Amores Ocultos En La Mafia

Hola, soy Pietro, tengo 17 años, soy parte de la Trinidad, mi hermano y yo somos trillizos y somos conocidos por nuestras torturas, siempre me ha gustado formar parte de la mafia, siempre he tenido a mi padre como inspiración, comenzamos nuestro entrenamiento en la mafia cuando teníamos 10 años, con eso nuestro cuerpo ganó mucha masa muscular y definición, siempre conseguimos entrar en los lugares porque todos creen que somos mayores.

Siempre supe que era gay, siempre tuve deseos por otros chicos, desde los 12 años, siempre me gustó ver a los chicos jugando o haciendo algún deporte sin camisa, pero en el mundo en el que vivo la homosexualidad no es una opción, si dijera que soy gay, muchos me juzgarían por mis elecciones.

Pero eso ni siquiera es lo peor, desde los 15 años estoy enamorado de Valentín, él siempre me llamó la atención con ese aire de hombre bruto y fuerte, es un verdadero dios griego, pero desafortunadamente nunca podré tenerlo para mí, a hombres como él les gustan esas mujeres bonitas de portada de revista, él nunca se involucraría con otro hombre.

Llegué al galpón de la mafia y Heitor me avisó que tendría que viajar en misión con Valentín, no sabía si alegrarme o tener miedo, Valentín siempre fue un hombre muy callado, aunque crecimos juntos nunca fuimos cercanos, vuelvo a casa y preparo mi maleta para ir al viaje, así que vuelvo al galpón, Valentín también había llegado, fuimos al jet privado y nos sentamos separados.

Hablamos solo una vez en el jet privado, pero fue algo rápido, pero se notaba que Valentín no estaba feliz con mi compañía, así que llegamos a México fuimos al hospital, él y yo nos quedamos en habitaciones separadas pero éramos vecinos.

Voy a mi habitación, me baño y me arreglo, había visto algunas investigaciones sobre clubes nocturnos que había cerca y uno de los clubes era el lugar donde cuatro chicas habían desaparecido, entonces decidí ir allí a ver cómo era el lugar, antes de salir decido avisarle a Valentín por precaución, así que él abre la puerta de su habitación lo veo solo en bóxer frente a mí.

Intento mantener el control y le digo que estaba de salida, él como siempre fue frío y grosero, pero creo que ya me estoy acostumbrando, salgo del hotel y voy al club que no estaba muy lejos, quiero ver de cerca el ambiente del lugar, la fila era enorme, pero no tuve problema para entrar, el lugar tenía un sonido alto y estaba abarrotado, el club era muy oscuro, me siento en el bar y me quedo mirando el movimiento.

Pido una bebida y me quedo sentado, algunas mujeres se acercan pero no doy mucha intimidad, no tengo ningún interés en mujeres, después de un tiempo un hombre negro alto se acerca y se sienta a mi lado.

Xxx: ¿puedo beber contigo?

Pietro: siéntete a gusto.

Xxx: placer, soy Iago.

Pietro: placer, soy Pietro.

Iago: ¿estás solo?

Pietro: sí, ¿y tú?

Iago: ahora estoy contigo.

Pietro: ¿Y antes?

Iago: estaba solo, por tu forma de hablar, ¿no eres mexicano?

Pietro: no, estoy aquí de paseo.

Iago: ¿tienes ganas de divertirte?

Pietro: depende del tipo de diversión del que estés hablando.

Iago: la diversión termina contigo y conmigo desnudos en alguna cama.

Pietro: no, gracias.

Iago: Ah, ¿eres hetero? Pensé que eras gay, te vi rechazando a todas las mujeres que se acercaban a ti.

Pietro: realmente, soy gay, pero no tengo ganas de sexo.

Iago: entonces podemos solo beber y disfrutar de la noche.

Pietro: claro que sí.

Nos quedamos bebiendo y conversando, yo aprovechaba para mirar el lugar, nada sospechoso había sucedido hasta el momento, Iago en todo momento intenta convencerme de ir a su apartamento.

Iago: eres un hombre muy bonito, qué pena que no quieras pasar la noche conmigo.

Pietro: tal vez la próxima vez.

Yo todavía era virgen, y no quería perder mi virginidad con un hombre que conocí en el club, me quedo disfrutando de la noche hasta las 02:40 de la mañana, después de haberme besado algunas veces con Igor me despido de él y me voy.

Como el hotel no estaba lejos, decidí volver caminando, así que llego al hotel voy directo a mi habitación, así que la puerta del ascensor se abre veo a Valentín en la puerta de su habitación.

Valentín: No se olvide que vinimos aquí a trabajar.

Pietro: No soy ningún niño, sé lo que estoy haciendo.

Valentín: ¿dónde estabas?

Pietro: investigando, cosa que por lo visto tú no hiciste.

Valentín: Responde mi pregunta, no olvides tu posición dentro de la mafia, tienes que respetarme y obedecerme.

Pietro: está bien señor, estaba en el club investigando el lugar, algunas víctimas desaparecieron de allí.

Valentín: ¿descubriste algo?

Pietro: no, pero mañana voy de nuevo.

Él no respondió nada, entró en la habitación y cerró la puerta, yo entré en la mía y fui directo al baño, necesitaba un baño y una buena noche de sueño.