Después de un año de lo sucedido todo sufrió un cambio. Emily tratará de detener una inminente guerra entre ambos mundos, pero antes tiene que revelar secretos que le dirán quién es en verdad, pero no será la única que buscará respuestas en esta lucha.
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Capítulo 1 - La Cazadora
Había un fuerte movimiento de camionetas militares que se dirigían a las afueras de la ciudad de Scarlet Wonder. Fuera de esta se encontraban en persecución dos autos a gran velocidad.
La persecución no duró mucho tiempo ya que el auto que perseguía impacto el costado trasero del auto perseguido haciendo que perdiera el control y volcara quedando con las llantas arriba.
Del auto que quedó en pie salió una chica que usaba unos lentes obscuros, camino al auto volcado y rompió la puerta del conductor con una fuerza descomunal. La chica tomó del cabello a la persona dentro de aquel auto y con fuerza y violencia la saca del mismo dejando ver a un hombre de una edad aproximada de 39 años.
La chica arrastró al hombre varios metros del auto tirando del cabello de este, posteriormente lo levantó y azotó sobre la arena.
— No debiste huir así — Dijo la chica mientras rodeaba al hombre.
— Tendrás que matarme ya que no voy a hablar — Dijo el hombre seguido de un escupitajo.
La chica se limpió y pateó fuertemente las costillas del hombre haciendo que gritara inmediatamente.
— Han copiado la anatomía humana demasiado rápido — Dijo la chica mientras pateaba la cabeza del hombre.
— Mátame de una vez — Dijo el hombre mientras sangraba.
— Lo haré, sólo calma, debemos hablar antes — Respondió la chica con ironía.
— Yo no tengo nada de que hablar contigo cazadora — Dijo el hombre aún arrogante.
— ¿En serio? — Dijo la chica con una sonrisa.
La chica saco una especie de bastón que hizo crecer un poco y de la punta salió una daga que reflejaba a la misma chica. La chica hizo un movimiento con ella y clavó la punta en la espalda del hombre haciendo que gritará aún más fuerte, pero aún así él seguía en su posición de no hablar. La chica volvió a clavar la “lanza” en el cuerpo del hombre, pero esta vez en la mano izquierda del hombre.
— Podemos hacer esto todo el tiempo que quieras — Dijo la chica con sarcasmo.
— Jamás hablaré maldita... hija... de... puta — Respondió el hombre con dificultad.
La chica siguió clavando aquella lanza en el cuerpo del hombre logrando que perdiera sangre, pero antes de que el hombre se desmayara por la falta del líquido vital ella se detenía y dejaba que el cuerpo del hombre se regenerara.
— Esto es lo maravilloso de los seres como tú — Dijo mientras volvía a realizar su faena.
La chica disfrutaba bastante el torturar así al “hombre”, pero el sonido de motores de auto la alarte y decidió apresurar las cosas. Alzó la lanza y la clavó en el corazón del hombre, acto seguido este último se hizo polvo.
La chica escapó sin dejar rastro de lo que había pasado. Las camionetas llegaron al lugar, pero sólo encontraron arena y desolación.
Horas después la chica llegó a un templo muy alejado de la ciudad. Al llegar fue llevada a un salón enorme con estatuas de oro de varios santos a ambos lados del pasillo que llevaba a tres hermanos tronos y detrás del trono principal se encontraba una estatua de oro blanco personificando a una figura algo irreconocible que portaba un manto con estrellas, en una mano poseía el mundo y en el otro una balanza.
La chica se posó frente a los tres tronos y de las penumbras salieron tres hombres con sotana que tomaron lugar y miraron fijamente a la chica.
— ¿Y bien? — Dijo el hombre de la izquierda.
— Siguen negándose a hablar — Respondió con seriedad.
— ¿Y los restos? — Preguntó el de la derecha.
— Ya es polvo — Dijo rápidamente.
— Debemos seguir peleando para liberar a la humanidad de esas criaturas — Dijo el hombre de la izquierda.
— Pero... cada vez nos ganan más terreno — Le respondió el hombre de la derecha.
— Prepárate... habrá una entrega de un armamento en los muelles — Dijo el hombre del centro que por su túnica dorada era el líder.
— ¿Iremos por las armas? — Preguntó la chica.
— No... iremos por ese tal general — Dijo el hombre mientras se paraba del trono.