Elizabeth Mc Carthy es una mujer de tan solo 18 años, llegó a New York sola, procedente de Irlanda.
Es pelirroja, de fuerte carácter y con mucha decisión.
Es el año de 1840, las caravanas de aventureros comenzaban a salir en busca de fortuna, hacia el lejano Oeste.
Las circunstancias obligaron a Elizabeth Mc Carthy, a embarcarse en ésta aventura. A través de ella va a pasar por tantas vicisitudes y acontecimientos que la van a obligar a echar mano de toda su fortaleza de espíritu y carácter para poder lograr su sueño.
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1-ELIZABETH MC ARTHY
Un barco llegó, en ese día de 1840, al Puerto de Nueva York. Había partido de Liverpool, con una escala en Irlanda.
Entre los pasajeros, venía una hermosa mujer, no lleva compañía. Viene sola, pero tiene un carácter fuerte y decidido, además, sabe lo que se tiene que hacer, cuando tiene un arma en las manos.
Su Madre murió, a consecuencia de los golpes que le propinó el alcohólico marido, y este fue condenado a 25 años de prisión.
Marisa se vio completamente sola, dueña de una tierra improductiva, a consecuencia del terrible clima de la región. Así que decidió vender la propiedad y emprender un viaje a un lugar lejano, América.
La venta le proporcionó el dinero suficiente para costear el pasaje en barco, viajando en camerino.
No traía mucho equipaje, solo lo necesario para instalarse en Nueva York.
Después de varios días de travesía, desembarcó y pasó aduanas, como viajó en camerino, el trámite se facilitó y pudo adentrarse en la ciudad, así encontró un cuarto en renta, estaba amueblado con lo necesario, una cama, una estufa de carbón, una bañera y letrina rústica.
No tenía necesidad de más.
En su búsqueda de cuarto, pudo darse cuenta de que varios comerciantes ofrecían trabajo y tomó en cuenta varios que le llamaron la atención, entre ellos, una casa de modas femenina.
Después de instalarse, asearse y cambiar de ropa, buscó algo para comer y fue en busca de la casa de modas. La recibió la dueña, Petra Miles, le preguntó si sabía cocer.
Elizabeth dijo que si, que su Mamá le había enseñado desde niña y que eso no era problema.
A Petra le gustó el carácter amable y decidido de la chica y le ofreció un sueldo bajo para comenzar, Elizabeth aceptó, y Petra la contrató. De inmediato se puso Elizabeth a trabajar, comenzó por el aseo del local, luego a doblar y empacar ropa ya terminada y lista para su entrega.
La Sra. Miles quedó complacida con el empeño que puso Elizabeth en su labor, y ya podía compartir las tareas de la tienda y ahora Petra, ya tiene más tiempo para cocer y diseñar nuevos modelos de ropa femenina.
El fin de semana llegó y Elizabeth cobró su primer sueldo y además la Sra. Miles le regaló un vestido, para que pudiera ir al servicio dominical que se celebraba en la Iglesia de San Patricio, al que asistió Elizabeth, acompañando a Petra Miles y su Madre.
Petra es una mujer de 40 años, soltera, nunca pensó en casarse y se dedicó con toda su fuerza, a su casa de modas, ella nació en Escocia y emigró junto a su Mamá y un hermano, Bruce. este es un inútil, que siempre trataba de extorsionar a Petra, algunas veces lograba sacarle dinero, otras veces, se iba a buscar lo de sus gastos en el juego, regularmente, Bruce, lo perdía todo en el juego.
Cuando Bruce conoció a Elizabeth, quedó impresionado con la belleza de la chica y comenzó a ir más seguido a la casa de modas de su hermana, con el único fin de cortejar a la nueva empleada.
Elizabeth siempre lo rechazó. Pero el tipo era persistente y molestaba a Elizabeth cada que podía.
Una ocasión al llegar a su trabajo, Elizabeth se encontró con Bruce empujando y golpeando a Petra. La chica al ver eso, sacó un pequeño revólver de su bolso y le dijo a Bruce que soltara a su hermana. El tipo lo tomó a broma y Elizabeth hizo un disparo al piso. He dicho que la sueltes.
Oye, solo bromeaba con mi hermana. Dijo Bruce.
Bonita forma de bromear, ya vi que le has lastimado la cara, contestó la chica. Y se acercó a Petra sin dejar de apuntar al hermano, te lo advierto, sé qué hacer con este juguete, si intentas algo, el siguiente disparo va a ser a dar. Y yo no bromeo. Aléjate hacia la puerta.
No intentes salir. Te lo digo en serio.
Petra preguntó que había pasado.
Elizabeth le dijo a grandes rasgos lo que pasaba, Petra reaccionó y le dijo al hermano que le devolviera el dinero que le quitó en el forcejeo.
Dáselo, por la buena o por la mala, dijo Elizabeth. Y más vale que te apures.
Afuera de la casa de modas ya se había agolpado la gente, en espera de ver el desenlace.
El fulano se encontró con unas tijeras y se abalanzó sobre las mujeres, Elizabeth no lo pensó y lanzó un disparo que le dio al tipo en la mano armada con las mismas tijeras y estas salieron volando en compañía de un par de dedos de la mano derecha de Paul.
Este cayó al piso retorciéndose y quejándose del dolor de la herida en la mano. Largo, le dijo Petra, largo de aquí basura. No te quiero volver a ver cerca de nosotras, eso incluye a Mamá.
Ya oíste a tu hermana, pero antes, Elizabeth se acercó con el arma lista para disparar y le sacó el dinero de Petra de la bolsa de la camisa y le dijo que ahora sí, se podía largar.
Bruce salió corriendo y gritando de dolor.
Petra, estás bien?.
Sí. Gracias, pero te tienes que ir. Tienes que dejar Nueva York.
Por qué?.
Bruce es un cobarde y no va a descansar hasta matarte. Vete Elizabeth, toma este dinero y toma la diligencia hacia Missouri. Ahí no te va a buscar.
Y tú?.
Tengo aquí a mi Madre y no la voy a dejar sola en manos de ese granuja.
Trata de vender lo mas pronto posible tu negocio y lleva a tu Madre contigo. Yo las esperaré en Missouri hasta que lleguen y ya veremos qué hacer juntas, solas estamos prácticamente indefensas. Dijo Elizabeth.
Eso es lo que voy a hacer. Bruce nunca me va a dejar en paz. Pero vete. Tú no me escribas Liz, hazlo únicamente para que me mandes tu dirección, yo te escribiré y así sabrás cuando te alcanzaremos.
Está bien. Te espero. Y Elizabeth abrazó a su nueva amiga y se marchó. Estaba complacida de que la llamara Liz. Diminutivo de Elizabeth.