Amores Ocultos En La Mafia

Hola, soy Valentim Espósito, uno de los herederos de la mafia italiana, pero por cuestión de minutos mi hermano heredó la jefatura, y me alegré por eso, a pesar de que me gusta mucho formar parte de la mafia, nunca quise el cargo de líder, me gusta más la adrenalina que la parte burocrática.

Vicente y yo somos muy diferentes, no solo en apariencia sino también en personalidad, yo siempre he sido más tranquilo y observador, Vicente es impulsivo, no piensa mucho antes de actuar, pero tengo que confesar que mi hermano es un gran líder, aunque todavía no ha asumido la jefatura de la mafia, fue a Brasil hace dos días a buscar a su futura esposa, una mujer que fue elegida por un contrato entre dos familias.

Mi familia no lo sabe, pero soy gay, siempre he mantenido mi opción sexual oculta a todos, los hombres de la mafia nunca aceptarían a alguien con mi opción sexual, tal vez mis familiares lo aceptarían por ser mi familia, pero creo que ni siquiera ellos lo aceptarían.

Una de las mayores razones para mantener mi sexualidad oculta es porque me avergüenzo de mí mismo, por eso, siempre nos han enseñado que un hombre no puede amar a otro hombre, ni besar a otros hombres.

Descubrí mi sexualidad cuando tenía solo 16 años, nunca pude tener una erección viendo videos porno con mujeres, así que un día decidí ver un video de dos hombres y al instante me excité, tuve mi primera experiencia con otro hombre en mi cumpleaños número 18, había conocido a un chico en un club nocturno y salimos, me llevó a su casa y nos acostamos, siempre he sido activo, pero también me gusta ser pasivo.

Después de que Vicente se fue a Brasil, las cosas se volvieron locas, muchas mujeres desaparecían, eran secuestradas, y eso llamaba la atención sobre nuestra organización, siempre nos mantuvimos en secreto, pero con toda esta confusión las cosas se estaban poniendo difíciles.

Heitor: Vicente, voy a mandar a ti y a Pietro a investigar estas desapariciones.

Valentim: por el amor de Dios, ¿no hay nadie mejor?

Heitor: sabes que Pietro es muy bueno en el trabajo.

Valentim: No voy a cuidar de nadie, el chico solo tiene 17 años.

Heitor: A esa edad tú ibas a misiones mucho peores, será bueno que trabajen juntos.

Valentim: ¿Cuál será la misión?

Heitor: Quiero que viajen juntos a México, van a investigar sobre las mujeres que están desapareciendo, cuando Vicente regrese de Brasil quiero que todo ya esté bien avanzado.

Valentim: ¿Cuándo viajamos?

Heitor: Dentro de una hora, no podemos perder tiempo, se quedarán allí una semana, intenten socializar y recopilar información.

Valentim: Está bien, ahora necesito ir a prepararme.

Salgo de la sala de mi padre y voy al estacionamiento, tomo mi auto y me voy a casa, necesitaba arreglar algunas cosas para llevar al viaje, siempre viajé en misión solo, no me gustaba mucho viajar con nadie, tan pronto como llego a casa arreglo mi bolso de viaje y sin demora regreso al galpón.

Tan pronto como llego veo a Pietro, Pietro es un chico guapo, él y sus hermanos ni siquiera parecen tener solo 17 años, me acerco a él y le digo.

Valentim: ¿Estás listo?

Pietro: Sí.

Valentim: Entonces vamos.

Salgo caminando y él viene justo detrás, Pietro siempre ha sido muy reservado, al igual que yo, siempre conversamos poco, solo lo necesario, nunca fuimos tan cercanos a pesar de ser casi parientes, entramos en el jet privado y él se sienta en una silla apartada, nos quedamos casi todo el viaje en silencio cuando finalmente abre la boca.

Pietro: Ya sabes en qué lugar vamos a quedarnos, necesito saber si es seguro y si hay alguna discoteca cerca.

Valentim: No vinimos aquí a divertirnos, vinimos a trabajar.

Pietro: Cada uno trabaja de la manera que le parezca mejor, tú no te metes en mi camino y yo no me meto en el tuyo.

Valentim: Haz lo que quieras de tu vida, solo no estorbes mi trabajo.

Pietro: Te digo lo mismo.

Se pone los auriculares y se queda jugando en su computadora portátil, y yo hago lo mismo, no tengo paciencia para estar discutiendo con adolescentes.

Después de un tiempo finalmente llegamos a México, ya era de noche, Pietro y yo fuimos directamente al hotel, tan pronto como llegamos fuimos cada uno a su habitación, nuestras habitaciones eran vecinas una de la otra.

Tan pronto como llego me doy un baño y me pongo unos bóxers blancos, estaba listo para dormir cuando escucho que suena la campana de mi habitación, me levanto y voy a abrir la puerta para ver quién era, miro por el agujero de la puerta y veo a Pietro parado en la puerta, abro de una vez, olvidándome de que estaba solo en bóxers.

Valentim: ¿Qué pasa?

Pietro: Voy a salir.

Valentim: No soy tu niñera.

Pietro: Solo estoy avisando por si necesitas algo, no tienes que ser ignorante.

Valentim: Está bien, ahora sal de mi puerta, necesito dormir.

Me mira de pies a cabeza y luego se va, me quedo mirándolo y nunca había notado lo guapo y atractivo que era Pietro, cierro la puerta de mi habitación y vuelvo a la cama, pero no puedo sacar a Pietro de mi cabeza, ¿a dónde iría tan tarde y en un lugar donde no conoce a nadie?