió Ashley, sintiendo cómo su corazón latía más rápido—. Solo necesitaba un momento para pensar.

—¿Sobre el cumpleaños del príncipe? —preguntó Adam, con un tono juguetón—. No te preocupes, no te dejaré caer en manos de Lucía.

Ashley rió suavemente. La conexión entre ellos era palpable y reconfortante. A pesar de las tensiones familiares y los rumores sobre sus poderes, había algo especial en esos momentos compartidos que hacía que todo pareciera más fácil.

—Tienes más fuerza de la que crees. Y recuerda que no estás sola en esto —dijo él—. Estoy aquí para apoyarte.

Ashley sintió una oleada de gratitud hacia él. Su presencia siempre le otorgaba una sensación de seguridad que no podía ignorar. Pero también sabía que sus sentimientos por Adam eran complicados; había algo más profundo allí.

Mientras conversaban bajo las estrellas, ambos comenzaron a compartir sus sueños e inquietudes sobre el futuro. El tiempo parecía detenerse mientras se perdían en sus palabras y risas.

De repente, un ruido rompió la calma de la noche: una sombra se movía entre los árboles cercanos. Ambos se giraron rápidamente hacia el sonido.

—¿Qué fue eso? —preguntó Ashley con voz suave pero alerta.

Adam frunció el ceño y tomó su mano con firmeza —No lo sé, pero hay algo extraño en esta noche. Debemos tener cuidado.

Ashley asintió, sintiendo cómo la adrenalina comenzaba a fluir nuevamente por sus venas. La noche apenas comenzaba y ya prometía ser emocionante e impredecible... ¿Qué misterios les aguardaban?

........Varias semanas después .........

Ashley se sentó en la cama, sintiendo el cansancio acumulado de los días de práctica. Había estado perfeccionando su magia, concentrándose en cada hechizo y cada movimiento. La disciplina y la dedicación estaban dando sus frutos; había logrado un control mucho mejor sobre su poder. Con una sonrisa satisfecha, se recostó en su almohada, pensando en cómo la magia podría ser una herramienta para ayudar a los demás, y no solo un medio de lucimiento.

Al día siguiente, la emoción por la fiesta del príncipe crecía en el aire. Todos estaban ocupados preparándose; las damas elegían sus vestidos con esmero y los caballeros ajustaban sus trajes con atención al detalle. Ashley se miró al espejo mientras se probaba un hermoso vestido azul que acentuaba sus ojos, sintiéndose más segura que nunca. Lo único que le preocupa era que al hacer acto de presencia la protagonista, Adam se olvidará de ella.

Mientras estaba lista para salir, alguien llamó a su puerta. Era Adam, que entró con una sonrisa brillante.

—¡Ashley! Estás espectacular —exclamó, admirando su apariencia.

Ashley sonrió tímidamente. —Gracias, Adam. Tú también te ves muy bien.

Adam tomó una respiración profunda antes de continuar. —Quería pedirte algo… ¿Te gustaría ser mi compañera para la fiesta esta noche?

Ashley sintió que su corazón latía más rápido. La idea de ser su pareja para el evento la emocionaba enormemente. —¿De verdad? Me encantaría.

—Genial —dijo Adam, aliviado—. He estado pensando en cómo sería bailar contigo bajo las luces del salón. Creo que sería perfecto.

Ashley asintió, sintiendo que esa noche podría ser especial no solo por la fiesta, sino por lo que representaba para ellos dos. La idea de compartir ese momento con Adam le llenaba de alegría y nerviosismo.

Al llegar al castillo, fueron presentados mientras entraban al salón, todas las miradas estaban puestos en ellos, ya que no se esperaban que el Emperador de Oceanía entrara de la mano de Ashley. Murmullos se escuchaban en todo el salón mientras ambos se dirigieron hacia donde se encontraban los emperadores y los príncipes. Después de saludar y entregar sus regalos, Adam le ofreció su mano nuevamente y juntos se dirigieron a la pista de baile. El mundo exterior desapareció mientras giraban y se movían al ritmo de la música. Cada paso lo sentía más conectado con él, como si compartieran un secreto especial entre ellos.

—Estoy muy feliz de estar aquí contigo —le susurró Adam mientras bailaban—. Creo que esta noche será inolvidable.

Ashley sonrió con complicidad —Ya lo es… gracias a ti.

Mientras continuaban bailando bajo las luces brillantes y rodeados de risas y alegría, Ashley no podía evitar pensar en cómo su vida estaba cambiando rápidamente; no solo había mejorado en su magia, sino que también había encontrado un compañero en Adam que hacía que cada momento fuera aún más especial. Al terminar la pieza de vals, se abrieron las puertas del salón, presentando lo que más temía Ashley esa noche, la llegada de la protagonista.