Los Hermanos Volkova

Todos estaban en un hermoso hotel en Swissotel Krasnye Holmy en Moscú. Se había reservado en su totalidad para festejar el cumpleaños número 17 de Nina. Cada una de las personas tenía una habitación y podía disponer de cualquier tipo de servicio.

"Sigo pensando que es muy escandaloso, hay felicidad, pero también hay tristeza por lo que está pasando mi hermano" Dijo Nina a Luther.

"Tal vez tengas razón, pero es una oportunidad para animarlo, el te ama" Dijo Luther cerca al enorme ventanal que mostraba toda la hermosa ciudad.

"¿Crees que venga?" Preguntó Nina con esperanza, abrazando a su amdo por la espalda.

"¿Qué te dice tu corazón?" Preguntó Luther mientras volteaba a ver los ojos tristes de su pequeño cielo.

"Que vendrá"

"Si, también lo creo, tu padre sabe como persuadir, si me dijeran que regalarían a mi hija, ya estuviera recapacitando" Dijo Luther.

"Me has dicho que quieres hablar de algo" Dijo Nina.

"De los regalos que te dio mi padre al nacer. Él dijo que tendrías un amor y que..."

"Sería de este mundo o el de él, lo sabía" Interrumpió Nina.

"¿Cómo lo sabes?" Preguntó Luther llevando a Nina con el al gran sofá.

"Cada vez que mi padre iba a darme el beso de buenas noches y creía que dormía lo escuché pedir a Dios que mi amor fuera de este mundo, al principio no entendía, estaba pequeña y mi sueño era pesado, pero después lo escuché suplicar con mi madre" Confesó Nina.

"¡Vaya! Será difícil que lo acepten, he pensado como decirle a mi tío que tenemos una relación y que no te separaré de ellos nunca. Pero sé que apenas nombre la palabra relación querrá golpearme y si supiera que de manera inconsciente intervine esa noche en tu entrega de regalos" Confesó Luther.

"¿Cómo así? No entiendo" Preguntó Nina.

"Mi padre siempre ha entregado regalos y créeme que ahora son buenos, pero anteriormente entregaba desgracias y no importaba si perjudicaba a su propia familia. Algún día te contaré la historia de mi abuela Luisa.(Léase Novela No Puedes Ser Tú)"

"Mi padre cambió cuando nació mi tío Alexander, todos dicen que es su sobrino favorito y aunque muchos esperaron que el gran mago le obsequiara desgracias, este fue conmovido al ver al pequeño niño pelirrojo en brazos de su sobrina. Mi tío Alex se convirtió en el sobrino predilecto que solo recibió cosas buenas"

"¿Qué le dio a tu madre?" Preguntó curiosamente Nina.

"Parece que al ver a mi madre cuando era una bebé el destino le jugó una mala pasada. Aparte de belleza, inteligencia entre otras cosas, le dio el poder de ver el futuro y también le dio aún amor de su mundo sin pensar que se había regalado a él mismo" Sonrió Luther.

"Eso suena divertido, el gran mago recibe una dosis de su propia medicina ¿Tu madre puede ver el futuro?" Preguntó Nina.

"Mi madre siempre fue caprichosa consentida y hacia lo que se le daba la gana, entonces llamo varias veces a su tío o sea a mi padre y le dijo que ella no deseaba ese regalo que no le servía de nada y entonces ahí empezó su historia" (Léase Novela Prohibido)

"Entonces después de tu entrega de regalos, yo les dije a mis padres que tu amor no sería de este mundo" Dijo Luther.

"¿Entonces metiste tus narices en la entrega de obsequios de tu padre?" Preguntó Nina.

"Si, al parecer ese mismo día te elegí para mi. Por eso muchos se atreven a decir que soy igual o más poderoso que Christian Phriston, aunque Luna ha estado al frente de todos los negocios de mi padre no tiene el poder para entregarle algo a un recién nacido, pero si se puede regalar cosas a ella misma, ya que su esposo lo escogió cuando solo tenía dos años" Sonrió Luther.

"Creo que se podrían escribir novelas con todas esas historias. Es bueno saber que estamos destinados ¿Nada podrá separarnos?" Preguntó Nina.

"No me engañes Nina, porque si lo haces les darás la razón al miedo de tus padres, nunca los verás, me encargaré de que sufras el resto de tu vida" Dijo Luther de manera posesiva, como si fuera otra persona, sus ojos verdes más brillantes de lo normal y Nina sintió frío.

"No te engañaré, nunca lo haría y espero que aprendas a confiar en mí" Dijo la castaña palpando sus mejillas.

Esto hizo que Luther volviera a la normalidad y besara con desespero las manos cálidas de su novia "Lo siento, lo siento nena, perdón por hablarte de esa manera, nada podrá separarnos"

Nina acercó su rostro al de su novio, deseaba un beso, un beso que la llevara al cielo y trajera nuevamente a tierra. Luther tragó en seco y acercó sus labios a los de la chica.

El pelirrojo miró los labios rojos de la pequeña, esta cerró los ojos, el hombre recorrió la boca con suaves roces, aquella habitación fue testigo de los inexpertos labios que hicieron temblar el cuerpo de gran mago, el hombre se sintió vivo, podría pasar toda la vida disfrutando de los fugaces, suaves y tiernos besos de Nina Volkova.

Luther era un hombre experimentado, no entendía como la pequeña lo ponía tan nervioso, ese primer beso dejó un sabor único en sus labios, ese beso suave e inocente que fue capaz de hacer volcar su negro corazón.

Nina sintió como el pelirrojo fue tomando el control, el beso paso de ser dulce a ser ardiente, la chica intentó llevarle el ritmo fue majestuoso la manera de besar ese beso era suficiente para tener un orgasmo en ese mismo instante. Nina apretó sus manos intentando zafarse, un poco más y no tendría labios que lucir.

Luther se apartó y la bella chica golpeó el pecho "¡Tonto! __ Tomó caladas de aire __ Me estabas asfixiando"

El mago sonrió "Olvidé tu inexperiencia, lo siento. Para la próxima puedes respirar por la nariz"

"Debes irte, pronto llegarán las maquilladoras y..."

"¿Qué ocurre? ¿Me estás evitando?" Preguntó Luther con el ceño fruncido. En esos momentos deseaba enormemente leer a Nina y saber que pensaba realmente.

A Nina le pareció encantador verlo confundido ¿Cómo le decía que su zona íntima se había humedecido por el ardiente beso? "No, el beso fue como siempre lo soñé. Solo que recordé que vendrán las chicas..."

"Bien, ¡adiós!" Dijo Luther enojado, no le había creído.

"Fresita, espera, si te digo lo que ocurre ¿No te burlaras?" Preguntó Nina.

Luther volteó a mirarla mordiendo su labio inferior y negó con su cabeza curioso.

Nina suspiró y dijo "El beso me hizo sentir algo en mi estómago y luego se instaló en mi vientre bajo un fuego..."

"Entendí __ Luther pasó su mano derecha por su rostro __ No sigas porque arrasaré con tu virginidad hoy también... te amo pequeño cielo" Sonrió y se marchó.

Nina sintió algo más fuerte cuando dijo que arrasaría con su virginidad, la chica abanicó su rostro y se tiró a la cama y empezó a reír como tonta.

Celia y Leonid tocaron la puerta de la chica y está se levantó de inmediato y abrió "Hola" Una radiante sonrisa desplegó la linda Volkova.

"Hola ¿Están aquí las maquilladoras?" Preguntó Celia mientras ingresaba.

"No, aún no llegan"

"Tienes los labios muy rojos, parece que te hubieses aplicado algún producto" Dijo Celia.

Nina espernancó los ojos y Leonid la tomó por el mentón y paso con rudeza el dedo por el labio de la chica "No tienes ningún producto" Dijo en modo acusatorio.

Nina se zafó molesta "Me lastimas idiota, no lo vuelvas a hacer"

"Leo, sabes que Nina es de piel delicada" Recordó Celia y un leve moretón se reflejó en el mentón de la castaña.

"Te hemos traído un regalo Nina" Dijo Leonid.

Celia le entregó una caja y Nina sonrió "¿Chocolates? Mis favoritos, gracias, los amo"