Charlotte que fue engañada por el hombre que juraba amarla, vuelve en el pasado para cambiar su pasado y proteger a su esposo, a quien ella mato con sus propias manos tras haber sido manipulada.
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capitulo 16- Información
Charlotte se encontraba en el jardín junto a Melisa y el pequeño Eydan.
— Más despacio. — Melisa mira al niño con una sonrisa que se encontraba devorando algunos postres.
— Muy bien, pequeño, demasiado dulce, puede ser malo para ti. — Charlotte hace una seña para que las doncellas retiren los dulces. Melisa aprovecha aquello para limpiar la mejilla de Eydan que se encontraba ensuciado.
Charlotte, por otro lado, no podía creer que Eydan fuera realmente hija de Eloise. Hasta ahora no recuerdo en el pasado que esto ha pasado, las cosas habían cambiado bastante, que ahora no sabe qué podría pasar más adelante.
— Llevaré al pequeño a tomar un baño. — avisó Melisa, levantándose mientras toma al pequeño en sus brazos. Charlotte voltea a verla, asintiendo.
— De acuerdo. — Sonríe levemente, mirando al pequeño para levantarse. — Pórtate bien, Eydan.
Dicho eso, la madre emperatriz se aleja con Eydan mientras que Charlotte los despide con la mano.
«Todo esto me tiene muy confundida», piensa para sí misma cruzándose de brazos. Ese niño parecía tenerle miedo a Eloise, que le habrá hecho esa mujer para que él hubiera oído de esa manera. Todo esto era extraño. Eloise tenía un hijo, pero ¿dónde había estado todos esos años? Esa pregunta no dejaba de rodear su cabeza sin respuesta alguna y sabía que de alguna manera tenía que investigar lo antes posible todo ese dilema.
Y justo fue lo que fue, lo hizo que había pedido información al gremio y esta información llegó en el palacio tan solo en la noche.
Charlotte, que apenas terminaba bañándose, se encontraba secando su cabello con una toalla, mirando la carta que le había enviado el gremio tras la información que pidió. Tomó la carta sentándose en la cama, para dejar la toalla a un lado y abrir la carta.
Una carta que había mucha información en ella, especialmente de Eloise. Abre el sobre para comenzar a leer lo que contenía en la carta.
“En el su viaje de hace años la señorita Eloise dio a luz a su hijo Eydan, pensaba dejarlo con su abuela, pero está insistió que no podía dejar su hijo botado y escondido de todos, la señora quería que la señorita Eloise tomará la responsabilidad, algo que por supuesto no fue tomado de la mejor manera, y sabía que, sino silenciar a su abuela está podría ser un problema más adelante y si mató a su abuela dándole veneno” Charlotte hace una pausa en su lectura.
— Así que mató a su propia abuela. — Niega con la cabeza sin poder creerlo.
Mira la otra carta para comenzar a leerla.
“Como ella no tenía lugar donde dejar a su hijo, lo trajo a escondidas en la mansión del marqués; ahí lo estuvo escondiendo en el sótano de la mansión y tenía una doncella que le ayudaba a ocultarlo”.
—En el sótano. —Parpadeaba para ver si había leído mal. Pero no era así. Charlotte no podía creerlo, no por el hecho de que simplemente no se había dado cuenta, sino, como una madre que sería capaz de encerrar su propio hijo en el sótano apenas nacido. Ahora entendía del porqué Eydan no hablaba, en aquel ambiente que había crecido no le permitía.
— Cariño. — Charlotte levanta la cabeza mirando a Killian quien entra en la habitación. —¿Te encuentras bien? — Este se acerca a Charlotte preocupado, mirando las cartas que la chica tenía en su mano.
— Estaba investigando Killian. — Lo mira. — Esa mujer estuvo manteniendo a Eydan en un sótano desde pequeño. —Niego, incapaz de creerlo, jamás pensó que Eloise sería capaz de hacerle esto a su propia sangre.
— En el sótano. — Killian frunce los ceños sin entender.
— La razón por la que nunca me di cuenta de que ella tenía un hijo, es porque lo ha estado escondiendo en un sótano, que habrá pasado ese niño Killian para no poder hablar. — En las cartas no hay nada del porqué Eydan no puede hablar, pero ya lo está sospechando.
Aquella conversación se vio interrumpida cuando alguien tocó la puerta.
—Saludos, su majestad, el emperador y la emperatriz. — La chica entra tras recibir el permiso haciendo una leve reverencia.
— ¿Qué pasa? — Charlotte se levanta arreglando su bata.
— Creo que debería saber esto. — Aquella doncella dudó un segundo en hablar.
— Habla de una vez. — Ella se cruza de brazos impacientes.
— Cariño cálmate. — Killian toma la mano de la chica tratando de calmarla.
— Hace un momento estuvieron bañando al pequeño príncipe. — Ella levanta la cabeza lentamente mirando a Charlotte. — Y él tiene muchas heridas en el cuerpo.
— ¿Qué?
— Además, tiene una enorme quemadura en la espalda que parece ser reciente. — Charlotte aprieta los labios furiosa.
Tal como sospechaba. La maldita Eloise estuvo maltratando a ese niño tanto físicamente como mentalmente, por los traumas el pequeño no hablaba.
— Puedes retirarte. — Killian despide a la doncella, quien sale cerrando la puerta y en un segundo Charlotte terminó de explotar.
— Maldita sea, cómo pudo hacerle eso a su propio hijo. — Gruñó, molesta, pensaba deshacerse de Eloise de manera fácil y sin sufrimiento, pero esto era el colmo.
— Cariño. — Killian toma la mano de la chica.
—¿Cómo pudo hacerle eso, Killian? Él es su hijo. — Frunce el ceño con enojo. — Es su hijo maldita sea, por peor que fuera, jamás pensé qué sería capaz de lastimar a su propio hijo de esa manera. Él no merece todo esto, es apenas un niño.
— Lo sé, lo sé… — Trata de calmar a Charlotte. — Ella no tenía derecho de hacerle esto al niño.
— Haré que esa maldita pague. — Ruge, molesta, antes pensaba matar a Edwin después de la boda y hacer que la maldita de Eloise tomará la culpa, pero esa mujer merecía más sufrimiento.
— ¿Qué piensa hacer? — Killian mira a la chica.
— ¿Me ayudarás si te digo? — Esta lo mira.
— Te ayudaré en cualquier cosa, cariño. — Besa las manos de la chica.
— ¿Está seguro de eso? ¿Qué pasa si quiero hacer algo malo, Killian? ¿Aun así me ayudarás? —cuestiona, clavando sus ojos en los del emperador.
— No importa lo que pienses hacer, te apoyaré, como tu esposo, eso es uno de mis deberes. — Charlotte sonríe y se pone de puntillas para abrazar al emperador.
— Te amo mucho, Killian. — Lo abraza con fuerza, hundiendo su rostro en el cuello de este.
— Yo también te amo mucho, cariño. — Charlotte sonríe en el cuello del emperador tras escuchar esas palabras. — Te amo mucho, Charlotte. — Killian abraza a la chica con más fuerza, como si no quisiera soltarla.