Analia al saber de la dolencia que sufría su hija Lorena de 13 años, busca desesperada a su esposo para que la ayude, descubriendo su infidelidad al llegar sin avisar, estando ahí recibe la dolorosa noticia del deceso de su hija. Ante él torbellino de emociones que la atormentan, no se puede darse el lujo de decaer, tiene a su hijo de 15 años que está lidiando con él duelo de perder a su hermana querida y los cambios repentinos en la vida de su familia. Juntos, madre e hijo, emprenden un camino de superación y resiliencia. Analia busca reconstruir su vida, encontrando fuerza en el amor por su hijo. Angel buscará la manera de que su madre sea feliz impulsando a que se de una oportunidad en el amor. Analia se siente en Jaque mate en el amor. ¿Encontrará quien la valore?
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Capitulo 17 Se ha formado una pareja
Narra Angel
Mi madrina me avisó que mamá salió a caminar que necesitaba tomar aire, por todo lo que pasó con mi padre.
Entendía que necesitaba ese momento a solas, ella jamás se quería mostrar vulnerable ante mi, siempre estaba arriba de ánimo, como enseñándome de ese modo que la vida continuaba y que no debíamos dejarnos decaer por gente malvada y egoísta como mi padre.
-SALGAMOS... VAMOS A LOS VIDEOS JUEGOS... TOMAR HELADO. Dijo mi madrina suspirando, como si estar en esa casa la ahogara.
-SI VAMOS. Le respondí.
-NO TENGO PROBLEMA. Dijo Julián.
Salimos y ella se tomó la cabeza.
-El auto está frente al bar. Recordó.
-Vamos caminando por él. Le sugerí.
-Claro... Caminar es buen ejercicio. Dijo ella.
En eso apareció el padre de Julián.
-Hola. Saludo al vernos.
-Pa... ¿Qué haces?. Le pregunto Julián.
-Sali temprano... Y quería comer contigo. Le dice.
-Justo íbamos por eso. Le dice mi madrina.
-Soy Nico. Se presentó el padre de Julián.
-Mari. Se presentó mi madrina, los se quedaron mirando embelesados.
Con Julián nos codeamos al darnos cuenta que se gustaron de entrada.
-Vamos todos juntos. Sugirio Julián, al ver la oportunidad de enganchar a su padre con alguien.
-Si no tiene otros planes. Dijo el padre de él.
-No tengo ningún otro plan... Solo llevaba a los chicos por algo de comer, helado, videos juegos. Le dice mi madrina con una sonrisa nerviosa.
-No la espera su esposo. Indagó el padre de Julián.
-¿Esposo?... No... No tengo. Dijo ella enseñando su mano sin ningún anillo.
-Una mujer tan hermosa y no está casada. Le dice el padre de Julián halagandola.
Ella sonrió nerviosa.
-Si quien puede resistirse a todo esto... Debe ser porque paso más tiempo en mi spa... Y solo van mujeres. Le cuenta mi madrina.
-¿Tiene un spa?. Le pregunta el padre de Julián abriendo la puerta del auto para que suba del lado del copiloto.
-Si tengo uno... Está es mi tarjeta ... Doy excelentes masajes. Le dijo mi madrina dándole su número.
-No me vendría mal un masaje... Todo el día estoy trabajando... Y me tensiono. Le dice el padre de Julián.
Los dos escuchábamos atentos como era el cortejo entre los mayores, nos estaban aburriendo, por lo que decidimos darle un empujón para que se relacionen más, para mí estaba bien que el padre de Julián se interese por mi madrina y no por mi madre.
-Y SI MEJOR VAMOS A CASA... PODEMOS PEDIR UN DELIVERY Y AHI TENEMOS VIDEOS JUEGOS... ADEMAS ME LLEGO LA ALERTA QUE VA A LLOVER. Le dijo Julián a su padre.
-Tiene razón Julián ... Yo tengo esa aplicación del clima. Dice mi madrina.
-En ese caso...Vamos a casa. Responde el padre de él.
Llegamos a su casa, con Julián chocamos nuestros puños como festejando que nuestro plan funcionaba.
-Creo que tenía el número de uno por aquí. Dijo el padre de Julián mirando en su celular.
-Yo tengo una aplicación... Todo el tiempo solo pido delivery... Cómo trabajo no tengo tiempo de cocinar. Le dice mi madrina.
-Lo mismo me pasa. Le responde el padre de Julián.
-¿Qué les gustaría pedir?... Mira aquí tienen la lista. Le dijo mi madrina muy próxima al padre de Julián, note como ella movió su cabello, como haciendo que él pueda sentir su perfume.
Note que el padre de Julián se mordió el labio nervioso, le marco con el dedo en la pantalla agachándose con su mejilla próximo a ella, al ser alto mi madrina le quedaba en el pecho.
-Excelente... A mí también me gusta. Le respondió ella.
-Nosotros hamburguesas. Dijo Julián.
-Démosle a los chicos... De vez en cuando no le hace mal. Le dijo ella.
-Asi... Está bien. Le dice el padre de Julián.
Mi madrina enseguida armó un lugar ante la tele preparo todo, cuando llegó el delivery ella se sentó en un almohadón enérgica.
El padre de Julián era más serio, tradicional, le gustaba sentarse en el comedor y que no se hable durante la comida.
Mi madrina es más relajada en ese aspecto, ella rompe las reglas, por eso no se caso, no le gusta seguir la corriente de los demás, sigue la suya.
Para mí sorpresa el padre de Julián se sentó a su lado.
-Nosotros vamos a mi cuarto. Dijo Julián llevando su hamburguesa y gaseosa.
-Si... Vamos. Le dije.
La intensión era dejarlos solos.
Cómo fue previsto se largo una fuerte tormenta, sabía que mi madrina odiaba esos climas, ella se asustaba con los relámpagos.
La escuché gritar cuando cayó uno.
-Estara bien. Pregunto preocupado Julián.
-Esta tu padre para consolarla. Le dije a Julián y él sonrió.
Nos encaminamos a espiar.
"No me gustan los relámpagos, truenos, ni nada de eso". La escuché decir a mi madrina agitada.
"Tranquila... La casa es muy segura". Le respondió el padre de Julián.
-Tu padre está oxidado... Debería abrazarla y consolarla. Le digo a Julián.
-Solo necesita entrar en confianza... Ya se. Dijo Julián ideando un plan.
Lo seguí hasta donde tenía la cochera, el se dirigió a la casa de la luz y saco uno de los cables, haciendo que se corte la energía.
-Espero que con esto funcione. Dijo Julián.
Nos reímos por nuestro plan y nos escondimos al escuchar que se aproximaban a ver porque se cortó la luz.
-¿Qué pasó?. Pregunto mi madrina atrás del padre de Julián.
-Al parecer uno de los fusibles ... Pero con esta tormenta no podré buscar uno. Dijo él suspirando pesado.
-Sera como acampar. Le dijo mi madrina haciendo que él sonría.
-Tienes miedo a truenos, relámpagos. Le describía cuando sonó uno y ella se le prendió gritando.
Los dos se quedaron muy próximos mirándose a los ojos.
-Solo uno... Dale un beso. Murmuraba Julián queriendo que su padre se anime.
Pero no fue así. Se retiraron nerviosos carraspeando.
-Lo siento... Me asustan. Se disculpo mi madrina.
-No te preocupes ... Estás conmigo. Le dijo el padre de Julián.
-Si estás en mi departamento cuando hay tormentas me sentiría más segura. Le dijo ella.
-Podria llevarte cuando cese un poco. Le dijo él.
Julián se golpeó la frente negando.
-No se da cuenta que ella lo invita a que se quede. Murmuró entre dientes.
-Sssch. Te van a oír. Le dije a Julián.
-¿Cómo estarán los chicos?. Escucho decir al padre de Julián en un momento y le golpeó el hombro, salimos agachados corriendo para que no nos vean, llegamos agotados a su cuarto, justo que llegaban a golpear la puerta.
-JULIAN... ANGEL... ESTAN BIEN. Pregunta su padre ingresando y los dos sentados en la cama con nuestros celulares disimulando estar relajados.
-Si pa. Le dijo Julián.
-Se cortó la luz... Un fusible se ve que se quemó... Voy a activar el generador... Ya sabes que solo lo necesario ten enchufado. Le encarga.
-Tranquilo... Solo juego en mi celular. Le responde Julián.
-Estamos en nuestro juego. Le respondo.
-Bien... Así que se quedan aquí. Le dice el padre de Julián.
-Si... No nos moveremos. Le respondió Julián.
Su padre salió y suspiramos aliviados, tomamos de una la gaseosa en lata, calmando nuestra sed por correr.
-Espero que así se anime. Murmura Julián.
-No lo creo... Porque estamos nosotros. Le digo.
-¿En serio?. Pregunta Julián tirándose en la cama suspirando pesado.
-Tu padre es muy correcto... Aunque apuesto por mi madrina... Ella es bien pispireta... Tiene sus trucos cuando algo le atrae... No para hasta conseguirlo. Le digo.
-Vamos madrina... Sacude a mi padre... Que se libere y me libere... Así yo podré traer a mis pollitas. Dice Julián.
-Entonces sacarás tus revistas. Le jodo porque no tiene novia.
Él me lanza una almohada y se la regreso.
En eso escuchamos risas cruzar en dirección al cuarto del padre de Julián.
-Si...Si... Al fin. Dice Julián.
-Aunque da cosas escuchar lo que hagan. Le digo a Julián.
-Escuchemos... Así aprendemos de primera mano. Me dice Julián.
-Eres un tarado... No quiero escuchar a mi madrina gritar el nombre de tu padre. Le dije.
-Ten auriculares... Juguemos con el volumen alto. Me dice pasandome unos y el se puso otros.
Al rato vemos que el padre de él ingreso.
Julián se quitó los auriculares.
-Pasa algo padre. Le pregunta.
-Esto es penoso... Pero tienes lo que te di hace tiempo. Le pregunta.
-En ese cajón. Le marca Julián.
-Asi que juegan con auriculares. Le dice.
-Si... Estamos en línea... Es una batalla... Muchos bombardeos... Tiros... Vas a tener que tocarnos si quieres decirnos algo... O no escucharemos. Le dice Julián.
-Genial... Es decir... Bien... Sigan en lo suyo... Ya no los molesto. Dijo saliendo después de tomar del cajón lo que buscaba.
-¿Qué llevo?. Le pregunto a Julián.
-Una caja de preserv@tivos. Me respondió.
-Debe estar como nuevo. Le digo.
-Gaste algunos practicando como ponermelo o inflarlos como globos. Me cuenta.
-Eso quiere decir que nuestro plan funcionó. Le digo.
Él soltó su celular mirándome, estaba concentrado en el juego.
-Bien. Dijo festejando con él puño.
Volvimos a nuestro juego con los auriculares puestos, a pesar de ello se sentía el terremoto en la habitación de a lado, parecía que tirarían la pared.
Después de un par de horas todo quedó calmo, aunque la lluvia torrencial no paraba.
Decidimos bajar para tomar un vaso de agua y ver si quedó más helado.
Nos quedamos parados como estatuas al pie de la escalera. Él padre de Julián estaba con mi madrina cubiertos con una manta en el sofá, solo se veían sus pies.
Caminamos lento sin hacer ruido, tomamos lo que fuimos a buscar, el pote de helado una jarra de jugo, hasta papas fritas y subimos las escaleras.
-JA ... JA ... ESE ES MI PADRE. Vitoreo Julián.
-Seremos primos. Le digo a Julián.
-ESO ESPERO... SE LO MERECE. Dice enérgico.
-Con razón paro el terremoto acá a lado. Le digo.
-Ja...Ja. Se ríe alegre Julián.
Jugamos un rato más y nos quedamos dormidos, a la mañana me despertó el sonido de mi celular, mire y era mi despertador.
Suspiré hondo, tenía una clase de idioma, llame a mi profesor, avisando que la lluvia seguía, por lo que me sugirió dar la clase en línea.
-Tan temprano te despiertas. Se queja Julián lanzandome una almohada.
-Tengo clase. Le respondí.
Al concluir me fui al baño, me duche y baje a desayunar.
Me encontré con mi madrina recién bañada tomando un café.
-Buen día. La saludé.
-Buen día Angel... Debo ir a mi spa... Tu madre tiene mis pastelillos listos. Me avisa.
-Yo los llevo. Apareció el padre de Julián, recién bañado, luciendo bien vestido y afeitado, tenía razón Julián cuando su padre se arreglaba no estába tan mal.
-Le aviso a Julián. Le digo a su padre.
-Él cuando duerme nada lo despierta... Le dejaré un mensaje y volvere enseguida. Me responde.
Igual tome mi celular y lo llame.
📱Ya me voy. Le dije.
📱Ok. Escuché que respondió dormido
Note los gestos corporales entre el padre de Julián y mí madrina, los dos se miraban con una sonrisa en los labios, por más que querían disimular se les notaba.
-Ya sabes dónde ir por un masaje. Le dijo mi madrina.
-Si es como el de anoche no faltare. Le dijo el padre de Julián despacio, pero igual escuché, me hice el que estaba concentrado en mi celular.
-ANGEL... EL PROYECTO. Apareció Julián corriendo, como que conecto los cables.
-Cierto... Se me olvidaba. Le dije al recordar lo que debíamos hacer para una clase.
-¿De qué proyecto hablan?. Pregunto su padre.
-Para la clase de economía debemos elegir un negocio... O una empresa... Saber su manejo administrativo... Cómo es su pirámide... Y esas cosas. Le respondió Julián poniéndose sus zapatillas.
-Puedes venir a mi spa... Te responderé las preguntas. Sugiere mi madrina.
-Eso sería genial. Le digo a Julián.
-Si... Perfecto. Respondió Julián con picardía mirando a su padre que tomaba su café como si nada.
Nos prendimos de un yogur con cereal y salimos todos juntos.
Cuando llegue a casa me sorprendió ver a mi director con mi madre en la cocina decorando pastelillos.
-Mamá. Le dije llamando su atención.
-Buen día cielo. Me saludo con una sonrisa.
No podía creer mi madre y el director ¿Cómo pasó?
( Mari, madrina de Angel)
( Nicolás, padre de Julián)
(Julián)
(intensión: antónimo de extensión)
Analía y Angel todavía no han terminado de superar la muerte de Lorena