Dulce Venganza

Esa misma noche en la habitación reinaba el silencio Marcus no entendía porque estaba enojado Santiago pero lo iba a en contentar,

-vamos, ni fue tan grave la herida ni siquiera necesito que la cosieran,

Santiago no respondió se limitó a quitarse la ropa para acostarse, al pequeño príncipe le parecía una tontería por lo que se salió de la habitación y se dirigió a la barra donde se guarda el vino y al probarlo le gustó

-Es el mejor vino que he probado

Siguió tomando hasta que optó por dejar de servirse en la copa y se empino la botella tal como lo hacía en su vida pasada, en un abrir y cerrar de ojos ya se había tomado tres botellas era tolerante al alcohol en su vida pasada pero este cuerpo no estaba hecho para eso así que ya se sentía completamente ebrio, en la habitación Santiago estaba pensando en que estaba mal enojarse de la nada, pero no le gustaba ver a su esposo herido, era demasiado posesivo como para dejar que algo suyo salga lastimado, si suyo porque ese pequeño príncipe era de él, le pertenecía nadie podía lastimarlo ni siquiera el mismo Marcus podría lastimarse, si alguien lo iba a lastimar sería él y de una manera que hasta Marcus disfrutaría, sus pensamientos fueron interrumpidos por un Marcus ebrio, quien apenas podía mantenerse en pie,

-Esposito, he regresado

-Marcus ¿porque tomaste?

-Ahh ¿ya no estas.....enojado?...Ahora si me hablas....

Marcus arrastraba las palabras debido a su estado, siguió su camino hasta uno de sus cajones, buscaba algo miró a su esposo, claro que lo veía borroso pero después siguió buscando

-BINGO!!!

Santiago no sabía lo que traía su esposo, si sobrio era un misterio creía que ebrio era aún más le preguntó pero Marcus no contestó sólo se acercó a él de manera sospechosa, Santiago espero a ver que haría su esposo, mala idea Santiago mala idea, pues Marcus lo lanzó a la cama como pudo mientras se subia sobre, Santiago no sabía que traía en manos pero en segundos se encontró atado a la cama

-¿Qué estas tratando de hacer?

-Mmm querido esposo haré lo que quise hacer desde que te vi ese día en el templo

No, no, no, Santiago trató de sontarse pero le fue inposible Marcus lo tenía muy bien atado, este comenzó a besar a su esposo mientras que con las manos le desabotono la camisa y colocó la otra mano entre los pantalones de Santiago, así empezó a despertar al gran amigo del hombre como le llamaba Marcus, Santiago dejó salir unos jadeos un poco roncos, Marcus dejó de torturar a Santiago y comenzó a tocarse él sólo pero no para ser él de abajo si no para se el de arriba cosa que Santiago ignoraba por completo cuando estuvo lo suficientemente caliente se las arreglo para darle la vuelta a Santiago dejándolo Boca abajo aún que este se estaba resistiendo ahora que estaba bajo el alcohol Marcus tenía más fuerza además que estaba usando las mañas que había aprendido mientras era el líder de su clan de narcotraficantes, también se encargo de amarrar lo de las rodillas, no sin antes de ponerlo con las rodillas dobladas, también traía consigo un pomo de aceite corporal que habia encontrado en su cajos mientras buscaba la corbata para amarrar a Santiago, vertió un poco de en su mano y comenzó a acariciar la entrada de Santiago quien se estremeció y trató de zafarse, bueno en realidad todo el tiempo trato de soltarse pero no pudo por más que lo intento,

-Si...si no me sueltas te arrepentirás Marcus

-Tal vez, pero al menos lo habré disfrutado,

Pará no escuchar sus amenazas lo amordazo, Santiago estaba lleno de ira nadie lo había tratado así nadie lo había callado tan así como lo hacía este hombre, su corazón latía a mil no sabía si porque estaba apunto de ser ultrajado por Marcus o por lo bien que estaba sintiendo lo que Marcus comenzó hacer, pues este estaba pasando su legua por su entrada mientas se acariciaba su virilidad, intriducia su leguan a un ritmo lento cuando sintió que Santiago se relajaba comenzó a prepararlo, al ver que Santiago se resistía lo calentó más, pues eso quería decir que era el primero el tocar esa área prohibida, siguió con sus juegos un buen rato hasta que sintió que la entrada estaba lista para que él la invadiera con su virilidad, Santiago protestaba pero de su boca no salían más que sonidos sin sentido debido a la mardaza

-Si te resistes será doloroso

Dijo Marcus con una voz seductora, se posicionó y poco a poco comenzó a entrar en él, mientras entraba dejaba salir unos pequeños jadeos, se sentía muy bien ser el de arriba, quería entrar de una sólo movimiento pero si quería volver a repetir esto debía ser un poco menos apasionado, mientas entraba besaba la espalda de Santiago y acariciaba su dureza para poder hacer que lo disfrutará tanto como él, cuando estuvo por completo en él se quedó así unos segundo, para que se logrará acostumbrarse a su tamaño, cuando sintió que ya no estaba tan apretado comenzó el vaivén lentamente mientras se movía la lujuría combinada con la influencia del alcohol no fueron buenos consejeros se movió más rápido tanto que se escuchaban los gemidos de Santiago, Marcus quiso ver su cara cuando entraba y salía de él, salió de él, este pensó que había terminado pero apenas fue el comienzo, cuando lo tubo cara a cara le quito la mordaza para ahora callarlo con sus besos, acarició la entrepierna de Santiago, las abrió lentamente para estar entre ellas y adentrarse de nuevo en él, ahora que sabía lo bien que se sentía no se quedaría con ganas de probar más, una vez más se movió dentro y fuera de Santiago, este dejo salir gemidos debía reconocer que era demasiado placentero cuando se acostumbro a su tamaño ahora se movía al ritmo que Marcus, con sus piernas lo abrazo para que llegara más profundo y cuando tocó su punto dulce no pudo evitar germir mientras se corría, sus piernas temblaban pero Marcus no se detuvo al contrario siguió dando duros movimientos, hasta que logró su placentero orgazmo, se dejó caer sobre el pecho de su esposo este quiso acariciar su cabeza pero aún está atado, Marcus salió de él quería seguir pero algo le molestaba, no había sentido tan bien como había imaginado, así que una idea llegó a su cabeza aún dormida por el alcohol, tomó la dureza de Santiago y comenzó a moverlo de ariba abajo, mientras se preparo así mismo salían pequeños gemidos, al ver la cara de Marcus al darse placer a si mismo se encendió de nuevo quería poseer a su adorable esposo pero como seguía atado espero a ver que hacia él, Marcus se desespero no sentía igual darse placer a sentir la hombría del su hombre dentro de él, se sentó sobre el gran amigo de Santiago y lo introdujo todo dentro, comenzó a dar saltitos pues no se preparo lo suficiente, Santiago por su parte solo podía ver y dejarse llevara por el placer al estar dentro de su esposo, dejaba salir gemidos roncos pues están muy apretado, la noche siguió y Marcus seguía encendido siguió con su noche de pasión después de que Santiago se corrió dentro de él esté se adentro dentro de él otra vez y así sucesivamente esa noche fue el de arriba y el de abajo como el decía.