Valerian perdió a su madre al nacer y su familia siempre la desprecio por ello. El único que la trató con amabilidad fue el príncipe heredero, con quien fue comprometida, pero todo cambió con la llegada de su prima Marlene, quien de inmediato se ganó el cariño de su familia y del príncipe. Esto llevó a Valerian a convertirse en una villana que intentó matar a su prima por celos.
Pero ahora, una nueva alma ha renacido en el cuerpo de Valerian y, con el conocimiento de su desdichado futuro, ella decide alejarse de su familia y romper su compromiso para tener una mejor vida. Pero para su sorpresa, el príncipe heredero, Callisto ha ido por ella y no piensa aceptar la ruptura de su compromiso.
¿Por qué Callisto es insistente con ella? ¿Cuáles serán sus verdaderas intenciones?
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escena 23.
Durante los siguientes días de lo único que se hablaba entre los aristocratas, era sobre el lamentable suceso en la fiesta del palacio. Todos hablan sobre la crueldad de la hija adoptiva del Marqués, debido a lo que le dijo a Valerian y en como los Lacaster han despreciado la joven rubia.
Aunque claro, no falta uno que otro que diga que Valerian si mató a su madre al nacer, pero, estos son solo aquellos que lo dicen porque perdieron la oportunidad de entregar a sus hijas en matrimonio con el príncipe heredero o aquellos que desean más poder. El Marqués por supuesto sabía sobre todas esas habladurías, lo cual lo tenía bastante enojado, en especial por las noches que lleva sin dormir bien.
Estaba en su oficina y repentinamente escucha un sonido, así que levanta la vista, viendo una imagen traslúcida de Dalia, esta se muestra triste, pero se acerca ante el Marqués, quien estaba completamente atónito por dicha presencia.
"¿Por qué Samuel?, creí que la protegerías y la amarías, que le darías todo el amor que yo no iba a poder darle." Su mirada estaba llena de tristeza.
— Dalia...perdóname...me deje cegar por el dolor y la culpe por todo...— habla en sollozos.
"Es tarde, ella ya no esta, es tarde para pedirle perdón." Tras decir esto, la imagen de la mujer se desvanece.
Al Marqués no sabía que decir, solo cerro los ojos recordando el momento en el que Dalia llegó con una gran sonrisa para decirle que estaba embarazada por segunda vez y lo ilusionada que estaba de que ese bebé sea una niña, una que se pareciera a él, que sacará su bebé tuviera los ojos cafés, estaba segura que serían lindos, pero él no quería eso, el Marqués quería que su hija fuera tan bella como Dalia y su deseo se había cumplido, aún así despreció a esa niña y la culpo de la muerte de amada esposa.
— padre...— Einar entro a la oficina.— ¿esta bien?, escuche que hablaba con alguien.
— no es nada. Einar, ¿crees que Valerian me perdone por haber sido un pésimo padre?— pregunta preocupado.
— no lo sé, Valerian ha cambiado y al parecer le va bien.— toma asiento.— quizás, es mejor dejarla seguir con su vida.
El Marqués escucha en silencio a su hijo y solo asiente, pues sabe que Einar tiene razón, Valerian ha cambiado mucho y ya no esa niña que se esforzaba por ganar su atención.
— definitivamente tu madre, estaría muy decepcionada de nosotros.— expresa con tristeza.
Ambos se quedan en silencio, no hay nada más que decir, y saben que han sido pésimas personas.
Mientras tanto, en esa misma mansión, Marlene le pedía a Kenai que hable con su padre, que no la envié al convento, ella ha escuchado que esos lugares están llenos de reglas y no pueden hacer nada divertido. Por supuesto Kenai estaba dispuesto a hablar con su padre.
Esa misma tarde busco al Marqués, pero para su sorpresa, el Marqués le dijo que no cambiaría de parecer, que Marlene necesita ir a un lugar así, donde deba seguir las reglas, debe de aprender a comportarse o solo seguirá arruinandose así misma.
— padre, Mar estará muy dolida, ¿y si enferma?, podría morir de tristeza.— se preocupa.
— si eso pasa, entonces será lamentable. Escucha, prometí que Marlene tendría una buena vida, pero sigue actuando sin control, entonces solo conseguirá que la ejecuten.— le habla con firmeza.
— pero padre...no es justo, todo esto pasó por culpa de...—
— ¡he dicho que se va!, ¿entendiste? No me importa si te gusta o no, ella no se comportó y es hora de que asuma las consecuencias de sus actos.— mantiene su tono firme y su expresión de enojó.
Kenai apretó los puños ante la respuesta de su padre y este le pidió retirarse. Después de eso, mando llamar a un par de doncellas para que ayuden a Marlene a preparar sus cosas, como irá a un convento, los vestidos deben ser simples, no coloridos ni con joyas o adornos.
Cuando Marlene supo esto, no paro de llorar, incluso busco al Marqués para suplicar, pero de nada le sirvió, esta vez el Marqués estaba decidido a no ceder ante las súplicas de Marlene.
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Valerian aun permanece en el palacio, pero ha enviado algunas cartas a la mansión del campo para que Walter se encargue de los negocios y Maddy se encarga de mantener organizada la casa, así que no debe de preocuparse por ese tema, pero se esta quedando demasiado tiempo y en cuanto a su relación con el príncipe, ha pasado a un nivel totalmente diferente. Pues incluso Callisto ahora ha pasado dos noches durmiendo en la misma habitación que ella, no le incomoda, pero esta dejando que la relación avance, aun cuando no confía en él por completo.
— te ves muy pensativa, mi bella rosa, ¿Estás bien— pregunta.
Valerian estaba de pie en el balcón, observando al bosque en silencio.
— lo estoy, pero, el bosque esta inquieto, he notado movimientos extraños desde anoche.— menciona sin despegar la vista del bosque.
— eres muy perceptiva, en efecto, hay algo ahí, debes de tener cuidado.— le pide.
— no se preocupe alteza, se como defenderme, usted ya lo ha visto.— Valerian sostiene una rosa en su mano.
Callisto solo asiente y regresa dentro, seguido por Valerian, quien cierra la ventana y corre un poco las cortinas.
Ya cuando el silencio recorría los pasillos del palacio, varias sombras misteriosas se movían fuera del bosque que estaba tras el palacio. Eran cinco hombres vestidos de trajes negros, para poder ocultar su presencia de los guardias, llevan dagas en las manos mientras caminan por el pasillo de la residencia del príncipe y para poder seguir con su misión, tiran una especie de polvo que se vuelve humo, durmiendo a los guardias.
"Ya saben donde esta, vayan por él." Ordena el que parece ser el jefe.
Los demás asienten y siguen su camino, pero conforme se acercan al segundo piso, ven por las escaleras pétalos rojos, aunque no les parece extraño, así que siguen subiendo, hasta que ven la rubia de pie al final de la escalera, quien muestra una leve sonrisa.
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