Alma Rosa es una chica de campo que comete el error de poner sus ojos en un hombre que no esta a su mismo nivel.
¿El amor podrá vencer todos los obstáculos o se destruirá?
Una apasionante historia de amor y traición, donde a todos les toca cambiar para sobrevivir.
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Era un hermoso día de primavera, el sol golpeaba suavemente sobre la piel de una linda chica.
Su cabello vuela por todos lados, haciendo una escena hermosa para los ojos de cualquiera.
Alma Rosa cortaba las rosas como cada mañana y el acomodado cuidadosamente dentro de una canasta que tenía en el piso.
Más tarde las llevaba a las habitaciones y les daba vida. Sabía que muchas veces iban a dar al bote de basura, aun así, quería brindarles un poco de felicidad a los anfitriones de la hacienda.
______ ¡Alma Rosa!
______ ¡Alma Rosa!
La chica se detuvo un momento y volteó a ver a la mujer que salió de la hacienda.
La hacienda ferry, era realmente maravillosa, no solo por su inmenso cultivo de Maguey y limón. Si no también porque pertenecía a una de las familias más influyentes pueblo.
_____ ¡Señora Artemisa, estoy por acá! ___ La chica agitó su mano, llamando la atención del ama de llaves.
_______ ¡Alma Rosa, deja de hacer el trabajo y ve a ver a la señora Maritza!
Alma rosa era una chica hermosa. Cabello rojizo, rostro triangular, labios gruesos, rasgos muy finos. Piel blanca y lo que más llamaba la atención en ella, era sus pecas.
Nunca habían visto a una chica con tantas pecas y pelirroja. Era una belleza que nadie había visto. Muchos en el pueblo la apodaban la hija del diablo
Solo tenía 18 años, llevaba solo un par de días trabajando para la familia Ferry. Nunca se había atrevido a ir a las habitaciones de los patrones mientras ellos estaban ahí.
Eran una familia influyente de toda la región. Eran respetados y considerados la familia más rica de todo el estado.
Aún así prefirieron vivir en el campo, rodeado de naturaleza y de animales.
_____ ¡Voy!
_____ ¡Voy!
_____ ¡Espera un segundo, Artemisa!
_____ Niña, no hay todo el tiempo. Anda date prisa. Rápido, niña, rápido.
Artemisa movió la cabeza constantemente. Si algo le molestaba a Maritza es la impuntualidad de los empleados.
Alma Rosa era una chica huérfana que fue adoptada por una mujer a la cual consideraban bruja, por el simple hecho de que ayudaba a curar a ciertas personas con algunas hierbas.
Desde niña le agarró cariño a las rosas y a todo tipo de flores. Era amante de las hierbas y le gustaba correr sin zapatos.
Crecer con una mujer que le ha enseñado amar y respetar las plantas.
______ ¡Niña!
_____ Ya estoy aquí. Ya no es necesario que grites tanto.
_______ La señora Maritza no tiene todo el tiempo. Si quieres seguir trabajando en esta casa debes darte prisa, niña.
______ ¿Para qué soy buena? ___ La chica le entrega la canasta con las rosas rojas al ama de llaves.
_____ Niña qué preguntas haces, qué voy a saber yo para que te mandó llamar la señora.
_____ Hasta a mí se me hizo extraño que la señora quisiera verte. ___ Contestó Artemisa, y luego agregó.
_____ Eso no lo sabrás hasta que vayas a hablar con la señora Ferry.
_____ Mmmmm.
_____ Es extraño, ¿No? ___ Comentó Alma Rosa.
______ Recuerda siempre hablar con respeto. Los señores son muy especiales y más la señora Maritza. Ella es una mujer tan extraña.
______ ¿Cómo extraña? Tiene tres manos, dos bocas o qué tiene de extrañar.
____ ¿A caso es extraterrestre?
Alma Rosa echó a volar su imaginación al imaginarse a Maritza verde gigante y con antenas en su cabeza.
_____ No digas tonterías, niña. La señora es como cualquier otra persona.
Artemisa trajo a la realidad a Alma Rosa.
______ Mmm. Qué lastima. Ya me había imaginado a una mujer de otro planeta. Así como los cuentos que cuenta el viejo Fabián.
______ Niña, bajate de tu nube. No creas todo lo que dice ese viejo loco.
______ Ese hombre está mal de su cabeza. Si no quieres terminar como él, ten los pies bien puestos en la tierra.
Alma Rosa pone los ojos en blanco. A ella en lo personal le gustaba mucho todo lo que le contaba el hombre que todos llaman loco.
_____ Anda, niña ve antes de que sea tu último día de trabajo.
_____ Voy volando.
______ Antes de que la doñita se ponga verde del coraje. ___ Bromeó la chica.
______ No la llames Doñita. Para ti y para todos es la señora Ferry. ____ La corrigió Artemisa, antes de que la chica cometa un error.
_____ Para ti y para cada uno de los empleados, es la señora Ferry. ¿Lo tienes entendido, niña? ___ Volvió a decir Artemisa.
______ Bastante, Artemisa. No soy tan bruta.
_______ Seré salvaje y todo lo que quieras, pero, mensa no lo soy. Se cuando debo guardar silencio. ___ Contestó.
_______ Señora Artemisa, niña.
_______ Soy mayor que tú y no te he permitido hablarme de tú a tú.
Alma Rosa levantó sus hombros con inocencia.
_____ De acuerdo, señora Artemisa. No la volveré a llamar solo por su nombre. ____ Alma Rosa se disculpó y se aleja.
Artemisa mueve la cabeza, y se da la media vuelta para ir a la cocina y verificar que ya la comida esté lista.
En unas horas más, llegaría el hijo de los señores y su prometida Jimena. Así que no quería que nadie cometiera errores.
Todo tenía que estar listo como a Hugo le gustaba. Siempre que Hugo iba a visitar a sus padres se quedaba en la cabaña que se encontraba cerca del lago.
No le gustaba quedarse en la hacienda, ya que, estaba acostumbrado a vivir solo. Sin embargo, al ir con su prometida, ahora sí se iba a quedar al interior de la hacienda.
Maritza mandó arreglar la recámara más hermosa, la que tenía la mejor vista al jardín y al lago.
Quería convencer a su hijo de quedarse en la hacienda y que se haga cargo de lo que por derecho le corresponde.
César estaba enfermo y no le quedaba mucho tiempo de vida, así que Maritza quería convencer a Hugo de tomar las riendas de lo que por derecho le corresponde.
En la recámara principal estaba sentada junto a la ventana mirando constantemente la nota en la revista que traía en sus manos.
En la portada principal se encontraba la foto de su hijo Hugo con su prometida Jimena. Ambos se veían inmensamente feliz, la chica mostraba el anillo en su dedo, confirmando a todos que pronto se iba a convertir en la esposa de Hugo Ferry.
Jimena era una mujer sumamente hermosa. Piel blanca como la nieve, cabello rubio, nariz afilada, ojos de color miel, rostro perfecto.
Hija mayor de un empresario muy poderoso que tenía grandes negocios con el padre de Hugo. Jimena tenía un carácter muy difícil, algo que no le gustaba a Maritza.