Akira un día despertó en el cuerpo de Mei, una princesa ignorada por su esposo el segundo príncipe, ahora Mei dejará de lado a ese esposo suyo y buscará liberarse de ese matrimonio y unirse al ejército de su padre.
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Capítulo 1- despertar
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Sakurai Mei, una joven belleza, de cabello largo y oscuro, al igual que sus ojos, siempre lucia hermosa sin importar lo que llevara puesto.
Tuvo muchas propuestas de matrimonio, pero a sus 15 años, el emperador la solicito para casarse con el segundo príncipe, ella era hija del primer general Sakurai, el general más poderoso debido a su gran ejército y que era bastante influyente en la corte del emperador, por ello, para el emperador, era conveniente tener a la chica, dentro de la familia real. Mei era una chica educada, pero sumisa, había estado enamorada del segundo príncipe Arai Jiro, un chico de 17 años con buenos logros y muy guapo, pero, su matrimonio fue solo político, por lo que el príncipe Jiro, no tenía ni las mínima consideración ante Mei, ya que él, amaba a otra, a la cual tuvo que meter a su palacio solo como concubina, Jiro pasaba su tiempo con esta chica, dejando en el abandono a Mei, aun cuando este, procuraba buscarlo, queriendo ser una buena esposa, Jiro solo la apartaba y le decía lo molesta que era, ante esto, Mei cayó en una profunda depresión, se recluyo en su salón del loto, que era la residencia a la que fue enviada, una sala pequeña y con pocos sirvientes, ya que el salón principal, el salón de la luna, fue dado a la concubina amada de Jiro, por supuesto, el padre de Mei no sabía nada de esto, ya que la mayor parte del tiempo, estaba en sus viajes para proteger el país y su madre, ella había fallecido cuando Mei solo era una niña.
En su reclusión, Mei tomo un camino desesperado, al no ser amada y estar sola, tomo veneno, buscando que el menos con eso, su padre regresará para estar aunque fuese en su funeral, las sirvientas de Mei habían llamado al médico y cuando este ya la daba por muerta, misteriosamente despertó, pero, estaba muy confundida y sin saber quien era, ante esto y para evitar que alguien pudiese hacerle daño, todos sus sirvientes callaron y dejaron pasar todo, nisiquiera el príncipe Jiro fue informado del envenenamiento, pues los sirvientes ya sabían que no se molestaría en buscar al culpable.
Un mes ha pasado desde el incidente y los sirvientes estaba totalmente confundidos por el cambió en la manera de ser de la princesa, pues a los pocos días de despertar la chica pidió todo tipo de armas y se la había pasado en su patio entrenando con ellas, descuidando sus rutinas diarias que eran tejer y beber el té con otras jóvenes de sociedad, incluso ya no iba a visitar al segundo príncipe, para perseguirlo buscando un poco de su atención; al menos eso último, era bueno para sus sirvientas, así evitaba ser la burla de las concubinas.
- parece que últimamente esa princesita, ya no se arrastra hasta el príncipe...
Hablo la segunda concubina, de nombre Yamada Keiko, cuando estaba bebiendo el té con otras chicas, las cuales se sorprenden ante esas palabras.
- imposible señorita Yamada, todas sabemos lo rogona que es esa chica.
- hasta lástima da, rogando por la atención del príncipe, cuando es obvio que el solo mira a la primera concubina.
Keiko se enoja por esas últimas palabras, aunque el menos, ella si recibe al príncipe de vez en cuando, incluso por eso, se diese superior a Mei. Tal vez cuando se vayan sus invitadas, ella vaya a hacerle una visita a esa princesa cobarde. Claro, ella no sabe, que se llevará sorpresa cuando descubra que la princesa Mei, ya no es la misma chica que ella conocía. Por otro lado, el príncipe recibe el informe de su sirviente que la princesa no ha sido vista, incluso menciona que no ha ido a verlo, aunque es obvió que el príncipe esta consciente de ello, pero para él, eso es mejor, pues así él, podrá vivir tranquilamente con su amada.