En las oscuras calles de San Fernando, Chile, cinco hermanos luchan por salir de la pobreza y se enfrentan a un destino que los llevará al mundo del crimen. Belén, la hermana mayor, ha sido siempre la protectora de la familia, aunque sin mucha visión, cuidando con dedicación a sus hermanos menores: Brayan, Marco, Jonathan y José.
Nacidos y criados en El Naranjal, un barrio humilde, la muerte de sus padres los deja desamparados. Buscando nuevas oportunidades, se mudan a San Fernando. Sin embargo, la situación no mejora, y desesperados, deciden adentrarse en el crimen. Marco, un policía retirado, se convierte en el cerebro de las operaciones. Jonathan, el más problemático, maneja las finanzas. Brayan, un fiestero apasionado por el fútbol, y José, amante de la música y los videojuegos, se encargan de la protección.
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CAPITULO 1: El Comienzo en El Naranjal
Nacidos y criados en El Naranjal, un barrio humilde de Chile, los cinco hermanos viven una infancia marcada por la pobreza y las dificultades. Belén, la hermana mayor de 25 años, se convierte en la protectora de la familia tras la trágica muerte de sus padres en un accidente. Sin muchas perspectivas para el futuro, se dedica a cuidar de sus hermanos menores con dedicación y amor.
Brayan, de 22 años, es un fiestero apasionado por el fútbol. Pasa sus días jugando en las canchas del barrio y sus noches en fiestas, tratando de olvidar las penurias de su vida diaria. Marco, de 20 años, trabajaba como policía, pero dejó la fuerza tras la muerte de sus padres, sintiéndose impotente y frustrado por no haber podido protegerlos. Jonathan, de 18 años, es el más problemático de todos. Aunque tiene un talento especial para las matemáticas, su temperamento impulsivo lo lleva constantemente a meterse en problemas. José, el más joven con 16 años, es reservado y pasa la mayor parte del tiempo escuchando música y jugando videojuegos. Aunque no habla mucho, su amor por la familia es inquebrantable.
La vida en El Naranjal es dura, y cada día es una lucha por sobrevivir. Belén trabaja incansablemente en varios empleos para mantener a sus hermanos, pero el dinero nunca es suficiente. Un día, después de un largo turno en la fábrica, Belén regresa a casa y encuentra a sus hermanos discutiendo sobre cómo mejorar su situación. Marco propone mudarse a San Fernando, donde creen que podrían tener más oportunidades.
Después de semanas de planificación y ahorro, los hermanos finalmente se mudan a San Fernando. Sin embargo, pronto descubren que la vida en la nueva ciudad no es muy diferente. La pobreza y la desesperación los siguen como una sombra, y la necesidad de encontrar una solución se vuelve cada vez más urgente.
Una noche, después de una jornada especialmente dura, los hermanos se reúnen en su pequeño apartamento y discuten la posibilidad de entrar en el mundo del crimen. Marco, con su experiencia como policía, sugiere que podrían comenzar con pequeños trabajos ilegales para ganar dinero rápidamente. Aunque al principio hay dudas, la necesidad de sobrevivir y el deseo de un futuro mejor los impulsa a tomar la decisión.
El primer trabajo consiste en un pequeño robo a una tienda local. Marco, con su conocimiento de tácticas policiales, planea cuidadosamente cada detalle. Jonathan se encarga de calcular los tiempos y rutas de escape, asegurándose de que todo salga según lo previsto. Brayan y José, con su fuerza y valentía, entran a la tienda mientras Belén vigila desde un automóvil cercano, lista para intervenir si algo sale mal.
El robo es un éxito, y los hermanos regresan a casa con suficiente dinero para cubrir sus necesidades básicas por un tiempo. Sin embargo, el triunfo inicial viene acompañado de una mezcla de emociones: excitación, miedo y una sensación de haber cruzado una línea que no podrán deshacer. A pesar de las dudas y los riesgos, sienten una nueva esperanza al ver la posibilidad de un futuro mejor.
Durante las siguientes semanas, los hermanos realizan varios trabajos más, cada uno más ambicioso que el anterior. Comienzan a ganar reputación en los bajos fondos de San Fernando, y otros grupos criminales empiezan a notar su presencia. Marco utiliza sus contactos en la policía para obtener información valiosa y evitar ser capturados. Jonathan, con su talento para las matemáticas, se asegura de que el dinero esté bien administrado y distribuido.
A medida que crecen en poder e influencia, también aumentan los peligros y las tensiones. Belén, aunque sigue siendo la protectora de la familia, comienza a cuestionar si han tomado el camino correcto. Sin embargo, la unidad y el amor que sienten los unos por los otros les da la fuerza para continuar.
El primer capítulo cierra con una escena en la que los hermanos celebran su éxito inicial en una pequeña fiesta en su apartamento. Mientras brindan por su nueva vida y los desafíos que están dispuestos a enfrentar, Belén mira a sus hermanos y se promete a sí misma que hará todo lo necesario para protegerlos y asegurar un futuro mejor para todos.
